Comienza este día teniendo todo tu ser
en una íntima comunión con el Señor
y con tu pensamiento puesto en sus palabras:
“Mira: Yo pongo hoy ante ti una bendición
y una maldición. Bendición si obedeces
los mandamientos del Señor, maldición
si desobedeces esos mandamientos
y te apartas del camino que Yo te señalo”.
(Dt 11, 25-28)
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