Cuando fuistes creado, no te creé como al resto de mi creación, no fuistes uno más, hubo algo especial en ti. Si supieras con cuanta alegría te forme. Ay pequeño mio, mientras te formaba aquel día, mis lágrimas te bañaban, mi rostro te iluminaba y mi unción te perfumaba. ¡Con razón fuistes el más hermoso de toda mi creación! ¿Por qué? Te preguntas. Porque cuando fuistes creado, todo el universo puso los ojos en ti. Los angeles, los querubines, Las aves del cielo, Las bestias del campo, Los seres marinos, Los montes y las estrellas. ¡Tanta admiración! ¡Tanta pasión! Todo esto porque por primera vez en la existencia del universo, una creación mia llevaba por sello ¡mi Imagen y Semejanza!
de la red
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