Introducción a ciudades intraterrenas: Por Sixto Paz Wells
Escrito por Isara Noval
Los seres humanos somos entidades multidimensionales, poseemos siete vehículos o cuerpos
viviendo simultáneamente en un universo de siete dimensiones donde es posible a la vez, la
conexión con nuestra realidad y con otras realidades, las cuales pueden ser universos
paralelos perceptibles a través de los planos de la conciencia (estados vibratorios de sintonía
físico, mental y espiritual), por cuanto todo es vibración.
La vibración nos permite la comunicación, la cual puede ser física, sensorial, mental
(telepática), astral, espiritual o si queremos decirlo de otra manera: interdimensional. Esta
comunicación la podemos establecer con otras personas dentro de nuestra realidad, o
trascendiendo las fronteras de lo establecido con el alma grupal de los animales, con los
elementales de la naturaleza; y por qué no, hasta con aquellos que habiendo desencarnado no
han terminado de trascender ni abandonar los apegos del plano físico.
En éste sentido siempre habremos de recordar que hay cosas que aunque se puedan no se
deben. Al descubrir que somos seres ilimitados, con mayor razón podríamos pensar en
comunicarnos con seres extraterrestres más avanzados que estuviesen visitándonos en
ingenios espaciales de alta tecnología, o, con misteriosos y legendarios seres intraterrestres
remanentes de civilizaciones desaparecidas, ocultos en las profundidades de la corteza
terrestre; o con luminosos e inmateriales seres ultraterrestres a los que se les ha venido
llamando desde tiempos antiguos ángeles o arcángeles.
El propósito de la comunicación es el aprendizaje mutuo. Todos tenemos mucho que compartir
y mucho por aprender, por lo que es bueno y útil permanecer abiertos, sabiendo escuchar,
porque sólo el que sabe escuchar puede aprender y sabrá en su momento trasmitir lo
aprendido. En el Universo nadie es mejor que nadie. Cada quién se encuentra en un distinto
momento de evolución, y a todos nos puede beneficiar la observación de los distintos procesos.
Además, nadie se encuentra realmente aislado del resto, sino que más bien la idea es la
interacción continua y constante. Por ello nadie que sea maestro se puede haber saltado la
etapa del discipulado; y no habrá quien habiendo sido buen discípulo, desperdicie la
oportunidad de crecer aprendiendo a ser buen maestro.
La humanidad se encuentra en la condición de discípulo de la vida. Hoy por hoy todo nos
enseña, todo nos dice algo si sabemos mantener los sentidos despiertos, tanto los físicos como
los internos. El momento actual ha dispuesto la liberación del conocimiento y la accesibilidad
del mismo, con el riesgo de los errores propios de la abundancia de información, mucha de ella
contaminada. Después de una etapa caracterizada por la abundancia de los maestros,
escuelas y organizaciones, hoy por hoy todo apunta al despertar del maestro interno, aquel que
no nos engaña y que nos puede ayudar a discernir e intuir la verdad que hay detrás del
momento actual y de cuanto por allí circula. Esta es una etapa con experiencias insólitas,
encuentros impensados y revelaciones asombrosas, a las que cada uno debe abrirse por sí
mismo tomando la parte que le toca y que está en capacidad de digerir.
En los grupos de contacto hemos continuado recibiendo mensajes de los Guías Extraterrestres,
pero en ellos se nos ha venido insistiendo sobre la necesidad de prepararnos para vivir
contactos con los maestros intraterrestres; contactos propios de la etapa vigente de la Misión
de Contacto. Como estos contactos han sido avalados por experiencias de campo, nos hemos
abierto a éstas experiencias las cuales también se han venido multiplicando en cantidad e
intensidad. Por ello, podemos hablar en éste momento de una conexión intraterrestre. En
cuanto a ésta conexión intraterrestre, sabemos que hace miles de años descendieron en el
desierto del Gobi en la Mongolia, un grupo de treinta y dos seres extraterrestres, de igual
número de civilizaciones diferentes, que se establecieron en una extraordinaria ciudad
subterránea construida a propósito para albergarlos, llamada Shamballa.
