En primer
lugar, se trata de no hacer mal;
de hacer al
prójimo lo que te gusta a ti;
de pensar
las palabras que se han de decir;
de tratar de
causar alegría y hacer reír.
En primer
lugar, se hace cuanto hace bien;
se dejan de
lado heridas que no puedan sanar;
se realizan
las cosas que puedan bien hallar,
se detienen
palabras que no pueden cicatrizar.
En primer
lugar, se para cuando peligro hay;
se piensan
bien las cosas antes de realizar,
se crea
ambiente que pueda siempre gustar,
se aleja de
uno aquello que lleva a la maldad.
En primer
lugar, nada hay como la conciencia;
de pensar
siempre mucho antes de hacer cosas,
de rememorar
acciones que se pretende ignorar,
de quitar
trabas que puedan hacer mejorar.
En primer
lugar, hay que pensar antes de actuar,
utilizar la
humildad y el cariño para poder amar,
ser
consciente de lo que se hace antes de realizar,
perjudicar
lo menos posible si se quiere vivir en paz.
En primer
lugar, hay distancia si se quiere posar;
existe la
bondad sin lejanía tener que utilizar;
ser
bondadoso con tan solo máscaras no tomar;
ignorar la
maldad si el bien se quiere a un ser dar.
En primer
lugar, nada mejor que jamás dañar;
tener como
meta la paz y siempre la sinceridad;
ponerse en
lugar del otro para así poder ayudar;
cantar el
viento y al prójimo lo que para uno desear.
En primer
lugar, no hay mejor meta que la serenidad;
mejor
proyecto que vida ajena poder mejorar;
mayor
satisfacción que alegría siempre proporcionar,
y mejor paz
interior que ningún daño a nadie llevar.
Autora: Rosa
Mª Villalta Ballester