No somos piedras de tropiezos cuando somos luz del mundo. Mat.5:14-15.
Como luz del mundo estamos para iluminar a otros, como luz muchos ojos nos observan.
Tenemos que ser la sal del mundo. La sal purifica, sazona y preserva de la corrupción. Mat.5:13.
Un espíritu arrogante, viene a ser una ocasión de tropiezo tanto para uno mismo, como para los demás. Prov.16:18.
A veces el nombre de Dios es blasfemado por nuestra causa. Rom.2:24. El nombre de Dios es blasfemado cuando no Caminamos como de dia, como hijos de luz. I Tes.5:5.
Cuando amamos a otros, nuestra libertad para hacer ciertas cosas no debiera ser más importante que fortalecer la fe de un hermano o hermana en Cristo. Romanos 14:20,21
lucas 17:1 Jesús dijo a sus discípulos: "No se puede evitar que haya incitaciones al pecado; pero ¡ay del hombre que haga pecar a los demás!
“Mejor le fuera atase una piedra de molino al cuello y lanzarse al mar” equivale a “Quien hiciere tropezar a uno de estos pequeños, deseará morir ahogado en lugar de enfrentarse conmigo”