FESTIVAL DE WESSAK 16 DE MAYO 2022
“Siempre que haya un quebrantamiento de la Ley y un surgimiento de la
ilegalidad en todas partes, entonces Yo me manifiesto. Para la salvación de los
justos y la destrucción de los que hacen el mal, para el firme establecimiento
de la Ley Yo vuelvo a nacer edad tras edad”.
Y Cristo vino en
tiempos de desórdenes y de perversidad del Imperio.
Otro ejemplo de una
invocación notable y muy antigua la tenemos en el Gayatri, donde la gente
invoca al Sol con las siguientes palabras:
“Revélanos el rostro del verdadero Sol Espiritual oculto por un disco de
luz dorada, para que conozcamos la verdad y cumplamos con todo nuestro deber
mientras nos encaminamos hacia Tus sagrados pies”.
Agreguemos también a ello las
Cuatro Nobles Verdades enunciadas por Buda, Las Cuatro Nobles Verdades son:
·
La vida es sufrimiento
·
La causa del sufrimiento es el deseo
·
El fin del sufrimiento llega con el
fin del deseo
Hay una senda Los ocho preceptos son:
·
Visión correcta
·
Pensamiento correcto
·
Discurso correcto
·
Acción correcta
·
Forma de vida correcta
·
Esfuerzo correcto
·
Atención consciente correcta
·
Concentración correcta
Sintetizan las causas y fuentes de todas las
dificultades que preocupan a la humanidad. Durante la Dispensación Judía se
hizo una declaración referente a la conducta humana en las palabras de los Diez
Mandamientos; sobre éstos se ha basado la ley humana y también se han fundado
las leyes que rigen las relaciones de los pueblos occidentales.
Luego vino
Cristo y nos dio la ley fundamental del universo, la ley del amor, y también la
oración del Señor (el Padre Nuestro), con su énfasis sobre la Paternidad de
Dios, el advenimiento de Su Reino y el establecimiento de rectas relaciones
humanas.
La humanidad se
encuentra hoy en un peculiar y excepcional punto medio entre un pasado
desventurado y un futuro lleno de promesas, siempre que se reconozca la
reaparición de Cristo y se lleve a cabo la preparación para Su venida.
El presente está lleno de promesas y también de
dificultades; actualmente y en el presente inmediato, la humanidad tiene en sus
manos el destino del mundo – o si puede expresarse así, con toda reverencia –
la actividad inmediata de Cristo.
La agonía de la guerra y la angustia de todo el género
humano condujo al Cristo en 1945, a tomar una gran decisión, manifestada en dos
declaraciones muy importantes. Anunció a la Jerarquía espiritual y a todos Sus
servidores y discípulos en la Tierra, Su decisión de emerger nuevamente,
estableciendo contacto físico con la humanidad, si se llevaban a cabo las
etapas iniciales para el establecimiento de rectas relaciones humanas; luego
dio al mundo (para ser recitadas por el hombre común) una de las más antiguas
plegarias conocidas, pero que hasta ahora sólo se le había permitido utilizarla
a los Seres más excelsos. Se dice que Él Mismo la utilizó por primera vez en
1945 durante la Luna llena de Junio, reconocida como la Luna llena de Cristo,
así como la Luna llena de Mayo, El Festival de Wesak, es la de Buda.
Hoy más que nunca necesitamos recitar 3 veces la Gran
Invocación:
Desde
el punto de Luz en la Mente de Dios
Que afluya luz a las mentes de los hombres;
Que la Luz descienda a la Tierra.
Desde
el punto de Amor en el Corazón de Dios
Que afluya amor a los corazones de los hombres
Que Cristo* retorne a la Tierra.
Desde
el centro donde la Voluntad de Dios es conocida,
Que el propósito guíe a las
pequeñas voluntades de los hombres
El propósito que los Maestros conocen y sirven.
Desde
el centro que llamamos la raza de los hombres,
Que se realice el Plan de Amor y de Luz,
Y selle la puerta donde se halla el mal.
Que la Luz, el Amor y el Poder restablezcan el Plan en
la Tierra
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