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General: "¿COMO SERA LA VIDA EN LA FUTURA FAMILIA DE YAHWEH ELOJIM?
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El gran propósito de Yahweh Elojim para crear a la humanidad es verdaderamente inspirador y asombroso, amados hermanos míos y de Yahushua. Debemos darnos cuenta de que este objetivo no fue planificado sólo para la humanidad en un sentido general, sino que está dirigido a usted personalmente.
Yahweh, el Elojim Creador y Padre espiritual Nuestro, quiere enaltecerlo a usted, como individuo llamado por El a Su gloriosa Verdad, para que comparta la vida eterna y divina con él y con todos sus hijos. Si el Eterno de Israel está abriendo su mente al increíble potencial para el cual lo creó, es porque lo está invitando a ser parte de los pioneros de su plan para la humanidad---porque El no hace NADA sin un propósito---y lo hace para que sea desde ahora su hijo o hija espiritual, como un adelanto de la gloria plena que le será concedida a la resurrección de los muertos, cuando Yahushua el Mesías regrese.
¿Quiénes son, entonces, los hijos de Elojim en los tiempos actuales? ¿Quiénes serán parte de la familia espiritual e inmortal de Yahweh Elojim?
¿Cómo puede usted o cualquiera de nosotros aspirar a tan maravilloso porvenir? ¿Y cómo será la vida cuando seamos finalmente promovidos a una existencia glorificada?
Algunos de Ustedes se preguntarán cómo integrarse a la familia de Yahweh. La Sagrada Escritura explica que quienes sean incorporados a la familia inmortal de Yahweh primero tienen que retornar a los pactos y la Ley, y aceptar hacerlo mediante Su Hijo Yahushua. En otras palabras, hay que hacer teshuvá---arrepentirse sinceramente de sus pecados---ser bautizados por inmersión, y recibir el don del Espíritu Ja Kodesh de Yahweh (Hechos 2:38).
Después de recibir el Espíritu Santo, pasan a ser injertados o re-insertados en el olivo llamado Israel que Yahushua dirige. En otras palabras. a ser miembros convertidos del cuerpo espiritual de Yahushua (1 Corintios 12:12-13), esto es, su Kejilah del Pacto Renovado (Colosenses 1:24). Esperan así la resurrección al retorno de Yahushua, cuando les será otorgada la inmortalidad (1 Corintios 15:51-54).
Recibir el Espíritu Santo de Yahweh es esencial para la conversión. El apóstol Pablo/Shaul afirma claramente que uno debe recibir el Ruaj Ja Kodesh para llegar a ser parte de la familia de Yahweh Elojim y de la Kejilah o VERDADERA Asamblea/Iglesia: “Y si alguno no tiene el Ruaj de Yahushua Ja Mashiaj, no es de él” (Romanos 8:9).
¿Por qué no pueden ser parte del pueblo de Yahweh quienes no tienen su Espíritu?
Porque, como explica Pablo en la misma epístola, “todos los que son guiados por el Espíritu de Yahweh, éstos son hijos de Yahweh” (v. 14). Pablo esclarece la relación entre el Espíritu de Yahweh y la salvación: “Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Yahushua mora en vosotros, el que levantó de los muertos al Mashiaj Yahushua vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros” (v. 11).
Únicamente aquellos que tengan el Espíritu de Yahweh heredarán la vida eterna. Más aún, es mediante el Espíritu que somos engendrados a vida espiritual, como vimos anteriormente.
¿Cómo, entonces, puede usted, amado hermano o hermana, recibir el Ruaj o Espíritu de Yahweh? El apóstol Shaul una vez mas lo explicó así: “Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Yahushua Ja Mashiaj para perdón de los pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo” (Hechos 2:38). (El verdadero arrepentimiento y el bautismo o inmersión, que abren el camino para ingresar a la familia de Yahweh, son explicados en detalle en nuestros mensajes separados.
Por lo tanto, los hijos de Yahweh son aquellos que son guiados por Yahweh mediante su Espíritu. El Santo Ruaj de Yahweh es el poder y la presencia de Yahweh trabajando dentro de ellos (vea 2 Timoteo 1:6; Salmo 51:11; Filipenses 2:13). Quienes reciben el Espíritu Kodesh son considerados como hijos de Elojim incluso en esta vida presente.
