INDIFERENTE (Antonio Macias Luna)
Parece que estás muerta al mirarte dormida; y al mirarte despierta, pareces viva, pero no me miras.
Te miro currucada bajo las alas de la colcha tibia, como un gorrión que espera la alborada; eres como una muerta en el olvido, eres cuerpo que no repara en nadie. Pareces un naufragio, una barca escorada sobre un lado, medio rota en la playa, junto a un océano, satén brillante arrugado por olas que no escapan.
Es tu semblante un bosque de cabellos porque no tienes cara, solo maleza enmarañada. Es tu semblante un llano sin relieves, sin nariz que respire, sin labios que me hablen.
Verte dormida es contemplarte ajena, es jugar con la vida y con la muerte; es un reto que aumenta mi soledad de avión estrellado en la nieve.
Tú sabes que te miro cada noche empujada por un viento callado, cada noche arrastrada por el viento del sueño: rebelde anestesiada por lo ignoto soñando con lo que despierta escondes.
Parece que estás muerta al mirarte dormida. Eres mi vida y muerte, muerta en vida que espero que despierte.
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