Estos seres, que fueron enviados para actuar como Instructores Planetarios de una floreciente
humanidad, llegaron a instancias del Concejo de los 24 Ancianos de la Galaxia o Gobierno de
Sabios Maestros de los planetas evolucionados de la Vía Láctea, para acompañar el proceso
evolutivo del hombre en la Tierra, y para preparar a aquellos que fuesen dignos de ser los
guardianes de los Archivos del Conocimiento Oculto de la Humanidad o de la Verdadera
Historia Planetaria; aquella que nos emparienta con los visitantes de las estrellas.
Llegaría el tiempo en que el conocimiento profundo de nuestro proceso seria necesario que
fuese accesible a todos los seres humanos de buena voluntad, para que quien estuviese
preparado encontrara en él las respuestas necesarias para saber y hacer entender la misión y
el destino colectivo. Aquellos extraterrestres que llegaron y descendieron en Asia establecieron
mas tarde, una red de túneles y galerías que enlazarían a todo el planeta, conectando otras
ciudades que se irían formando después, debido a la dinámica propia del planeta y de las
civilizaciones. En algunas de estas ciudades intraterrenas establecidas en puntos estratégicos
del mundo, se ubicaron unos cristales capaces de retener en este plano a un colectivo de seres
conspiradores que fueron deportados aquí por sus inadecuadas actitudes y mal
comportamiento, y que son conocidos en nuestros Mitos y Leyendas como los Ángeles Caídos.
Los primeros que acompañaron a los visitantes e hicieron uso del mundo intraterrestre, fueron
los sobrevivientes de la civilización atlante, aquella que surgió como consecuencia de la
hibridación de Guardianes y Vigilantes extraterrestres con gente de nuestro mundo. Uno de
esos atlantes que rescató gran parte del conocimiento heredado y lo traslado a buen recaudo,
fue el muy famoso y conocido Thot o Hermes Trimegisto, quien aunque asesoraba a la
cultura egipcia, mantenía un estrecho contacto con “Amenti” (el Intramundo). La cultura atlante
sobrevivió en pueblos como el Nahualt, quienes se decían herederos de la antigua “Aztlan”,
una isla continente allende los mares; sino recordemos la fabulosa ciudad de Tenochtitlan,
construida sobre una isla en el Lago Texcoco en México, llena de canales, que por su similitud
nos hace recordar la capital de la legendaria Atlántida: Poseidonis o Poseidopolis, mencionada
por Platón en sus obras. Durante el largo peregrinaje del pueblo Mexica hacia su tierra
prometida, recorrieron el interior de cavernas donde conectaron con sabios maestros
intraterrenos. En cavernas como las del Cerro Culiacán, recibieron una instrucción muy
especial que los llevaría a conocer y buscar concretar una misión y un destino.
En el ocaso de la civilización maya, una parte significativa de este pueblo escogió marcharse
hacia el mundo intraterrestre, donde habrían permanecido hasta nuestro días haciendo uso de
conocimientos hoy olvidados fuera de esos lugares. También los incas en una de las versiones
de la fundación de su imperio, mencionan a cuatro clanes, llamados los Hermanos Ayar , que
salieron de unas cavernas del Cerro Tamputoco en Pacaritambo (Cuzco), trayendo consigo el
conocimiento y la cultura que habrían recibido de seres de gran sabiduría .
