El cometa Lovejoy pasó a solo 140.000 kilómetros de la superficie solar en la madrugada del viernes, hora española. Las temperaturas en la corona pueden llegar a 2 millones de grados centígrados, por lo que la mayoría de los investigadores esperaban que el cometa se destruyera por completo.
Pero Lovejoy ha demostrado ser más resistente de lo esperado. Imágenes tomadas por la nave Solar Dynamic Observatory (SDO) de la NASA muestran que el objeto de hielo salió de detrás del sol y empezó a adentrarse de nuevo hacia el espacio.