Si la
alegría no te acompaña,
si el
abatimiento es quien te engaña,
si los
pensamientos son quienes ganan,
si las ideas
negras son quienes pasan,
si los días
pasan sin sentido ni alabanzas,
entonces,
¡abre el corazón y gana,
saca la
fuerza del alma que te abraza,
sigue tu
camino y no pienses en nada,
disfruta y
no dejes el día con añoranza!.
Si el temor
es quien te roza,
si la
cobardía no se detiene y no para,
si los
anhelos sufren por no dar la cara,
si las
debilidades solo son una coraza,
entonces,
¡rompe la sentida máscara,
deja libre
al corazón que, asustado, llama,
pide, grita, no te detengas en la trama!
Si la
contradicción es quien apaga,
si el
destino es quien crees que halaga,
si los
miedos detienen intenciones sanas,
si las
mentiras rodean parte de tu calma,
entonces,
¡libera todo aquello que te agarra,
camina,
corre, vuela, en el presente y calla!
Si el
silencio persigue tu necesidad de habla,
si las
lágrimas caen por tus mejillas mojadas,
si los
retrocesos comienzan frenando la mirada,
si la herida
no cierra por no cerrar su llaga,
entonces, ¡suspira,
observa que hay esperanza;
aparte la
soledad para cuando el sol se apaga!
Si la
confianza se torna diferente y rara,
si el día
tiene momentos de serenidad y ganas,
si las fantasías
pasan a fortalecer las entrañas,
si los
errores sirven para aprender moradas,
entonces, ¡sonríe,
espera, confía y no dejes nada;
porque del
calor del corazón depende tu andanza!
Autora: Rosa
Mª Villalta Ballester