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De: UnElohimVerdadero  (Mensaje original) Enviado: 28/08/2011 18:06

¿CUALES ERAN LAS ECRITURAS QUE USABAN LOS ALUMNOS DE YESHUA?

Por Erick Vivanco

Aunque parezca lógico para mucho de nuestros lectores más entendidos, quisiera responder a la pregunta que hago en el titulo de este comentario: ¿Cuáles eran las escrituras que usaban los alumnos de Yeshúa? Muchos lectores de la “biblia” no saben que cuando los alumnos directos del Mesías y los alumnos directos de los “apóstoles”; predicaban, enseñaban y leían las escrituras no tenían en su poder lo que hoy se conoce como “el nuevo testamento”, pues no existía.

Habitualmente uno de los pasajes más usados para acreditar la inspiración de las escrituras, incluso la inspiración del “NT”, es el pasaje escrito por el emisario Shaúl (Pablo) a su amigo Timoteo:

“Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste,  sabiendo de quién has aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en el Mesías Yeshúa. Toda la Escritura es inspirada por Elohim, y útil para enseñar,  para redargüir,  para corregir,  para instruir en justicia a fin de que el hombre de Elohim sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra (2Timoteo 3:14-17)

¿Cuáles eran las escrituras que desde niño había aprendido Timoteo? ¿Cuáles eran las escrituras que Shaúl llama inspiradas?

La respuesta es sencilla, esas escrituras son las que hoy reciben el pésimo título de “antiguo testamento”. En nuestro estudio las llamaremos el “TaNak”, palabra hebrea que es un “acrónimo” que sirve para identificar mediante la codificación de estas tres consonantes: “T – N – K”, a los tres grupos de los libros de las sagradas escrituras. Por ejemplo:

La letra “T” corresponde a la letra inicial de la palabra hebrea “Toráh” la cual se componen de los primeros 5 libros de las escrituras, donde YHWH da su santa instrucción a su siervo Moshé. La palabra “Toráh” significa literalmente: “instrucción – enseñanza – guía – camino”

La letra “N” corresponde a la letra inicial de la palabra hebrea “Nevim” que significa “Profetas” se le atribuye a todos los libros que componen la sección de los profetas de Israel.

La letra “K” corresponde a la letra inicial de la palabra hebrea “Ketuvim” y significa “Escritos”. Se le atribuye este título al comprendió de libros restantes de las dos secciones anteriores.

Así el Tanak (La Toráh – Los Profetas – y los Escritos) son las escrituras a las cuales el emisario Shaúl se refiere como “INSPIRADAS” por Elohim útiles para redargüir, enseñar, corregir e instruir en justicia, a fin de que el hombre sea perfecto y enteramente preparado para toda buena obra. Estas son las mismas escrituras hicieron de Timoteo un hombre sabio desde su niñez.

Los escritos de los alumnos de Yeshúa, hoy conocidos con el pésimo título de “Nuevo Testamento” no existían en el siglo 1. Vinieron a formar parte del “canon bíblico” siglos más tarde. Quien haya reunido dicho canon, ya lo sabemos, y es tema para otro comentario. Sin embargo solo diré, que TODOS LOS ESCRITORES del compendio de libros del “NT” son JUDIOS o ISRAELITAS (a excepción del libro de los Hechos de los emisarios, escrito por Lucas, un gentil converso a la fe de Yeshúa) – Todos estos escritores, escribieron sus cartas bajo el contexto de la religión Judia y bajo el contexto del pensamiento hebreo del siglo 1. Por lo cual, interpretar y analizar estos escritos desde otro pensamiento, influenciado y condicionado religiosamente por una influencia gentil, solo nos daría el resultado de un entendimiento incompleto. No se puede leer el “NT” sin tener como base a la Toráh – Los profetas y los Escritos. No podemos entender los escritos de los alumnos de Yeshúa como un compendio de libros y cartas separados de las sagradas escrituras del Tanak. El “NT” está inspirado siempre y cuando respete las ideas elementales de las sagradas escrituras del Tanak. Sin, embargo, todos aquellos versos o “ideas interpretativas” que no armonizan con la Toráh – Los Profetas y Los escritos, no se les debe dar la categoría de inspirados, sobre todo cuando sabemos que “esos versos” son el resultado en muchas ocasiones de “agregados humanos” posteriores a los escritos originales de los alumnos de Yeshúa. (1Juan 5:7 primera parte del verso).

