Noche de Reyes
Los zapatos, chiquillo, en la ventana, la carta en ellos, y la alcoba oscura; fría la medianoche se apresura, también la misteriosa caravana.
La luna estalla en incursión temprana, encendiendo de plata la llanura; cuanto la fantasía hoy conjetura, tal vez sea real por la mañana.
Duerme, mi niño; al fondo de tu sueño tu eres el rey y el mago, único dueño del país donde nacen los juguetes.
Al clarear despertará el encanto de esta noche de intriga; mientras tanto, duerme tranquilo, niño, no te inquietes.
Francisco Alvarez Hidalgo
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