Desde que se estableció el reino intraterreno de “Agartha” cuya capital seria Shamballa,
muchos personas con espíritus elevados de nuestro mundo han sido convocados a
unirse al Gobierno Interno Positivo del Planeta. Los llamados a llegar a estos Retiros o
ciudades intraterrenas pertenecen a muchas religiones, escuelas y filosofías, algunos
incluso poseerían altos rangos jerárquicos a los que obviamente renuncian una vez que
se integran a este reino del universalismo. Precisamente con todos ellos se ha ido
formando lo que se conoce actualmente como “
La Gran Hermandad Blanca de los Retiros Interiores”
o “Gobierno Interno Positivo Planetario”. Algunos permanecen allí aislados y otros,
eventualmente se infiltran en nuestra sociedad para tomarle el pulso a los
acontecimientos, y enlazar a nuevos convocados. La Hermandad Blanca esta formada
por una serie de Hermandades que actúan como equipos de trabajo que cumplen en la
Tierra funciones especificas, como por ejemplo el mantener la luz y el conocimiento a
pesar de todo el esfuerzo de aquellas fuerzas de oposición que permanentemente
conspiran contra la humanidad, destruyendo o desvirtuando sistemáticamente la
información. Otras se encargan de canalizar las energías de todos los grupos que
trabajan comprometidamente en la superficie, dependiendo de la frecuencia vibratoria de
las mismas, entre éstas destaca la Hermandad de Los Siete Rayos, que en la zona del
Lago Titicaca ( Puno-Perú) posee un retiro conocido como “La Abadía”
, y cuyo portal de ingreso seria una gigantesca formación rocosa donde se encuentra
tallada la Puerta de Hayumarka o “El Portal de Aramu Muru”.
Un pórtico inmenso que a manera de puerta ciega resulta un enigma al que no ha sido iniciado
en el conocimiento de las Siete Leyes y Principios Universales. Quien llega a dicho lugar en la
actitud correcta y obedeciendo a un llamado interior, habiéndose purificado y preparado, podrá
no solo abrir el portal utilizando el poder de la palabra o la magia del verbo (los mantrams
adecuados), sino que conectará con los túneles y galerías cercanos, que llevan al sitio preciso
donde será recibido por los maestros.
En las espesas y húmedas selvas del Manu en el Madre de Dios, también en el Perú, se
encuentra otro retiro ubicado precisamente en el Valle de la Luna Azul (Valle de Cosñipata),
llamado “El Paititi” o “El Corazón del Corazón”, cuyo nombre secreto es según los guardianes
de éste retiro: “Quañachoai” ; y en donde los últimos Incas se refugiaron llevando su sabiduría
huyendo de los conquistadores europeos, con la esperanza de que al cabo de quinientos años
de purificación planetaria, tal como decía una profecía conocida como “el Pachacuti ”, todo
volvería a su justo orden y el Inca volvería a gobernar. Paititi es una ciudad construida sobre la
meseta del Pantiacolla. Una montaña donde nace el río Siskibenia, la cual era conocida en el
pasado por los escasos habitantes de la zona, por estar atravesada por insondables túneles
donde vivían los “Paco Pacuris”, quienes eran los Sabios Maestros Guardianes vestidos de
blanco quienes cuidan los registros de la historia del Mundo. A esta ciudad se accedería por el
caudaloso y peligroso río Alto Madre de Dios, siguiendo más adelante por sus afluentes,
desafiando la jungla, y llegando después de varios días al Pongo de Mainiqui o Cañon de
Pusharo, donde sobre un muro vertical de piedra aparecen multitud de petroglifos con
corazones y rostros humanos, los cuales advierten del ingreso en un territorio prohibido,
controlado por la Hermandad Blanca, y donde solo aquel que es capaz de hablar con el
lenguaje del corazón puede entrar y volver vivo.
La mayoría de los exploradores al llegar aquí desiste de continuar por cuanto el lugar prueba
violentamente a quienes sin haberse preparado lo suficiente se acercan, envolviéndolos en
terribles tormentas y fenómenos atmosféricos. Si uno se atreve a continuar desafiando el
estrecho, peligroso y extenso cañón y la espesa jungla, pero sobre todo los propios miedos,
llegará al cabo de tres días al pie de la montaña del Pantiacolla, donde los tres posibles
ingresos a la ciudad son: a través de una oscura y engañosa Laguna cuadrada de aguas
estancadas y profundas, llenas de feroces peces depredadores; o por una intrincada caverna
laberíntica llena de abismos y habitada por jaguares; o por una casi invisible pero resbalosa
cueva dentro de una cascada infestada de anacondas .Dentro de la ciudad hay un templo,
donde se encuentra “El Gran Disco del Sol”, verdadero Portal entre las dimensiones, y que
alguna vez lució su esotérica magnificencia en los muros del Templo del Coricancha en el
Cuzco.
