Otra vez
cayendo en los mismos errores,
alimentando
esperanzas sin oportunidad,
permitiendo
alojar un mundo de ilusiones,
que, tal
vez, no tendrán ninguna finalidad.
Otra vez pensando
en ese amor deseado,
alejando sentimientos
desde la realidad,
tratando
sanar un corazón nada saciado,
que, con
pena, trata de hallar sinceridad.
Otra vez
sintiendo esas dudas y temores,
despertando temores
ante la inseguridad,
distanciando
confiar en tiempos mejores,
que, sin
duda, son los que darían claridad.
Otra vez naciendo
un presente inacabado,
realizando
actuaciones ante la necesidad,
intentando
salvar obstáculo presentado,
que, con
esfuerzo, da lugar a la facilidad.
Otra vez
salvando dificultades mayores,
ocasionando
destellos de responsabilidad,
proporcionando
poner a la vida colores,
que, ante
ellos, terminaría la debilidad.
Otra vez descubriendo
algo desacertado,
precisando voluntad
ante la inestabilidad,
deseando mejorar
momento ocasionado,
que, en
confianza, puede tener visibilidad.
Otra vez
cuidando sensaciones agradables,
permitiendo
oportunidades de amabilidad,
ocasionando
tener corazón y alma grandes,
que, con
ternura, jamás tendrás debilidad.
Autora: Rosa
Mª Villalta Ballester