Enviado por daniel Seguir
29 Abril 2017, 20:31
Tu boca hecha de amor y de ambrosía, donde bebí de amor el rojo vino, sobre tu rostro pálido y divino una mancha sangrienta parecía.
Yo iba a partir y tú con ansia loca, estrechándote a mí, sensual y ardiente, en un beso juntaste largamente la fiebre de tu boca con mi boca.
Hoy nada me interesa cuanto existe, pero aunque la nostalgia me tortura al recordar tu amor y tu hermosura.
Voy cruzando la vida menos triste, porque llevo en los labios la dulzura
de aquél último beso que me diste.
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