Benidoleig, municipio situado en el norte de la provincia, cuenta con uno de los muchos atractivos turísticos de Alicante. Apenas un millar de habitantes tiene la localidad, a la que tan solo un kilómetro de distancia separa de la Cueva de las Calaveras. Cuidadosamente acondicionada al paso de los turistas, esta cavidad del monte Seguili se extiende a lo largo de 440 metros .
Cuenta la versión oficial que en el siglo XVII una expedición arqueológica halló los restos de doce personas en el interior de la gruta, hecho que dio nombre al lugar. Como no podía ser de otra forma, y dada la ya de por sí escalofriante sucesión de acontecimientos que dio pie al nombre de la cueva, las leyendas urbanas al respecto se suceden.
Una de las más extendidas cuenta que la Cueva de las Calaveras tiene esta oscura nomenclatura por la muerte en su interior de un número mucho más elevado de personas. Se dice que un rey moro huía junto a su séquito de mujeres de Rodrigo Díaz de Vivar, más conocido como el Cid Campeador.
El teléfono rojo que a veces supone la narración de estas historias ha situado la cifra de personas alrededor de 150, un nada desdeñable harén incluso para el más polígamo de los monarcas. El árabe, junto a toda su corte, se habría escondido en Benidoleig del Cid y sus tropas, llegando allí al final de sus días.
Dice la leyenda que las calaveras fueron halladas formando un amplio y siniestro círculo, en el centro del cual se encontraban dos de ellas: la del propio rey y la de su predilecta. Verdad o no, lo seguro es que muchas historias guardan las cavidades de Benidoleig.