Eres libre
amor, de mirarme o no;
de dejar tus
besos en mis labios,
de llenarte
plenamente de satisfacción.
Puedes
llenarte de mí y yo de ti,
de tus
deseos insatisfechos y sedientos,
de formar
parte de un nosotros sin fin.
Eres libre
amor, de seguir mis pasos,
de alejar
tus manos de mi sexo ansiado,
de acercar
tu aliento al mío tan deseados.
Puedes
alejarte de mí y yo seguiré en ti,
pues el amor
no es algo acabado,
pero sabes
el silencio de mis abrazos.
Eres libre
amor, de fingir sólo latir,
de disimular
tristemente tu gran sentir,
de disfrutar
y paliar tu sed sin salir de mí.
Puedes
perderte conmigo y llegar a salir,
caminar por
sendas prohibidas hasta morir,
saciar
necesidades sin nada dejar por ir.
Eres libre
amor, de paliar tus ansias,
y conseguir
el placer que tanto aplaca;
de recorrer
conmigo tu gran sentir.
Puedes amor
mío, perderte conmigo, sí:
ahora soy
tuya y nada lo va a impedir;
pues ambos
deseamos el placer de vivir.
Eres libre
amor, para tus susurros salir;
para
fundirnos en un solo cuerpo,
y
saciar la sed que tanto te hace sufrir.
Puedes amor
mío, llegar al éxtasis conseguir;
no importa
el momento ni el encuentro,
importa que
tú consigas el amor salir.
Eres libre
amor, dejar tu placer existir;
hacer de tu
cuerpo el mío, un sólo fuego,
para quemar
la tristeza y el deseo.
Podemos
amor, hacer del deseo firmamento,
y nunca
arrepentirnos por nuestros anhelos,
y jamás
soñar sólo sino hacer el amor en silencio.
Eres libre
amor, tú también eres mi sueño;
pero no
importa si te vas, amor, ahora,
pues el amor
es infinitamente inmenso.
Podemos
vagar por la senda del amor sin recelos,
bajo el
manto de la lealtad, confianza y cielo;
más allá de
vivir solamente con un te quiero.
Eres libre
amor, pues en mi corazón no hay aprietos;
tan sólo
fuego, pasión, deseo y una leal esperanza,
de que
alguien por fin apagará la llama que me abrasa.
Podemos
hacer que nuestra voz sean gemidos,
de placer,
de inmensidad y gran amor inmenso;
más allá de
nuestra fuerza, de aquello que demora
Eres libre
amor, pues en mí no deseo esfuerzo;
tan sólo
deseo que mi amor sienta el mismo deseo,
de regar el
alma con mimo, amor y mucho refuerzo.
Podemos
hacer del amor la vida y la vida amor;
hacer del
amor nuestro entrenamiento pasajero,
o hacer de
él nuestro hábito de salud duradero.
Eres libre
amor, pues en mí no hay obsesión;
puedes pues
hacer de mí tu amor y llegar al final,
con calma,
placer e intenso amar que hacer real.
Autora: Rosa
Mª Villalta Ballester