En el Ecuador existe en la Cordillera del Cóndor, una red de túneles que conectan por debajo
toda la selva amazónica, y que han sido poco explorados. La entrada ubicada entre los ríos
Coangos y Santiago es conocida como “La Cueva de los Tayos”. La impresionante caverna
posee dimensiones ciclópeas, pudiéndose apreciar su carácter artificial, sobre todo en
gigantescos salones y cámaras, descomunales dinteles e inmensos muros trabajados. Allí ha
habido quienes después de haber descendido han tenido contacto con esferas luminosas
conocidas como “Caneplas” o “Sincronizadores Magnéticos”, y hasta quienes han podido
observar seres de blanco con estaturas gigantescas. Hoy se habla que dichos túneles se
extienden por más de 16 kilómetros.
En el Brasil existe en la Sierra de Portiaria, en el estado de Goias, el Valle selvático de
Parauna, donde en la superficie se pueden apreciar murallas de hasta cuatro kilómetros de
largo y cuatro metros de altura, de piedras hexagonales basálticas unidas magnéticamente,
que cuidan una zona donde hay pirámides derrumbadas cubiertas por la vegetación algunas de
ellas escalonadas, con entradas a ríos subterráneos que conducirían al mundo intraterrestre.
Igualmente existiría otra entrada similar en la Sierra del Roncador.
En el Uruguay también habrían entradas al intramundo, aunque algunas son definitivamente de
carácter dimensional, como las que se abren ocasionalmente en la Estancia la Aurora, entre
Paysandú y Salto. Otras pero como cavernas, existirían en la Sierra de Minas. En la Estancia la
Aurora , cuyo suelo es rico en cuarzos y cristales diversos, llega a concentrarse cada cierto
tiempo una gran energía la cual colapsa el espacio tiempo abriendo una puerta o ventana
dimensional, a través de la cual los extraterrestres salen con sus naves o se proyectan, y
suelen percibirse en los alrededores seres de luz, o siluetas luminosas con las que se puede
establecer un contacto. Allí no habría un ciudad intraterrena ,pero sí un portal interdimensional
con el que se puede conectar con otra realidad quien ha despertado sus potencialidades y
posee la vibración adecuada .
En la Argentina se ha venido dando en los últimos años un despertar de los centros de energía
y un redescubrimiento de los retiros de la Hermandad Blanca, poniendo al conocimiento público
ciudades intraterrestres con los que la gente esta aprendiendo a vincular . Hoy es muy
conocida y difundida la existencia en la acogedora localidad de Capilla del Monte en Córdoba,
de una leyenda en donde los indígenas Comechingones lograron salvar la vida, huyendo de los
conquistadores europeos , entrando por unas cavernas ubicadas entre el Cerro Sagrado de
Uritorco y la zona cercana de Los Terrones. El lugar se encuentra en una poderosa línea de
energía telúrica , actuando el macizo rocoso del Uritorco como una pirámide natural y colector
cósmico , que alimentaría una ciudad intraterrena llamada “Erks”, la cual ha sido avistada
etéricamente en repetidas ocasiones por lugareños como un conjunto organizado de luces y
estructuras a la distancia. Uno de ellos habría establecido comunicación con los habitantes
intraterrenos, recibiendo el honor de actuar de guardián de su ingreso. Lamentablemente ésta
persona fue asesinada y hoy en la actualidad es uno de sus hijos, quien cumple dicha función.
continua.....