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General: AHORA LO ENTIENDEN...
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De: concursante (Mensaje original) |
Enviado: 23/07/2011 16:19 |
Un día caminaba por una calle de la ciudad de Coro y vi a un perro tirado en plena vía sin poder moverse. Estaba herido, un carro lo había atropellado y tenía rotas las dos patas traseras, los vehículos le pasaban muy de cerca y mi temor era que lo mataran porque era imposible que él solo pudiera levantarse.
Vi allí una gran oportunidad para hacer la 'Buena Acción' y como buen Scout detuve el tráfico, me dispuse a rescatar al perro herido y ponerlo a salvo para entablillarle las patas. Yo nunca había entablillado a nadie pero el 'Manual Scout' decía cómo hacerlo. Con mucho amor y entrega me acerqué, lo agarré pero me clavó los dientes en las manos. Inmediatamente me llevaron a la Sanidad y me inyectaron contra la rabia, aunque la rabia por la mordida no se me quitó con la vacuna.
Durante mucho tiempo no entendí por qué el perro me había mordido si yo sólo quería salvarlo y no hacerle daño, no sé que pasó y no me lo pude explicar. Yo quería ser su amigo, es más, pensaba curarlo, bañarlo, dejarlo para mí y cuidarlo mucho. Esta fue la primera decepción que sufrí por intentar hacer el bien, no lo comprendí. Que alguien haga daño al que lo maltrata es tolerable, pero que trate mal a quien lo quiera ayudar no es aceptable.
Pasaron muchos años hasta que vi claro que el perro no me mordió, quien me mordió fue su herida; ahora si lo entiendo perfectamente.
Cuando alguien está mal, no tiene paz, está herido del alma y si recibe amor o buen trato: ¡Muerde! Pero él no hunde sus dientes, es su herida la que los clava.
Comprende el malestar de las personas que te rodean. Cuando alguien te grita, te ofende, te critica o te hace daño no lo hace porque te quiere mal sino porque está herido, está herido del alma, se siente mal o algo malo está pasando por su vida. No te defiendas ni lo critiques, mas bien compréndelo, acéptalo y ayúdalo.
Ahora lo entiendo. |
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Textos Bíblicos
Mateo 5:44
Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen
Mateo 6:14
Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial.
Salmo 37:8
Déjate de la ira, y depón el enojo: No te excites en manera alguna á hacer lo malo.
Salmo 86:15
Mas tú, Señor, Dios misericordioso y clemente, Lento para la ira, y grande en misericordia y verdad;
INTRODUCCION
Un joven estudiante le pregunto al sabio maestro:
¿Qué debo hacer para no enojarme?
Algunas personas hablan demasiado, otras son ignorantes, otras metiches y chismosas. Algunas son indiferentes. Siento odio por aquellas que son mentirosas y sufro con aquellas que calumnian.
- ¡Pues, vive como las flores!, advirtió el sabio maestro.
- Y ¿cómo es vivir como las flores?
Preguntó el joven alumno.
- Pon atención, observa cuidadosamente a esas flores continuó el sabio maestro anciano, señalando unos lirios que crecían en el jardín.
Y agrega: ellas nacen en el estiércol apestoso, sin embargo son puras y perfumadas.
Extraen del abono maloliente todo aquello que les es útil, saludable y productivo, pero no permiten que lo agrio y putrefacto de la tierra lodosa manche y le robe la frescura y el rico aroma de sus pétalos.
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Ejercite pues, la virtud de rechazar todo el mal que viene desde afuera y perfume la vida de los demás haciendo el bien.
Esto, es vivir como las flores.
1.- MANDAMIENTOS DE DIOS:
- Amad a vuestros enemigos.
No es fácil amar a los que nos ofenden, a
los que nos insultan, sin embargo, debe-
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mos olvidar todos los resentimientos,
hacer el esfuerzo, hacer todo lo posible. y
- Bendecid a los que os maldicen, pero no
hacerlo por compromiso, es hacerlo por el
amor que Dios prodigó nuestro corazón
- haced bien a los que os aborrecen,
- y orad por los que os ultrajan y os persi-
guen.