Si volvemos un poco más atrás, veremos que Yeshúa el Mesías aconsejo a sus alumnos a escudriñar el Tanak, pues sabía que esas escrituras inspiradas son las que daban testimonio de él:

“Escudriñad las Escrituras;  porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna;  y ellas son las que dan testimonio de mí” (Juan 5:39)

Y si avanzamos en la historia de Yeshúa recordaremos también la ocasión en que abriendo las escrituras, el Tanak, hizo que el corazón de dos hombres ardiese de emoción:

“Más los ojos de ellos estaban velados,  para que no le conociesen. Y les dijo: ¿Qué pláticas son estas que tenéis entre vosotros mientras camináis, y por qué estáis tristes? (Lucas 24:16-17)

 

¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho! ¿No era necesario que el Mesías padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria? Y comenzando desde Moisés,  y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían. (Lucas 24:25-27)

 

Verso 32 dice: “Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras?”

 

Versos más adelante se nos dice como Yeshúa se reunió con sus alumnos y les volvió a enseñar las escrituras del Tanak:

 

Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé,  estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la Toráh de Moisés, en los profetas y en los salmos. Entonces les abrió el entendimiento,  para que comprendiesen las Escrituras; (Lucas 24:44-45)

 

Así creció el grupo de alumnos de Yeshúa, estudiando las escrituras hebreas y comprobando en ellas el ministerio del Mesías anunciado en ellas por la Toráh, los profetas y los escritos. No podrían haber estudiado otras escrituras, pues eran todos hebreos, y sabían que en ellas hallarían las evidencias inspiradas divinamente para respaldar el ministerio de Yeshúa en su condición de Mesías de Israel.

 

Veamos entonces ahora, las pruebas posteriores a resurrección de Yeshúa que muestran cómo es que los alumnos de Yeshúa usaban el Tanak:

 

“Habiendo zarpado de Pafos, Shaúl (Pablo) y sus compañeros arribaron a Perge de Panfilia; pero Yojanán (Juan), apartándose de ellos, volvió a Jerusalén. Ellos, pasando de Perge, llegaron a Antioquía de Pisidia; y entraron en la sinagoga un día de reposo y se sentaron. Y después de la lectura de la ley y de los profetas, los principales de la sinagoga mandaron a decirles: Varones hermanos, si tenéis alguna palabra de exhortación para el pueblo,  hablad. (Hechos 13:13-15)

 

Seguidamente a estos versos, desde el verso 16 al 21, todo lo que el emisario Shaúl comenzara a predicar será lo que está documentado en las sagradas escrituras, la Toráh, los profetas y los escritos, usando de manera maravillosa las sagradas escrituras demostrando que Yeshúa es el Mesías.

 

Veamos otro pasaje:

 

“Por lo cual yo juzgo que no se inquiete a los gentiles que se convierten a Elohim, sino que se les escriba que se aparten de las contaminaciones de los ídolos, de fornicación, de ahogado y de sangre. Porque Moisés desde tiempos antiguos tiene en cada ciudad quien lo predique en las sinagogas,  donde es leído cada día de reposo. (Hechos 15:19-21)

 

La decisión final de la polémica descrita en el capítulo 15 de Hechos ha sido mal comprendida durante siglos, pasando por alto la última frase del verso 21, que contiene una afirmación muy hebrea. Supuestamente los gentiles solo deben aplicarse a estas básicas reglas (que por cierto son exigencias de la Toráh) para alcanzar la “salvación”, nada de Toráh, nada de los profetas, solo “creer” en Yeshúa. Sin embargo aquí el asunto es otro, los gentiles no solo pretenderán alcanzar la “salvación o la inmortalidad del alma”, sino que el ingreso al pueblo escogido: Israel. ¿Cómo lo harían? Algunos gentiles que se habían convertido al Judaísmo, mediante las exigencias de la religión Judia del siglo 1, que habían “creído” en la Mesianidad de Yeshúa, pedían; que al igual que ellos, los gentiles que se convertían a Elohim, se circuncidaran, conforme al “rito” de Moshé (es decir; según la tradición hebrea de la circuncisión – esa era la demanda real de los Judíos prosélitos). La resolución final de los alumnos de Yeshúa, presididos por Shimón Kefa (Pedro) y por Yaácov (Santiago) fue totalmente apegada a la Toráh:

