Tú y yo nos
buscamos, nos queremos,
dos almas
que se cruzan sin cesar,
en el
pensamiento en la gran batalla,
dos cuerpos
que se unen para amar.
Tú y yo nos
necesitamos, nos hallamos;
nuestro
sello es el son de la verdad;
nuestra
pasión, que intentamos paliar,
nuestros
besos, caricias sin cesar.
Tú y yo nos
tenemos, besos y libertad;
libres del
qué dirán y de qué será;
vivimos
nuestro momento, bien bello;
fusionamos
cuerpos y también edad
Tú y yo nos
susurramos, nos excitamos,
tiempo de
hacer sueños realidad;
nos tocamos,
abrazos, besamos;
sin límites,
sin censuras, sólo amar.
Tus besos
con los míos se confunden,
nuestro
deseo cada vez va a más;
y aun en la
distancia nos añoramos,
y aun en el
tiempo nos vamos dando.
Tú recorres
cada parte de mi cuerpo,
y yo contigo
me dejo siempre llevar,
mas dejamos
aparte los problemas,
mas hallamos
armonía, placer y paz.
Y sí, nos
dejamos llevar, cual un sueño;
nos seguimos
hasta cada intimidad,
y mayor va
siendo nuestro anhelo,
y nuestro
goce, éxtasis, un gran pasar
Y sí, amor,
nuestro roce es un éxito,
nuestro
deseo va siendo nuestro andar;
nuestra
velada es intensa y duradera;
y tú y yo,
gozamos fundiéndonos sin cesar.
Y sí, amor,
nos deseamos, nos amamos,
nuestra
mejor medicina es el amar,
nuestro
elixir es dejarnos llevar,
y juntos,
lograr siempre nuestro gozar.
No nos
dejemos amor mío, no cesemos;
nuestros
cuerpos se buscan sin cesar,
mas tú
deseas mi goce y te afanas,
en lograr
con gran ahínco, con deseo,
que llegue a
ese orgasmo y a mi gozar.
Mas ahora tú
y yo, saciamos nuestra sed;
te hablo mi
amor, llego a tu miembro eréctil;
tú gozas
amor, y yo me dejo llevar;
no importa la hora ni el lugar ni dónde,
importa que
nosotros hallamos nuestra paz.
Tú y yo, nos
apoyamos nos necesitamos;
nos amamos
cada vez más, nos empujamos;
mas importa
amor mío que nos unamos,
mas nuestra
soledad por fin hemos dejado.
Tú y yo,
amor mío, nos descubrimos, nos dejamos,
mas cada vez
es mayor el deseo, el intentarlo;
no importa
amor, nuestro silencio nos acerca,
mas amor
mío, tú y yo, nos saciamos acurrucándonos.
Amor mío, ¡de
qué manera tú y yo nos bastamos!,
recorriendo
nuestros cuerpos intensamente,
tocando,
lamiendo nuestras zonas más íntimas,
y dejándonos
llevar por el goce y la dicha.
Tú y yo buscamos
más allá de nuestra mirada,
nos perdemos
en zonas insospechadas,
¡ay amor, no
deseo perderte, no ceses!,
nuestra
medicina, amor, deseo probar siempre.
Nos
acercamos cada vez más, nos tomamos,
mas ambos
nuestro corazón siempre latente,
busca en ti
esa persona que en silencio siente,
mas ambos,
vibrantes, pasionales y sedientos,
tratamos de
hallar placer y saciar nuestro cuerpo.
Nos
seguimos, buscamos nuestro espacio,
más allá de
la rutina de sólo tocarnos,
y sí, amor,
nos hallamos, conseguimos saciarnos,
pues nos
sentimos amor, estamos amándonos.
Así, recorro
cada parte de tu cuerpo,
con la
intensidad y fuerza del fuego que siento;
mas tú me
recorres con tu lengua, con tus labios,
y me
penetras profundamente y yo voy dejando.
Nos
deseamos, nos conocemos, nos buscamos,
más allá de
un simple beso, piel con piel sudando;
y cercanos
cada vez más en nuestro empeño,
nuestra
pasión va siendo mayor pues nos amamos.
Autora: Rosa
Mª Villalta Ballester