“Amados, ahora somos hijos de Yahweh . . . Y todo aquel que tiene esta esperanza en El, se purifica (se hace kodesh) a sí mismo, así como El es puro (kodesh)” (1 Juan 3:2-3).
Sin embargo, amados hermanos y hermanas, lo que ahora somos no es nada comparado con lo que habremos de ser cuando Nuestro Amo y Soberano Yahushua Ja Mashiaj regrese. En ese momento, los hijos fieles de Yahweh Elojim serán resucitados de la carne y sangre física a un espíritu inmortal, para que puedan compartir la eternidad con él en su mismo plano existencial.
Como podrán vislumbrar desde ahora, nos espera un futuro incomparable! El apóstol Pablo describe la prodigiosa transformación que tendrá lugar cuando los muertos sean resucitados:
“Hay cuerpos celestes y cuerpos terrestres; pero el esplendor de los cuerpos celestes es uno, y el de los cuerpos terrestres es otro. Uno es el esplendor del sol, otro el de la luna y otro el de las estrellas. Cada estrella tiene su propio brillo.
“Así sucederá también con la resurrección de los muertos. Lo que se siembra en corrupción, resucita en incorrupción; lo que se siembra en oprobio, resucita en gloria; lo que se siembra en debilidad, resucita en poder; se siembra un cuerpo natural, resucita un cuerpo espiritual. Si hay un cuerpo natural, también hay un cuerpo espiritual” (1 Corintios 15:40-44, NVI).
Estos pasajes nos describen un cambio por demás asombroso, a un esplendor y majestad que para nosotros es casi imposible concebir.. Por ello es que Pablo dice,
“tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse” (Romanos 8:18; vea también 2 Corintios 4:16-18).
¿Alcanza Usted a captar este maravilloso panorama? Ser resucitado en la familia de Yahweh como hijo mismo de Yahweh, una parte de su propia familia, es algo tan magnífico, que es inútil compararlo con cualquier otra cosa que hayamos conocido. Ni todas las pruebas, problemas y sufrimientos de esta vida podrían asemejarse siquiera al invaluable regalo de la vida eterna, como hijos glorificados de Yahweh en plena semejanza del Padre y de Yahushua. Ese increíble futuro es el propósito de esta vida. Es por eso que usted nació. No es extraño que Pablo haya exclamado,
“Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Yahweh” (Romanos 8:19).
Analicemos mejor nuestro papel en el Reino de Yahweh. El maravilloso mundo de mañana será instaurado e inaugurado al retorno de Yahushua Ja Mashiaj, quien gobernará como Rey de Reyes y Soberano de Soberanos (Apocalipsis 19:16).
Cada reino, potencia y gobierno será subordinado bajo su gobierno divino (Apocalipsis 11:15). Él establecerá el Reino de Eterna Paz y Justicia de Yahweh sobre la tierra. Este fue el meollo de Su mensaje: el evangelio, o las buenas nuevas, que él predicó (Marcos 1:14- 15).
Los hijos e hijas de Yahweh que hayan sido fieles a él van a compartir el gobierno de Yahushua Ja Mashiaj. Fíjese en la promesa que Yahushua hizo: “Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono” (Apocalipsis 3:21).
Aquellos que perseveren, recibirán autoridad como reyes y sacerdotes de Yahweh en aquel reino (Apocalipsis 1:5-6). Este deslumbrante futuro fue profetizado con anterioridad en el Tanankj o Antiguo Pacto. Por ejemplo, tan temprano como para tiempos de Daniel, el profeta tuvo una visión del Mashiaj recibiendo su reino de manos de Yahweh el Padre:
“Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre [Yahushua], que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido”.
“Y que el reino, y el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es reino eterno, y todos los dominios le servirán y obedecerán” (Daniel 7:13-14, 27).
Nuevamente, “los santos del Altísimo”—es decir, los "kodeshim de Elojim" que han sido santificados o separados como algo kodesh, es decir, todos los verdaderos seguidores de Yahweh—serán reyes y gobernantes con Yahushua Ja Mashiaj.
Este reino divino compartido, que administrará las naciones físicas de la tierra, obviamente tendrá una estructura administrativa jerárquica.
