Nada hay que reprochar a nadie,
la vida es de uno y de ninguno más,
el mejor remedio es culpar a otro,
de aquello que no se puede superar.
La derrota es el peor de los espejos,
en el que uno poderse a sí mirar,
mas sanar heridas y mirar al frente,
es aquello que uno tiene oportunidad.
El optimismo no siempre es de uno,
mas lo ideal sería de él poder gozar,
pero la esperanza es lo que pesa,
si de verdad la persona quiere luchar.
No es de tontos llorar la derrota,
porque las lágrimas pueden sanar,
ya que del error puede aprenderse,
a no volver por ese sendero pasar.
Mas dar gracias es de humanos,
mas pedir perdón no tiene edad,
mas nunca es tarde para empezar,
aquello que nunca se pudo lograr.
Nada hay que comparar con nadie,
pues cada uno representa su unidad,
pues ricos y pobres serán iguales,
cuando la vida adiós le diga sin más.
Mas quererse uno es lo primero,
para poder crecer y vivir en paz,
aceptar toda virtud y defecto,
y cambiar aquello que hace mal.
Y no se puede dejar estas letras,
si con el alma y sinceridad no se dan,
mas si uno quiere ser y dar ejemplo,
no serán palabras sin acción llevar.
Y no se dice adiós sino hasta luego,
pues la vida muchas vueltas da,
y en el momento menos esperado,
es posible el amor y cariño hallar.
Autora: Rosa Mª Villalta Ballester
NO CREO SER LA PERSONA ADECUADA PARA DAR ANIMOS PERO SI EN ALGUN MOMENTO QUIERES O NECESITAS DESCARGAR TU CORAZON ME TIENES A TU DISPOSICION.
UN ABRAZO,,,,,,,,,,,
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