CENTRO DEL BAZO:
Se empieza por este centro ya que es que tiene la importancia de absorber los glóbulos de vitalidad de la atmósfera, desintegrarlos y distribuirlos cargados de prana a las diversas partes del cuerpo.
Es el tercer centro de energía y consta de 6 rayos, pétalos u ondulaciones.
Los átomos cargados de prana color rosa son la vida del sistema nervioso, es esta parte del prana que una persona puede dar a otra.
La falta de este tipo de prana hace a la persona inquieta e irritable y una persona sana puede proveerlo de este prana e inundar su sistema nervioso para hacerlo sentir bien instantaneamente.
Muchos árboles como el pino y el eucalipto extraen de los glóbulos vitales los mismos elementos pránicos y expulsan los excedentes por lo que son muy benéficos para personas de nervios agotados.
El aura de salud protege a la persona contra las enfermedades mientras se encuentra firme , pero cuando hay debilidad por fatiga, depresiones o por vida irregular, las líneas se doblan y se ponen confusas y las defensas se debilitan.
EL CENTRO DE LA COLUMNA VERTEBRAL.
Es el primer centro de energía o chakra situado en la base de la columna vertebral, posee una fuerza primaria que irradia cuatro rayos.
Este centro manifiesta y utiliza en mayor manera el rayo rojo-naranja activando la generación y mantiene el calor del cuerpo.
EL CENTRO DEL OMBLIGO:
Es el segundo centro o plexo solar.
Recibe una fuerza primaria en diez direcciones.
Con un color dominante en varios tonos de rojo y una porción de verde dando vida a el hígado, los riñones, el intestino y el aparato digestivo.
EL CENTRO DEL CORAZON:
Es el cuarto centro o cardiaco.
Tiene 12 rayos, es de color dorado resplandeciente.
El despertar de este centro dota al hombre del poder de comprender y simpatizar con los sentimientos de otros seres.
EL CENTRO LARINGEO O DE LA GARGANTA:
El quinto centro tiene 16 rayos, pétalos o divisiones.
En su coloración presenta en gran parte azúl pero el efecto general es plateado fulgurante.
Cuando este centro es activado el hombre oye voces, música u otros sonidos no siempre agradables.
En plena actividad hace a la persona clariaudente.
EL CENTRO DEL ENTRECEJO:
El sexto centro tiene 96 rayos.
Una mitad es de coloración rosa con gran cantidad de amarillo, la otra predomina el azul púrpura.
El despertar de este centro hace que la persona empiece a ver objetos, lugares, o gente, al principio se perciben solo paisajes y nubes de colores.
Una vez despierto trae la clarividencia.
EL CENTRO EN LO ALTO DE LA CABEZA:
El séptimo centro.
Para los Hindúes el Loto de los Mil Pétalos.
Su fuerza primaria de radiación es de 960.
Posee un remolino interno con doce ondulaciones.
Una vez despierto es el más resplandeciente de todos, lleno de efectos cromáticos y la porción central es de color blanco fulgurante, inundada de oro en el centro.
El despertar etérico de este centro permite a la persona salir de su cuerpo físico y volver a entrar con plena conciencia.
Tendrá continuidad de conciencia día y noche.
Así como el cuerpo físico consume y descarga materiales,
Así el cuerpo etérico consume material mediante el alimento físico y la absorción de glóbulos de vitalidad.
Por el aliento y los poros de la piel se expelen las partículas blanco azuladas y azules.
Por los órganos excretores inferiores se descargan los átomos de los rayos verde y rojo-naranja.
Por la parte superior de la cabeza salen los rayos azul-oscuro y violeta.
En una persona desarrollada se descargan casi todos los rayos por la parte superior de la cabeza y forman una cascada. Así como por los poros de la piel.
Por la punta de los dedos de los pies y manos la radiación es más fuerte.
|