Original de
Francisco Álvarez Hidalgo
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- Mira al azul de cielo, idealista,
- que la ilusión nos viene de la altura;
- mira a la tierra, que hay una conquista
- a realizar, por cada desventura;
- mira de frente, con resuelta vista,
- que está sonando ya la hora futura;
- las máscaras lanzadas, al desnudo,
- que la verdad es el mejor escudo.
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China |
- El dragón amarillo ha despertado
- del sueño secular; la flor de loto
- no es ya el adorno de jardín remoto,
- mas un clarín de acento arrebatado.
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- Tú, mujer de sonrisa maniatada,
- de voluntad y mente prisioneras,
- hoy se te amplían todas las fronteras,
- y en tu camino no interfiere nada.
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- Doble cárcel de piel y pensamiento,
- tras los recios barrotes del chador,
- en ignorancia, látigo y temor,
- tu única melodía es tu lamento.
- Alce el puño iracundo la cuchilla
- para rasgar la ignominiosa tela,
- que el alma sólo es libre, sólo vuela
- cuando el miedo, cobarde, se arrodilla.
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Afganistán |
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Africa |
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- Todo el furor de la opresión anida
- en el silencio que tus ojos clava,
- libre por dentro, al exterior esclava,
- arrastrando una vida que no es vida.
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- Oye el tam-tam que llama en lejanía
- a destrozar grilletes y cadenas,
- y que el ardor que corre por tus venas
- forje el amanecer de un nuevo día.
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- Olvidada en poblados miserables,
- con el hambre en el vientre, y la tristeza
- hundiendo el corazón y la cabeza
- como cargas de acero inevitables.
- Ya se te acerca la hora decisiva
- de reencontrar tu dignidad humana,
- cada mujer ha de llamarte hermana,
- y sentirás el gozo de estar viva.
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Indígena americana
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Europa |
- Qué propicio contigo fue el destino,
- llenando casi por completo el vaso;
- sólo llevas un poco de retraso,
- pero avanzando vas por buen camino.
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- Tantas vienen detrás, tantas no pueden
- ni el ritmo mantener ni la esperanza;
- sereno gozo en tu semblante danza,
- y en tus ojos las sombras retroceden.
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- Tensa pasión en su interior, que nace
- del cruce de cien razas, sangre inquieta
- que amotina su impulso, o lo sujeta,
- que exaspera a su amante o lo complace.
- Largo sendero a recorrer; se guía
- por el ritmo en sus pies, y el alborozo;
- de la nostalgia puede ir al sollozo,
- pero en el fondo es pura melodía.
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Hispanoamericana |
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Hindú |
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- Ha conquistado el hambre, y aún le quedan
- castas que fusionar en amalgama;
- sombras del Kama Sutra al Ramayana
- entre su piel y su pensar se enredan.
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- Urdimbre que libera o esclaviza,
- avance y retroceso, espuela y freno,
- pero el futuro se presenta lleno
- más de fuego y de luz, que de ceniza.
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- En dos idiomas, lágrima y mirada,
- comunicas la historia de tu vida;
- soledad de calleja sin salida,
- y desuso extramuros de la almohada.
- En torno a ti se ha levantado un muro
- que no caerá, que debe rebasarse;
- quien solamente logra hoy arrastrarse,
- mañana correrá con pie seguro.
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Árabe |
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USA |
- Triunfal sonrisa, sin color, sin miedo,
- aún sin llegar, mas cerca de la meta;
- dejó el arco hace tiempo la saeta,
- y hacia la diana apunta como un dedo.
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- Qué paisaje irreal, qué incomprensible
- tanta miseria, tanta desventura;
- desde esta luz, esa distancia oscura
- parece más allá de lo posible.
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Mujer
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Seas colega, amiga, esposa, amante,
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en seriedad, silencio, o sonriente,
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seas opaca, oscura o transparente,
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desorientada, junto a mí o distante;
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seas gregaria, rústica, elegante,
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tímida, sosegada, vehemente;
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luzcas bisutería indiferente,
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u ostentosa presumas de diamante;
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esto es la superficie desalada,
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el humo que huye de la llamarada,
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la campana que puede enmudecer.
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Tú eres más, mucho más, eres la herida
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que sangra por el mundo, eres la vida,
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eres sencillamente una mujer.
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