Mateo 5:44
2.- PROMESAS DE LA OBEDIENCIA
- Porque si perdonáis a los hombres sus
ofensas, os perdonará también a voso-
tros vuestro Padre celestial.
- Dios cumple sus promesas, tenemos un Dios de amor, un Dios maravilloso
- No deben estar e nuestros pensamien- tos, ni en nuestro corazón, la frase. Yo perdono, pero no olvido.
- Antes de orar, perdonemos.
Mateo 6:14
3.- ¿QUE DEBEMOS HACER?
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3.- ¿QUE DEBEMOS HACER?
- Dejar la ira,
- Deponer el enojo:
- Dejar el enojo, abandonar la furia; dejar el
enojo porque eso empeora las cosas
- La violencia engendra violencia.
- Evitar discusiones, si no sabemos discutir
si no sabemos controlar nuestras emosio-
nes, si no tenemos argumentos, si no
sabemos reconocer cuando los demás les
asiste la razón
- Ceder la razón a quien la tiene.
- No imponer nuestra opinión no pensar que
los demás no saben.
- Aprender a escuchar antes de hablar
Antes de hablar, escuchemos
- Antes de criticar, esperemos.
- Los pleitos de unos provocan las grandes y
horrorosas guerras
- No se exciten en manera alguna á hacer lo
malo.
4.- RECONOCIMIENTO:
Si somos hijos de Dios, demos actuar como las flores.
Es justo angustiarse con las propias culpas, pero no es sabio ni inteligente permitir que los vicios de los demás le incomoden, le molesten o nos molesten.
Los defectos o culpas de ellos, son de ellos y no Ud. o nuestros Y si no son de Ud. o nuestros, no hay ningún motivo, ninguna razón para molestarse.
Ejercite o ejercitemos pues, la virtud de rechazar todo el mal que viene desde afuera y perfume la vida de los demás haciendo el bien, como viven o lo hacen las flores.
Que podamos decir: he aprendido…que ser bondadoso es más importante que tener la razón
Que todos con los que te encuentras se merecen que los recibas con una sonrisa.
Mas tú, Señor, Dios misericordioso y clemente, lento para la ira, y grande en misericordia y verdad;
Salmo 86:15
Saludos |
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De: la tica |
Enviado: 30/07/2011 06:54 |
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Nada me puede separar del Amor de Dios.
Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Salvador nuestro. — Romanos 8:38-39
Observa cómo la Biblia dice que el amor de Dios está en Jesucristo (Romanos 8:38-39). Jesús es la expresión tangible del amor de Dios en la misma manera que Él es la representación exacta de todo lo que es verdadero de Dios mismo
El amor define la naturaleza de Dios y Sus motivos. El amor es una parte inseparable
de todo lo que Él es.
Dios envió a Su Hijo (amor) al mundo. Quienquiera que le dé la bienvenida a Su Hijo recibe Su amor. Así que si alguna vez esta pregunta surge en su corazón:
“¿Puede Dios amarme y quiere relacionarse conmigo (todavía) después de lo que hice?
Formúlese otra pregunta:
“¿Le doy yo la bienvenida a YESHUA en mi corazón (todavía)?”
Ambas preguntas tienen la misma respuesta.
Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Col. 1:15
Él es el resplandor de su gloria y la expresión exacta de su naturaleza, y sostiene todas las cosas por la palabra de su poder. — Hebreos 1:3
Cuando Dios envió a Su Hijo, Yeshua, al mundo, Su invitación fue clara: “Los amo a cada uno de ustedes y quiero relacionarme con ustedes para siempre. Reciban Mi amor.
La sencilla y triste verdad es que la mayoría de las personas no aceptó, y no acepta, la invitación de Dios. Encarnando el amor de Dios, Yeshua vino precisamente a las personas que habían sido creadas por el amor de Dios; sin embargo, la mayoría de esas personas lo rechazó (Juan 1:11).
