Esa flor instantánea
Miedo a perderse ambos, vivir el uno sin el otro: miedo a estar alejados en el viento de la niebla, en los pasos del día, en la luz del relámpago, en cualquier parte. Miedo que les hace abrazarse, unirse en este aire que ahora juntos respiran. Y se buscan y se buscan esa flor instantánea que cuando se consigue se deshace en un soplo y hay que ir a encontrar otras en el jardín umbrío. Miedo; bendito miedo que propicia el deseo la agonía y el rapto, de los que mueren juntos y resucitan luego.
JUANITA
|