Desde la soledad y en la ignorancia,
desde el temor a no comprender nada,
ante el vicio de darle a todo importancia,
desde la visión de que todo llega y pasa,
ante la desconfianza y su resonancia,
veo un universo en que la pobreza gana,
un mundo al que pertenezco sin ganancia,
una vida ya pasada sin huella dejada,
una voluntad que ya no tiene constancia.
Y duele sentir una soledad regalada,
y confiar en quien mejor la distancia,
y sanar las heridas de un alma dañada,
y … pasar la vida … desde la infancia.
Y desde el alma una inmensa llamada,
al corazón que cierra ya su instancia.
Y ya, desde la soledad y el silencio,
una vida sin desengaños ni recuerdos.
Rosa Mª Villalta