Por ejemplo, se nos dice que el rey David servirá nuevamente como gobernante sobre todo Israel, mientras que los doce apóstoles de Yahushua Ja Mashiaj recibirán autoridad para gobernar individualmente sobre las 12 tribus de Israel (Jeremías 30:9; Ezequiel 37:24-25; Mateo 19:28). Y habrá aún más delegación de autoridad escalonada bajo ellos y también bajo la estructura administrativa de otras naciones. continua |
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Una de las parábolas de Yahushua revela que mientras más se esfuerzan los hijos de Yahweh en servirlo a El durante esta vida y de acuerdo a sus capacidades, más grande será la autoridad que les será asignada en el reino venidero, representado en esta parábola por cada uno de ellos siendo colocado sobre un número diferente de ciudades (Lucas 19:11-27). Por eso, los que pertenezcan a la familia de Yahweh Elojim compartirán el dominio de la tierra y la gobernarán conjuntamente, es evidente que tendrán diferentes grados de responsabilidad administrativa bajo Yahsuhua. Pero aun así, cada cargo será ocupado con tal majestad y gloria, que sobrepasará la imaginación.
¿Cómo, entonces, puede recibir usted el Espíritu de Yahweh para pertenecer a Su Familia espiritual? El apóstol Pedro explicó que uno debe arrepentirse y ser inmerso “. . . en el nombre de Yahushua Ja Mashiaj para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Kodesh”.
¿Por qué existimos los humanos, lo sabe Usted, querido hermano o hermana? ¿Con qué propósito fuimos creados?
Un hecho aún más asombroso que el de gobernar sobre las naciones físicas en el Reino, es que hasta los mismos malakjim o ángeles estarán sujetos a los hijos glorificados de Yahweh. Como escribió el apóstol Shaul: “¿No sabéis que los santos han de juzgar al mundo?. . . ¿No sabéis que hemos de juzgar a los ángeles?” (1 Corintios 6:2-3). De hecho, como dice en Hebreos 2, Yahweh “no sujetó a los ángeles el mundo venidero, acerca del cual estamos hablando” (v. 5), sino que en cambio, como aclara el siguiente versículo, lo otorgó a los seres humanos incorporados a la familia de Yahweh, con Yahushua el Mashiaj como el precursor de esta herencia (vv. 6-13; compare 1:13-14).
¿Cómo podríamos esperar nosotros, simples seres humanos, que Yahweh el Padre y Su Hijo Yahushua alguna vez compartieran con nosotros una responsabilidad tan increíble como ésta?
Ciertamente esto nunca sería posible mientras seamos seres humanos débiles e imperfectos. De hecho, como muchas escrituras muestran, tenemos que ser transformados. Shaul explicó:
“Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Yahweh, ni la corrupción hereda la incorrupción. He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados..." (1 Corintios 15:50-52).
De hecho, debemos reconocer que el reino de Yahweh no se limita exclusivamente al dominio de Yahweh que los seres humanos compartirán con El algún día. Mas bien tiene que ver con un nivel existencial: el de ser transformados para experimentar lo que es vivir con el Padre y con Mashiaj en su mismo nivel.
Vale la pena destacar que el término "Reino" en ocasiones se usa para clasificar ciertos niveles existenciales. Por ejemplo, tenemos el reino mineral, el reino vegetal, el reino animal, y, en la cúspide de la creación física, el reino humano.
Sobre todos éstos, en el ámbito espiritual, se encuentra el reino angelical. Y más arriba de todos ellos está el reino de Yahweh. El desea elevar al hombre desde el reino humano, pasando por el reino angelical, hasta el reino de Yahweh. En realidad, en el sentido más sublime, el reino de Yahweh es sinónimo de la familia gobernante de Yahweh, cuyos miembros en su totalidad compartirán la naturaleza plena de Yahweh.
Seremos perfeccionados con un carácter amoroso y perfecto. El gobierno del Mashiaj y de sus fieles seguidores glorificados será sumamente distinto de los gobiernos que este mundo por lo general ha experimentado, porque ellos actuarán como verdaderos servidores públicos en lugar de explotar a la humanidad. Serán totalmente distintos a los servidores públicos de los bureócratas gobiernos humanos de hoy!
Yahushua describió el tipo de liderazgo generoso, servidor y amoroso que caracterizará a quienes gobiernen con él:
“Los reyes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que sobre ellas tienen autoridad son llamados bienhechores; mas no así vosotros, sino sea el mayor entre vosotros como el más joven, y el que dirige, como el que sirve,” (Lucas 22:25-26).
