De la noble estirpe romana de los Valerios, derivan los nombres de Valeriano, Valerio y Valero. Toman el significado del verbo valere, de donde procede también el nombre de Valentín. En todos ellos subyace la idea de valiente, fuerte, eficaz, vigoroso.
San Valero, obispo de Zaragoza, nació en esta ciudad y murió desterrado en Anet (Eure y Loira), el año 315. Su fiesta se celebra el 29 de enero.
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