PANACEA PARA LOS MALES
Hay una panacea para todo mal — físico o de otra índole — ¡en tanto que la humanidad persista hasta encontrarla! Una de tales “panaceas” es la amada Llama de la Resurrección, la cual, quizás debido a que su actividad es tan obvia y tan persistentemente rítmica, la humanidad casi la pasa por alto al estarle disponible — tanto individual como colectivamente. Esa amada Llama de la Resurrección barre por toda la naturaleza cada primavera, y estremece a la acción dinámica la vida dentro del bulbo y la semilla. Causa que lo que parece haber estado enteramente muerto, se torne de nuevo vibrante y bello.
Lo que esta Llama hace por el Reino de la Naturaleza, también puede hacer (¡y hará!) por nosotros, en tanto cooperemos con Ella como lo hace el Reino de la Naturaleza. ¡Recuerden! Ese Reino es absolutamente obediente a la Presencia y a los comandos de la Llama de la Resurrección, por lo que experimenta la plenitud de su victoria. En el caso del hombre, su renuencia a cooperar de esta manera (ya que tiene uso del libre albedrío) a menudo se interpone en el camino de su recepción de lo que de otra manera fluiría libremente a él.
La utilización de la afirmación del amado Jesús, “YO SOY la Resurrección y la vida” de sea lo que fuere que quieran manifestar una perfección mayor, traerá esa perfección a su uso externo si amorosa y fielmente cooperan con la Ley de esta Llama de la Resurrección.El uso de las palabras “YO SOY” pone esa Llama en acción dinámica doquiera y cuandoquiera que ustedes la dirijan, de manera que utilicen esa afirmación (si desean más suministro, v.g. dinero o cualquier cosa buena ya que, recuerden, dinero no es todo lo que necesitamos) “YO SOY la Resurrección y la vida de mis finanzas (repetir x3) ahora manifestada”. Repitan esta afirmación así durante cinco minutos cada vez, tres veces al día — fielmente durante treinta días. Hagan esto de manera tan sistemática como ingieren sus alimentos — nunca fallan una comida — y verán lo que esa Llama hará por ustedes, aún en ese corto período de tiempo. Recuerde, sólo DIOS es el dador de TODO BIEN y es SU BUENA VOLUNTAD de darles el Reino — ¡así lo dijo el Maestro Jesús! (Lucas 12:32) ¿Les gustaría probar la verdad de esto, tanto para sí como para otros? ¡Pueden hacerlo!
FRANCES K.EKEY
extracto de http://hermandadblanca.org/yo-soy-la-resurreccion-y-la-vida/ |