Nuevas mañanas...
Mañana solitaria de domingo y rocío
cabalgando mis pensamientos cóncavos
hacia praderas desiertas de fulgores,
tropecé con un oasis de tranquilas aguas,
donde cansada mi cabeza recosté.
En callado recordar de aconteceres
con los ojos cerrados y en extática memoria
sigo la ruta de aciagos momentos
que rasgaron mis entrañas sin piedad
dejando un surco desolado y yermo.
Espontáneas mis manos acarician tu espejo
y la imagen del pasado se rompe en mil pedazos
para dar paso a un presente de mágicos efluvios...
Y en la fuente de la eterna juventud
mi mañana de domingo despertó alborozada...
Con mi imagen repetida dentro de tus aguas
y mi corazón limpio de antiguas falacias,
para renovar el eco de nuevas mañanas,
llenar de esperanzas los ámbitos dormidos,
hasta que salga el sol del medio día...
Ninfa Duarte
De su libro Tejiendo añoranzas,con hebras de luz de luna