Es importante el auto-crecimiento en nuestras vidas ya que gracias a él encontramos más oportunidades. Nos conocemos más, siempre y cuando ese crecimiento sea en todas las áreas. Muchos sólo se dedican al crecimiento profesional o económico.
Al crecer en todas las áreas, aprendes a conocerte y tu relación contigo mismo es la más importante. Exploras tu propio ser. Sabes lo que necesitas y quieres. La vida toma un verdadero valor. Aprendes a aprovechar todas las oportunidades a hacer sin importar si te equivocas ya que de errores también aprendes.
Te aceptas como eres tratando de cada día ser mejor que ayer.
Liberas a tus pensamientos y emociones, actuando responsablemente y con seguridad.
Buscas el equilibrio entre tu ser y el de los demás.
Solicitas ayuda cuando la necesitas y la entregas cuando puedes ya que al estar seguro de ti mismo eso no te hace ni mejor ni peor.
Si aparece algún conflicto en alguna relación, tratas de resolverlo, con respeto y aceptando y permitiendo la diferencias individuales.
Buscas de cada problema su raíz, si nació en el pasado tratas de entenderlo y liberarte de él.
Lo que está en nuestras manos lo resolvemos, si no sabemos cómo buscamos ayuda o las herramientas necesarias y si no tratamos de entender su proceder y perdonamos para liberarnos de ese dolor que nos causa el no perdonar el estar angustiados.
Debemos estar bien con nosotros mismos primeramente, para que los demás estén bien.
Necesito pensar primero en mí y no pensar que eso es ser egoísta.
Si yo quiero cumplir mis objetivos o lograr ese proyecto que de alguna manera me beneficie y solucione mis problemas, yo tengo que pensar primero en la forma como debo resolver mis propios asuntos.
No puedo ayudar a nadie si no puedo resolver mis propios conflictos.
Aunque existan aquellas personas que se opongan o que creen que lo que yo haga, no servirá de nada.
Yo debo definir exactamente qué quiero para mí en el corto, mediano y largo plazo.
Aquello que será mi trabajo y mi máxima pasión durante toda mi vida, que cuando yo lo logre hacer realidad, beneficiará a otras personas cercanas a mí en el largo plazo.
Si puedo resolver mis propios problemas, yo podré resolver más adelante los problemas de otras personas.
Primero debo pensar lo que mejor sé hacer y que me ofrece tranquilidad y seguridad en el momento de poder aplicarlo.
Segundo, debo aplicar muy bien lo que me gusta para adquirir destrezas, experiencia y nuevos conocimientos.
Tercero, lo que yo he estado haciendo durante el tiempo aplicado, me generará unos beneficios, tanto personales y profesionales como económicos, permitiéndome al final poder colaborar con los demás.
Cada uno elegirá que herramientas o técnicas utilizar.
El cambio y la decisión, está en nosotros.
Pero es importante tener o buscar esas herramientas.
De nada sirve conocerme y saber de mis miedos, traumas o bloqueos si no sé cómo superarlos.
Realiza un inventario de tu vida, piensa:
Sobre tu físico, salud, peso, aptitud física, citas al médico.
Sobre tu seguridad en ingresos, ahorros, deudas, preocupaciones o necesidades.
Sobre tus relaciones, tus satisfacciones, factores de estrés, necesidades y preocupaciones en relaciones con otras personas compañeros, familia y amigos.
Sobre los hijos, ¿qué tan satisfecho estás con la relación con tus hijos?
Sobre el trabajo, ¿eres feliz con tú situación de trabajo, tú seguridad, y tus preocupaciones al respecto?
Sobre lo emocional, tus emociones típicas, las emociones que deseas y las que no deseas, preocupaciones especiales.
Sobre lo espiritual, actividades que incluyen el espíritu, rezar, orar, meditar, o buscar dentro de ti para crecer.
Sobre tu tiempo libre o diversión, las actividades que tú haces para divertirte: deportes, pasatiempos y entretenimientos.
Con esto, te puedes ayudar y te darás cuenta de las áreas en las cuales estas feliz, y en las que te falta, y así harás los cambios que quieres hacer en tu vida. ¿Qué es lo que quieres de la vida? ¿Qué quieres alcanzar?