Nuestro Abba Yahweh está creando no solo una familia de reyes, sino reyes que serán servidores, reyes que otorgarán bendiciones a sus súbditos. Como nos dice Proverbios 29:2,
“Cuando los justos dominan, el pueblo se alegra.”
¡El mundo entero se regocijará bajo el gobierno justo de la familia de Yahweh Elojim, preciosos hermanos míos y de Yahushua, e Hijos de Yahweh Elojim!
El carácter de Yahweh está basado en el amor —la preocupación sincera hacia los demás— tanto así que la Biblia dice que “Yahweh es amor” (1 Juan 4:8-16). El amoroso y justo carácter de Yahweh también es evidente en todos sus hijos. Ese carácter amoroso es lo que distingue a los verdaderos hijos de Yahweh, y revela quién pertenece genuinamente a su familia. Como escribió el apóstol Yahjannan:
“En esto se manifiestan los hijos de Yahweh y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia y que no ama a su hermano, no es de Yahweh” (1 Juan 3:10).
Yahushua, el vocero de Yahweh, enseñó lo mismo: “Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos . . . Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto” (Mateo 5:43-45, 48).
El amor divino que pondrán en práctica los hijos de Yahweh Elojim resucitados e inmortales dará como resultado el maravilloso mundo del futuro. Nuestro Padre Yahweh está perfeccionando las actitudes de amor y misericordia en sus hijos e hijas, quienes son las primicias de su futura cosecha espiritual de seres humanos (Santiago 1:18). Ellos serán hijos dignos de su familia, que demostrarán al resto de la humanidad que el camino correcto de vida es la obediencia a la ley de Yahweh. Yahweh ios está creando en sus hijos su mismo carácter, santo y justo; su modelo de vida, arraigado mediante hábitos, escogiendo el camino correcto, el camino del amor, en vez de la tentación y la autoindulgencia.
La vida presente en cuerpos humanos físicos y temporales es nuestro campo de entrenamiento hacia esa meta, y un tiempo para que los hijos de Yahweh desarrollen un carácter justo, para llegar a ser como el Padre y el Hijo en sus mentes y estilo de vida. Tengan todos Ustedes la seguridad de que, a menos que estemos completamente sometidos a su guía, a andar humildemente en su camino de amor y servicio a los demás, no hay manera de que Nuestro Padre Yahweh nos impregne con su poder omnipotente y su inmortalidad.
Muy acertadamente, Yahweh nos ayuda a crecer en este camino a lo largo de nuestras vidas, en la medida que nos sometamos a él. Y cuando seamos totalmente transformados a su semejanza en la resurrección, poseeremos su carácter perfecto. No quedará ni el más mínimo vestigio de naturaleza humana egoísta. Sólo habrá amor y preocupación genuina y desinteresada por los demás, tal como la que Yahweh tiene. El resultado será una armonía perfecta entre todos los integrantes de la familia de Yahweh Elojim, ejerciendo una preocupación genuina y total por el bienestar de los gobernados. La familia de Yahweh reinará sobre los ángeles y sobre todos los seres humanos que todavía no hayan sido transformados.
Todavía hay más aguardando en el futuro. Como se explicó anteriormente, las personas llamadas y genuinamente convertidas por Yahweh en esta época, sus santos o kodeshim, son las primicias de su cosecha espiritual de seres humanos. Ellos son llamados “los primeros frutos”, para destacar el hecho de que habrán más seguidores. Esta analogía es tomada del año agrario de la antigua Israel, donde una cosecha primaveral era seguida por otra cosecha al final del verano y una más en el otoño.
La analogía de los primeros frutos está inspirada en el año agrario de la antigua Israel, donde la pequeña cosecha de primavera era seguida de otras dos de mayor envergadura, la de verano y la de otoño.
Este ciclo agrario, y los eventos que lo acompañaban, se conmemoraban con las Siete Moedim o los festivales anuales que Yahweh estableció para Israel, como una representación de las etapas o los pasos progresivos de su magnífico Plan de Salvación (para aprender en más detalle sobre estas citas anuales con Yahweh, vaya a los mensajes publicados en las paginas web del Pueblo y de la Kejilah.