 

Se define que NO SE INQUIETE a los gentiles. Es decir que no se les exija la circuncisión, (conforme al rito de Moshé) ni otras “leyes” de la “Halája” judía (reglas interpretativas de la Toráh) mientras estos gentiles tengan quien les predique a MOSHE, (hebraísmo que hace referencia directa a la Toráh) cada Shabbát en las sinagogas. En otras palabras, no se les obligue a los gentiles a hacer cosas que no comprenden aun. Mientras tanto vayan cada día de reposo (Shabbát) a las sinagogas (no existían los edificios llamados “iglesias”),  y ahí se les enseñara la Toráh y podrán entender y aplicar los que deben aplicar de la Toráh, los profetas y los escritos.

 

Como podemos ver, las sagradas escrituras son TRASCENDENTES en la conversión de los gentiles al Elohim de Israel. Qué curioso que lo que hoy en día los gentiles creyentes en Yeshúa como Mesías, menos sepan es acerca de las sagradas escrituras hebras.

 

Pero veamos otros ejemplos:

 

“Y Shaúl (Pablo), como acostumbraba, fue a ellos, y por tres días de reposo discutió con ellos, declarando y exponiendo por medio de las Escrituras, que era necesario que el Mesías padeciese, y resucitase de los muertos; y que Yeshúa, a quien yo os anuncio, decía él, es el Mesías (Hechos 17:2-3)

 

¿Qué era los que Shaúl usaba para demostrar que Yeshúa era el Mesías? ¡Las Sagradas Escrituras de la Toráh, Los Profetas y Los Escritos! Versos más adelante leemos como fue que respondieron los que oían el mensaje del emisario Shaúl:

“Inmediatamente,  los hermanos enviaron de noche a Pablo y a Silas hasta Berea. Y ellos,  habiendo llegado, entraron en la sinagoga de los judíos. Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica,  pues recibieron la palabra con toda solicitud,  escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así. (Hechos 17:10-11)

 

¿Qué cosa era lo que los Judíos de Berea escudriñaban para comprobar si las palabras de Shaúl eran ciertas? ¡Las sagradas escrituras de la Torah, Los Profetas y los demás escritos!

Unos últimos ejemplos para terminar:

“Llegó entonces a Efeso un judío llamado Apolos, natural de Alejandría, varón elocuente, poderoso en las Escrituras. Este había sido instruido en el camino del Señor; y siendo de espíritu fervoroso, hablaba y enseñaba diligentemente lo concerniente al Señor, aunque solamente conocía el bautismo de Juan. (Hechos 18:24-25) “porque con gran vehemencia refutaba públicamente a los judíos, demostrando por las Escrituras que Yeshúa era el Mesías (Hechos 18:28).

 

Para los alumnos de Yeshúa, las sagradas escrituras, es decir la Toráh, Los Profetas y los escritos eran la fuente de inspiración divina que acreditaba la Mesianidad de Yeshúa, y el cumplimiento de las profecías relacionadas con la restauración del reino de YHWH, por medio de Israel y el ingreso de los “gentiles” al pueblo elegido a través de la fe obediente en el Mesías Yeshúa.

Según Shaúl las Sagradas escrituras son para nuestra enseñanza y nuestra edificación:

Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron,  a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras,  tengamos esperanza. (Romanos 15:4)

 

Para Shaúl el estudio de las sagradas era IMPORTANTISIMO, tan elemental que pidió a su amigo Timoteo no olvidar llevarles los PERGAMINOS DE LA TORAH que el estudiaba:

“Trae, cuando vengas, el talit (manto de oración hebreo) que dejé en Troas en casa de Carpo, y los libros,  mayormente los pergaminos (2Timoteo 4:13).

 

Contrario a esto, hoy leemos y oímos que lo único que un “cristiano” debe manejar y saber es el “nuevo testamento” ignorando que los primeros creyentes y alumnos directos de Yeshúa y sus emisarios eran todos unos ACERRIMOS ESTUDIANTES DEL TANAK. Sí estudiantes celosos de la Toráh, Los Profetas y Los escritos, a los cuales hoy se les llama pesimamente “antiguo testamento”.

“¡A la Toráh y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido. (Isaías 8:20)

 

Shalom en el Mesías.



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