Si bien existen escrituras que hacen referencia a los textos sagrados, pero hay que tener en cuenta, que muchas escrituras no son confiables, en el sentido que han sido distorsionadas conforme al Hebreo Moderno y no de acuerdo al Hebreo Arcaico y Paleo Hebreo. En Primer lugar, el Sagrado Nombre fue profanado por la casa de Judá con puntos diacríticos, que hicieron errar a los lectores con un nombre falso (Jehová) y con el mismo hebreo moderno también sacaron el errado nombre de Yahveh (Yahvé). Cual fue la verdadera intensión:
Los eruditos judíos estando conciente de lo que había hecho la casa de Judá con Iesucristo, y lejos de no querer pronunciar el Sagrado Nombre para no tomarlo en vano y para no blasfemarlo, sabían que habían crucificado nada más y nada menos al creador de todas las cosas, y pretendieron ocultarlo por temor a represalias por parte de los gentiles que se sentirían indignados. Debido a esto el Nombre de Dios fue transliterado al Idioma Hebreo Moderno como Jehová y Yahvé, cuando a la verdad es IEVÉ, de donde se desprende IESHVÉ (Iesué) comúnmente “Jesús”.
Lo cierto es que IESHVÉ (Iesué) comúnmente “Jesús”, es el Salvador de toda la humanidad, y su Bendito Nombre al Igual que el Sagrado Nombre IEVÉ, ha sido Transliterado con el Idioma Hebreo Moderno como Yahshúa, y todo esto ocurrió desde que los masoretas inventaron los signos diacríticos o madres de lecturas.
Véase también:
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Templo de Shalom (La Transliteración del Nombre)
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Nueva Enciclopedia funk (tomo 14 pág. 181)
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La Biblia de Estudio Mundo Hispano (En la introducción al libro de Éxodo, en el contenido de la pág. 180).
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Enciclopedia Judía Vol. 7, Pág. 680
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Enciclopedia Británica 15a edición, vol. X, Pág. 786.
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Prefacio de la Biblia Versión Estándar Revisada. Págs. 6-7.
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Enciclopedia Judía (Págs. 24-25).
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Libro Santificado sea su Nombre (Págs. 16-20).
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Prefacio de la Biblia La Traducción del Nuevo Mundo de las Escrituras Griegas Cristianas (Pág. 24).
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El Diccionario Enciclopédico de la Religión pág. 1886.
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Diccionario de la Biblia (págs. 601-602).
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Nuevo Diccionario Internacional de la Iglesia Cristiana (pág. 531).