Tu discreción, si en disyuntiva calla, ¿quién, y cómo será, que la interpreta? Se te puede asignar una etiqueta que ofrezca, más que explicación, batalla.
¿Has de callar si el déspota restalla su látigo opresor, o si se agrieta la fábrica social, o la espoleta a punto está de salpicar metralla?
Puede el silencio ser lingote de oro, puede también ser plomo, en deterioro de obras de arte, de vidas inocentes.
Reprimir las ideas en los labios prerrogativa llega a ser de sabios, y hablar, en ciertos casos, de valientes.