Cierto es que hay diferencias,
que la igualdad sólo es creencia;
que hay soledad en compañía,
y que hay serenidad en armonía.
Hay ricos que belleza no admiran,
y pobres con enorme humanidad;
hay quien habla palabras absurdas,
y otros, que en acciones, dicen más.
No gana más quien primero llega,
sino aquel que el camino sabe valorar;
no triunfa aquel que más se admira,
sino aquel que sabe su alma escuchar.
Mientras haya tantas desigualdades,
como gente que a la boca nada llevar;
mientras surjan lágrimas de tristeza,
por ver morir gente en guerras sin paz,
no puede haber tesoro alguno a hallar.
Entre pobreza y riqueza distancia hay;
pero las personas somos todas igual;
pues no importa etnia ni religión alguna,
que no desee al corazón dicha y paz.
Y no hay idioma ni continente alguno,
que desee oportunidades a todos dar,
mas quizás el principal problema radica,
en que hay primero que el interior saciar.
¡Ojalá la vida no fuera tan dura de llevar,
que cada cual tuviera lo necesario,
para disfrutar con dicha su despertar,
pues el que riqueza monetaria tiene,
puede no hallar su sentido a su caminar;
y que el nada tiene en sus arcas,
no puede con ilusión sus proyectos lograr!
Iguales nacemos y morimos, sí;
pero diferencias hay en su transcurso.
Autora: Rosa Mª Villalta Ballester