Tú decides. El sufrimiento es el resultado de un pensamiento incorrecto, cuando sufres por una situación, es por lo que lo estás viendo incorrectamente.

 Pretender que las cosas sean como nosotros creemos o pensamos, es limitarnos y limitar a los demás. Esto acarrea sufrimiento irremediablemente.

 Acepta el mundo como es, acepta a tus seres queridos como son, no trates de cambiar nada, sólo acepta. Lo primero que hay que hacer es aceptar lo que ocurre, si queremos transmutar lo que ocurre, en presencia del sufrimiento, no te resistas, hay que examinar con mente abierta y la respuesta aparecerá sin falta.

 Aceptar, aprender y cambiar. A cualquier cosa que le pongas atención, crece, retírale la atención y muere.

Todo lo que tienes en tu vida lo has pedido tú. Con tus pensamientos, con tus creencias. No hay nada ajeno a ti. Aprende a utilizar tu mente en tu favor. Tu mente es infinita.

 El momento más idóneo para crear es cuando te despiertas por mañana, programen su vida. Bendice y agradece cada encuentro. Bendice qué tu día esté cubierto, que ya todo te haya sido dado.

Alimenten sus proyectos, creadores de su realidad, creadores de tu vida, sueña muy en grande y déjate sorprender.

 Entrégale al universo, a la consciencia, a la, Fuente, tus sueños, envueltos en amor y a continuación renuncia a los resultados… tú no sabes que es lo que más te conviene, el universo sí.

En realidad sólo buscamos la paz, nada más. Y si pretendemos que las cosas sean como nosotros pensamos, vamos a sufrir, no tendremos paz. Por eso ahora se lo entregamos al universo, donde nadie gana y nadie pierde, todo se ordena y se armoniza.

Rodéate de gente que cree en tus sueños, que te respeta y te acepta tal y como eres, lo cual implica que tú tienes que hacer lo mismo, respetar y aceptar. Cuanta más alegría, felicidad, comprensión, respeto, amor,  compartas más tendrás y antes de que te des cuenta ya se habrá manifestado todo esto en tu vida. Pues es dando como recibimos. Dar y recibir son la misma cosa.

 Ponte  en armonía con lo que eres. Alimenta lo que realmente buscas y quieres continuamente, y deja al universo que actué. El universo no tiene escasez de nada.

 Entrega tu tiempo al universo para que lo administre. La paz es aceptación. Tu único deseo tiene que ser la paz. Lo demás es ilusión. Cuando se está en paz no se necesita nada, uno se siente lleno, pleno… respira, siente y vive. Todo lo comparte, nada teme… Se alegra de todo, en todo se ve el bien en cada situación y cada cosa… No se espera nada, pues si no hay expectativas, nada nos va a desilusionar. Sólo se vive, se contempla, se acepta.