Yoga y pérdida de peso...
Entre los múltiples beneficios del yoga, usualmente no se cuenta un efecto en el control de peso, sin embargo, una nueva investigación reveló que también puede ser un excelente aliado en prevenir la ganancia de peso característica de la edad adulta.
Se estima que las personas entre los 45 y 55 años ganan aproximadamente una libra por año. En el estudio realizado por el Centro de Fred Hutchinson de Investigación contra el Cáncer en Seattle, Washington, se encontró que los practicantes regulares de yoga evitan esta ganancia.
Se estudiaron 15,550 adultos entre las edades de 53 y 57 años, encontrándose que los que practicaron yoga regularmente por 4 o más años, aumentaron 3 libras menos que la ganancia esperada en 10 años, en relación con los no practicantes. En personas con sobrepeso los resultados fueron aún más sorprendentes, este grupo no solo evitó la ganancia de peso, sino que perdió peso. Los practicantes de yoga que tenían sobrepeso a los 45 años perdieron un promedio de 5 libras en 10 años, los no practicantes más bien aumentaron en promedio 13.5 libras.
¿La razón?
El grupo de investigadores sugiere varios posibles mecanismos. No es precisamente el número de calorías que se queman durante la práctica, ya que solo prácticas vigorosas permiten quemar suficientes calorías para perder peso. El secreto puede estar en que el yoga promueve un mayor sentido de conexión entre cuerpo y mente, produciendo una mayor conciencia de los sentimientos de saciedad y malestar por abusar de la comida, haciendo que la persona aprenda a regular mejor su consumo de alimentos. Se aprende a reconocer la ansiedad y el estrés por lo que realmente son, en lugar de enmascarar estos sentimientos con la comida.
También se encontró que la práctica de yoga estaba asociada a un consumo de grasa 11% menor y a un consumo de frutas y vegetales 45% mayor con respecto a los que no practican Yoga.
Aparte de la explicación obvia de las calorías que se queman con la práctica de asanas, la otra razón por la cual el Yoga ayuda a perder peso es por la reducción de estrés que promueve. La respuesta al estrés aumenta los niveles de la hormona cortisol, y si no se reduce el estrés, estos niveles se mantienen elevados.
El nivel alto de cortisol estimula seguir comiendo y además asegura que las calorías que se consumieron demás, se conviertan a células de grasa. Y, bajo la influencia del cortisol, esta grasa se acumula en la zona del abdomen, promoviendo la resistencia la insulina, o mejor dicho, el precursor de la diabetes tipo II.
Al combatir el estrés, la Yoga normaliza los niveles de cortisol.
Muchas personas con problemas de sobrepeso tienen poca conciencia de su “hambre” y continúan comiendo cuando ya están satisfechos. Los practicantes de Yoga tienen más conciencia de sus cuerpos y también de sus emociones… ya sea de temor por una postura difícil o soledad que promueve visitas innecesarias al refrigerador. El yoga nos enseña a observar y controlar nuestras emociones; encontrando el equilibrio necesario para vivir sin ansiedad, temor, etc.
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