Quien no quisiera andar por la vida recibiendo constantemente elogios, felicitaciones y sin ningún esfuerzo hacer todo exitosamente, siempre teniendo la razón, ser infalibles, bellos y perfectos.

Sensacional para nuestro ego. Pero, esa vida placentera podría estar plagada de mentiras piadosas ó, ¡¡con tantas alabanzas!!, sospecharía de alguna intención gris, que nubla nuestra capacidad para pensar, ¿ocurrirá para mantenernos alejados de la realidad, inmóbiles y sin preguntas? ¿eres un robot?¿te programaron?

De esta manera, sin esfuerzo tanto los padres, maestros e inclusive nuestros gobiernos, nos educan, forman e informan, muchos nos hacen creer que somos los mejores pero en la mayoría de los casos, somos los últimos de la clase, mientras tanto nos distraen con “espejitos de colores” y se adueñan de lo más apreciado, nuestro oro y diamante interno.

Y cuando las cosas se nos tornan difíciles e injustas, no sabemos como resolverlo, no sabemos pensar, mientras tanto perdemos el tiempo en explicar que somos victimas de tiranos, dictadores y personas “malvadas” que por que si, y sin ningún motivo, nos hacen “daños”, que no hay justicia, que todo lo malo viene a nosotros.

Porque?, porque somos un imán que atrae la energía que generamos.

Y muchas veces, perdemos nuestro valioso tiempo y energía, espiando a nuestro alrededor, mientras buscamos a un culpable, para crear y recrear una novela épica y romántica, con un principio y un fin.

En vez de reconocer que somos eternos, reales y amorosos, que fuimos creados para ser plenos. Y que tenemos el poder de la Palabra y la acción del Amor.

Preguntemos, ¿por que venimos a este mundo, desnudos y sin recordar nada?, los bebes para aprenden a depender de un mayor y el mayor aprender a dar, al principio no sabemos como SER hijos, ni como SER padres; pero quiero dejar claro que uno recibe y otro da, hay una correspondencia en ambos sentidos. Podemos hacerlo mal ó bien, dependiendo no del destino, ni de un capricho natural, dependiendo de la experiencia que establecimos antes de reencarnar.

Y al final, que elección hacemos : ¿un maestro complaciente ó uno exigente?; ¿deseas ser pulido y refinado para ser una joya excelente ? ó seguir siendo un diamante en bruto, de forma irregular y con impurezas pegadas? ¿gusano ó mariposa?

Estamos más preocupados en buscar quien tiro la primera piedra, en vez de preguntarnos porque nos tiran piedras ó por que las tiramos. Son las puntas de un mismo ovillo, si tiras mucho lo enredas, si uno es débil el otro fuerte, el resultado puede ser indefinido, porque el fuerte puede cortar el hilo y perder, así que en el juego de la vida, es hacerlo juntos, lo más parejo y al mismo ritmo.

Nos programan para la rutina, para no cambiar, nos encasillan por edad, tamaño, herencia, dinero, barrio, religion, color y hasta por lo que te puedas imaginar. Hasta hacen encuestas, y test, si respondes al 1, 4 y 7 tienes tantos puntos y sumados, entonces eres así. Encasillados en rubros y catálogos, por número, dni, cuil, iva, ganacias y lo que se te ocurra.

Estamos acostumbrados a que nos digan, en vez de decir. Dejar hacer al otro, que hacerlo nosotros. Mejor oír sin entender, que escuchar atentamente para comprender. Ver una película que salir a experimentar con los cinco sentidos y desarrollar más nuestras capacidades. Porque nos educaron para eso. Muchas veces, lo fácil no es lo correcto y lo muy difícil tampoco es conveniente. La autoflagelación y la pereza son caminos opuestos, que muchas veces debemos experimentar, para encontrar, EL CAMINO MEDIO…….(el budismo)…..

Demos gracias aquel Maestro exigente, llamada “vida”, y también gracias a aquel “enemigo” que solo refleja, como un espejo, lo que no ves de ti mismo. Si, gracias a esa experiencia, no deseo que alguien sufra lo que sufrí.

Pero nos harán daño una y mil veces, hasta que cambiemos y no cometamos una y mil veces el mismo error. Nosotros mismos nos encasillamos en nuestra terquedad y capricho, “son como yo quiero que sea” y no como la ley universal es.

Si lo haz pensado, fue hecho y volverá, hasta que rompas el círculo y comiences a elevarte en espiral ascendente.

Ama a tu enemigo, perdónalo, no es como si fuera una forma de actuar, va más allá, es una forma de pensar, una constante autoeducación, en realidad es pensar bien y correctamente.

Pensar con el corazón y sentir con la cabeza.