Camino y ...
¿sé dónde voy?
¡Oigo,
siento, amo, pienso!
En todo
momento viva estoy.
Un tren, a
un destino esperado;
un avión,
volando hacia rumbo dado.
Y yo, bajo
un cielo por manto,
encima de
unos raíles tan armados,
voy sumisa
sin detener mi mirada;
quizás, el
llanto de un niño cansado;
la voz de
alguien que me pide paso;
la parada en
una ciudad desconocida,
que
prontamente se queda lejana.
Y tú, tan
cercana a mí, tan llegada;
tan sincera,
tan sensata y esperada,
me abrazas
en un grandioso abrazo,
pues mi
llegada ha sido todo un reto.
Atrás dejo
otras sensaciones, miradas,
dejo un
mundo quizás amado, anhelado;
quizás dejo
algo que repudio pero deseo.
Ahora ya
cuando el avión aterriza,
cuando el
tren ha llegado a su fin,
cuando solo
importa el presente,
y allá dejé
un mundo imposible de vivir,
cuando el
corazón añora la vida,
y la
esperanza de un cambio sin fin;
ahora que el
corazón late de nuevo,
para
comenzar un nuevo resurgir,
la confusión
llega a mi inquieta alma,
que no sabe
si la verdad está ahí,
en el
sincero silencio que hay en ella,
y que de
seguro curará su color gris.
Ahora deseo
ver los colores vivos,
ahora quiero
cantar y también reír;
deseo con
todas mis fuerzas un cambio.
que allá, de
donde vengo, no adquirí.
Ahora ... y
sólo ahora ... necesito sentir.
Autora: Rosa
Mª Villalta Ballester