Bajo la acción de la Ley Oculta - tal cual existiera antes de 1930 –, el chela que deseaba
la Ascensión, se le admitía en un Retiro, después de haber alcanzado cierto grado de
purificación e iluminación.
Allí, se le ponía bajo la supervisión general de un Maestro.
En el Retiro, el chela recibía muy pocas instrucciones. Esto se consideraba necesario,
porque un Maestro es responsable ante la Ley Cósmica de lo que el estudiante hace con la
Instrucción. A menudo, especialmente al principio, al chela se le dejaba sometido al “soplo”
de su propio corazón, en cuanto a cómo debía proceder dentro del Retiro.
A medida que iban transcurriendo los meses y los años, se le enseñaba cómo transmutar su karma, utilizando la Llama Violeta, y se le daba el conocimiento de la Presencia “YO SOY”.
A fin de lograr la auto-maestría, se le pedía al chela que pasaran por muchas pruebas e
iniciaciones. Siendo las iniciaciones de un Retiro bastantes severas, y pocos eran los chelas
que conseguían pasarlas.
La Ley Oculta fue derogada en 1930 por el Ser Cósmico Victory, por lo que los chelas ya
no van más en cuerpo físico a los Retiros. El chela pasa ahora sus iniciaciones –
concernientes a la Ascensión – en el mundo externo, en el día a día.
Un Maestro afirmó en 1952, que en aquel entonces no había ni un solo estudiante de
esta Enseñanza que estuviera calificado para alcanzar la Ascensión bajo las viejas reglas de
la Ley Oculta.
Bajo la dispensación – que luego se bautizó como la “Actividad YO SOY” y “El Puente a la
Libertad” – se dio el conocimiento de la Presencia “YO SOY” y de la Llama Violeta a los
estudiantes, a través de Mensajeros acreditados. Consiguiendo relajar los estándares para
alcanzar la Ascensión. Por lo tanto, hoy en día es mucho más fácil ascender.