Decidieron no identificarse con Él porque Su presencia proyecta luz sobre las cosas malas que estaban haciendo y diciendo. Optaron por quedarse en la oscuridad, lejos de Dios y de Su amor por ellos (Juan 3:19-20).
Como estamos viendo, el amor de Dios no es una emoción pasiva e incorporada. Aunque Él piensa en nosotros todo el tiempo, no sólo piensa en nosotros. Nuestra cultura nos enseña que el amor es, más que nada, un sentimiento interno; uno que ocasionalmente se manifiesta haciendo algo por quien amamos.
El amor verdadero, el amor ágape, es más que un sentimiento; es una forma de ser hacia los demás, una disposición, un conjunto de comportamientos, una manera de relacionarse con las personas. Éste actúa y toma la iniciativa.
El amor de Dios da, se extiende y activamente se nos ofrece a ti y a mí. A cambio, nuestro amor debe recibir, abrazar y aceptar activamente Su amor. Él inicia; nosotros respondemos. Él ama; nosotros recibimos ese amor. Esto puede parecer un asunto de poca importancia pero es una de las verdades más significativas que aprenderás.
Esto explica por qué debemos recibir intencionalmente a Jesucristo en nuestro corazón y darle la bienvenida a nuestra vida.
Hoy..Se por lo tanto que nada ni nadie me puede separar de ese amor.
Señor, Gracias por amarme en este día de esa manera. Quiero responderte con ese mismo amor. Amén.
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9 Luego se dijeron unos a otros:
-No estamos haciendo bien. Hoy es día de buenas nuevas, y nosotros estamos callados. Si esperamos hasta la luz de la mañana, nos alcanzará la maldad. Ahora pues, vayamos, entremos y demos la noticia …2reyes 7
Que nos da el derecho de hablar?
4 Te requiero delante de Dios y de Yeshua, quien ha de juzgar a los vivos y a los muertos, tanto por su manifestación como por su reino: 2 Predica la palabra; mantente dispuesto a tiempo y fuera de tiempo; convence, reprende y exhorta con toda paciencia y enseñanza. 3 Porque vendrá el tiempo cuando no soportarán la sana doctrina; más bien, teniendo comezón de oír, amontonarán para sí maestros conforme a sus propias pasiones, 4 y a la vez que apartarán sus oídos de la verdad, se volverán a las fábulas.(Como los disp.. de TM) 5 Pero tú, sé sobrio en todo; soporta las aflicciones; haz obra de evangelista; cumple tu ministerio. (2 Timoteo …)
Imaginemos un suceso: De un techo se escapa un pequeño humo que, cada minuto, se vuelve más espeso e inquietante. Los transeúntes se detienen, perplejos. De repente un hombre sale del grupo, se abalanza hacia la casa, abre la puerta de entrada y grita: «¿Hay alguien en la casa?» No hay respuesta. Sin embargo, él oye el sonido de la televisión. Entonces va de habitación en habitación. En el primer piso halla tres niños sentados ante la pantalla, apasionados por una película. Desconecta la tele, se lleva a los chicos afuera y da la voz de alerta.
Este relato plantea un problema: ¿Quién le da el derecho a ese hombre de entrar en una casa desconocida? El hecho de saber que dentro de algunos minutos todo podría ser reducido a cenizas y que vidas humanas están en peligro.
Creyentes, a menudo tenemos muchos escrúpulos para testificar de nuestra fe a los que nos rodean. Consideramos que se debe ser cortés, reservado, amable al punto de no decir nada. Olvidamos que a nuestro alrededor hay personas que están en peligro respecto a su porvenir eterno, y que el juicio de Dios va a caer sobre este mundo, el cual será destruido. Tenemos un mensaje muy importante y urgente que darles: “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo” (Hechos 16:31). Esto nos da el derecho de hablar del Señor a las personas, aunque se molesten por ello.
Pues la orden es: 19 Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándoles en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, 20 y enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado. Y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo."
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Quienes son los que se molestan?, Los lideres, estos son los únicos que se molestan cuando algún intruso sin presentarse propone algo nuevo, y su molestia es por el temor a que se descubra lo oculto.
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El Llamado a la Fidelidad
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