Querido Dios,
esta mi oración de gracias,
de pedir por los demás,
de alejarme de las penas
y acercarme a la verdad.
Querido Dios,
no creo en ti y lo siento,
lo deseo pero lejano estás,
en un mundo donde intento
ver el bien allá donde no hay.
Querido Dios,
¿acaso crees que no quiero
tenerte como norte y no encallar?
¿acaso es fácil vivir sin creencia,
sin nadie en quien confiar?
Querido Dios,
si existes, dame tu mano;
quizás estés delante y no vea;
pues alguien creó el ser humano
y la naturaleza es algo heredado.
Autora: Rosa Mª Villalta Ballester