A
la altura de las circunstancias,
se
pretende estar a lo mejor;
a
la altura tal vez muy elevada,
que
cree un abismo al amor.
A
la vez que se intenta mejorar,
tal
vez sea un estrellato imaginar;
a
la vez que se crea un sueño,
se
cae en el error de no llegar.
A
la vista de todos los demás,
se
crea una imagen y un compás;
a
la vez que se aparta una idea,
se
crea otra para poder luchar.
A
la vera de la vida, un día más;
se
espera tal vez un día hermoso,
que
puede ser o no se haga real,
y
que al que rodea cause felicidad.
A
un son hermoso, una melodía;
se
sale de la rutina y anima;
a
una persona, buena compañía;
pues
en la vida, la soledad limita.
A
la claridad de un rayo de luz,
se
absorbe pureza y energía,
a
la pasión que sigue al éxtasis,
quizás
solo dolor o consuelo amargo.
A
la bondad de un corazón sano,
quizás
una gota de lluvia cae;
a
la visceralidad de una respuesta,
tal
vez distancia y gran inseguridad.
Al
pasar de un gran y buen amigo,
tal
vez lágrimas o sonrisas se dan;
al
tener un corazón sensible y sano,
el
amor y el cariño, se tienen sin más.
A
la altura de un gran abismo,
la
voluntad de dejar la altura hay;
mas
si el deseo y el querer siguen,
¿a
dónde poder pues llegar?
Autora:
Rosa Mª Villalta Ballester