Para atrás, ni para coger impulso;
hacia adelante, siempre y de frente;
vivir y aceptar la realidad, lo principal.
Alguien me está enseñando a caminar;
alguien especial que me brinda su amistad.
Tengo la suerte de poder confiar,
de poder por fin la vida poder visitar;
aunque tenga mis años bien cumplidos,
tonta fui de no ver y hacer sueños real;
quizás porque muerta estuve en vida,
quizás por falta de un muro atravesar.
Hacia adelante, hacia el frente, a por más;
jamás se habrá vivido lo suficiente,
para poder nuevas cosas experimentar.
Son muchas huellas las que se muestran,
para poder guía y horizonte encontrar;
son esas energías que al cuerpo llegan,
devolverlas al mundo siempre con paz.
Mas nada se pierde con la vivencia,
mas se gana lección con la bondad;
y nada hay que impida hallar el tesoro,
que la vida nos regala al despertar.
Me hallo en una barca que se hunde,
con personas a las que sangre une,
inminente es la decisión a tomar,
pues la vida es una y se nos va;
¡triste es dejar a esas personas,
que tan aferradas a ellas están!;
pero, ¿qué hacer si sin dejar lamento,
no muestran arrestos para bajar?
¿Hundirme con ellas o vivir en libertad?
¿Pedir ayuda o callada morir sin amar?
¡Qué difícil es esta vida,
que nada de color de rosa está!,
mas el color de la situación es nuestra,
si de verdad queremos sinceramente despertar.
Autora: Rosa Mª Villalta Ballester