Me persiguen Yahweh, buscan mi vida para destruirla.
Sin motivos me acorralan y sin piedad perturban mi alma.
Soy la burla de mis enemigos, me aborrecen Yahweh.
Los que no me quieren buscan mi destrucción,
Se agrupan para hacerme tropezar buscando mi desolación,
Y con alegría festejan mis caídas, porque no me quieren, más buscan mi humillación.
Las fieras se multiplican en contra de mí, son como leones rugientes listos para asecharme.
Cuando esto sucede, desgarradamente yo te busco.
Desde mi silencio llorando suplico que vengas en mi auxilio, cuando ni fuerzas para hablarte me quedan.
Clamo que seas mi socorro y protección,
Que bajo tus alas me guardes,
Que me rescates de esa terrible tiniebla que pretende envolverme,
Que me libres de esas ligaduras de muerte que atormentan mi alma y corazón.
Sálvame Elohim mío y líbrame de mis enemigos.
Despiértate Adonay y proclama mi inocencia,
Proclama tu justicia a los rectos de corazón.
Tú que eres Juez Justo que escudriñas mentes y corazones,
Apóyame en este juicio y quítales el poder a los hombres malvados.
Elohim Yahweh levántate en mi causa y manifiesta tu furia en contra de mis enemigos.
Amado Rey, Príncipe de paz. Desde tu trono ponte de pie.
Reconoce mis méritos conforme a tú misericordia.
Para tu gloria avergüénzalos y túrbalos, enemigos tuyos son,
Porque no eligieron tus caminos, ni tus mandamientos son su delicia.
A ti clamo, en ti espero Adonay mío.
No me he apartado de tu Ley, más es lámpara a mis pies.
Me gozaré siempre en tus estatutos y en tus Mandamientos meditaré,
Nunca me alejaré de tu palabra, más tu consejo aprenderé.
¿De quién temeré?
¡Tú eres mi escudo, mi alto refugio y fortaleza, la roca eterna de mi salvación!