Si se pierde
la esperanza, ¿qué queda?
Si se pierde
el amor, ¿dónde se llega?
Si se pierde
la confianza, ¿qué se espera?
Si se pierde
el valor, ¿cuál es la meta?
Las heridas
con el tiempo cicatrizan;
la belleza
cada cual la embelesa;
la ternura
es necesaria por naturaleza;
el corazón
late mientras amanezca.
No hay que
temer el intento realizado,
sino no levantar
al caer y seguir el paso;
no hay dolor
más profundo que se tenga,
que el rechazo
del hombre y el fracaso.
Es duro
entregar el alma y tener tristeza;
cerrar los
ojos y no ver lo que te rodea;
tener vida y
no aprovecharse de ella;
perder
instantes que son novedad inmensa.
Si se tiene
miedo, ¿cómo se desecha?
Si se siente
dolor, ¿dónde dejar la pena?
Si se
pierden momentos, ¿acaso se recuperan?
Si se da sin
nada esperar, ¿acaso hay tristeza?
Nada hay que
no se cure sino con el amor;
no hay mayor
pena que quedarse sin acción;
no hay mejor
regalo que soñar con ilusión;
nada más
enriquecedor que la belleza del corazón.
Aunque no se
pueda, huella se va dejando;
aunque no se
quiera, la vida se nos va pasando;
aunque no se
entienda, el cariño es el mejor regalo;
aunque la
perfección sea, la voluntad va ganando.
Autora: Rosa
Mª Villalta Ballester