Durante el reinado milenario de Yahushua Ja Masjiaj y de sus santos sobre todas las naciones (Apocalipsis 20:6), representado por el gran festival de la cosecha otoñal, la Fiesta de los Tabernáculos, de Tabernáculos o Fiesta de la Cosecha, los pueblos de la tierra aprenderán el camino de la salvación y prácticamente todas las personas lo adoptarán. Más tarde, se unirán a los santos para ser glorificados e incorporados a la familia de Yahweh.
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A continuación de este período vendrá el tiempo del juicio final, cuando todos los que hayan vivido alguna vez sin el entendimiento apropiado de la verdad de Yahweh recibirán su única oportunidad verdadera de salvación y glorificación (compare Apocalipsis 20:5; 11-12; Mateo 11:21-24; Ezequiel 37:1-14).
El plan de Yahweh lo abarca todo. Durante este período, la inmensa mayoría de seres humanos recibirá la oportunidad de vivir eternamente. Recuerde que Nuestro Padre Yahweh “quiere que todos los hombres sean salvos” y no quiere “que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento” (1 Timoteo 2:4; 2 Pedro 3:9). Por medio de este maravilloso plan, toda la humanidad recibirá la oportunidad de aprender la verdad de Yahweh , de arrepentirse y de recibir salvación.
¿Por qué existimos? ¿Alguna vez se han planteado esto?
Después de esto, como se nos revela en Apocalipsis 21, habrá un nuevo cielo y una nueva tierra; y la Nueva Jerusalém descenderá desde los cielos a la tierra como la ciudad capital del universo y morada eterna de Yahweh. Por fin, Yahweh el Padre y Yahushua Ja Mashiaj vivirán con la humanidad, que ahora se encontrará glorificada y en la categoría de hijos divinos del Elojim Verdadero. El versículo 7 nos anima con estas asombrosas palabras
“El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Elojim y él será mi hijo”.
Como vimos al comienzo, “todas las cosas” se refiere a la totalidad del universo y del ámbito espiritual. Tendremos una morada espiritual permanente con Yahweh en la Nueva Jerusalém, pero no estaremos confinados a permanecer allí ni en la tierra, ni siquiera en esta galaxia. Por el contrario, tendremos la libertad para disfrutar todo el cosmos, que poseeremos junto con el Padre, el Hijo y el resto de la familia divina.
Desde luego, amados hermanos y hermanas, podría ocurrir que tal como habrá diferentes niveles de responsabilidades administrativas sobre las naciones durante el reinado milenario del Mashiaj Yahushua y de sus santos, también los miembros glorificados podrían tener distintas regiones bajo su supervisión por todo el universo. ¡Habrá sobreabundancia de responsabilidades que ejercer, considerando que el universo cuenta con 100 mil millones de galaxias, cada una compuesta de 100 mil millones de estrellas!
En todo caso, tendremos la capacidad de viajar a cualquier lugar del universo instantáneamente, a la velocidad del pensamiento, tal como Yahweh puede hacerlo, y embellecerlo y expandirlo bajo la dirección del Padre y de Yahushua----porque compartiremos su mente y poder infinitos. Para citar nuevamente las palabras del apóstol Shaul:
“Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Yahweh ha preparado para los que le aman” (1 Corintios 2:9).
Imagínense, amados hermanos y hermanas, habrá plenitud de alegría y placeres eternos! ¡Este futuro es tan trascendental en magnitud y significado, que es prácticamente imposible imaginárselo! La verdad es que no sabemos todo lo que experimentaremos cuando finalmente moremos en gloria resplandeciente con Yahweh y la humanidad arrepentida en esa era futura, porque Yahweh no nos lo ha revelado, y si lo hiciera, probablemente no seríamos capaces de comprenderlo con nuestras mentes limitadas.
Pero de lo que podemos estar seguros es de que la vida en ese entonces nunca será aburrida ni monótona. Siempre estará llena de nuevas oportunidades y de vivencias satisfactorias. En el Salmo 16:11, el rey David le oró así a Yahweh:
“Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo, delicias a tu diestra para siempre”.
Esta oración de David nos remonta al comienzo de este artículo, con sus reflexiones en el Salmo 8:3-4:
“Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste, digo: ‘¿Qué es el hombre para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites?’”
La Escritura Kodesh nos ha mostrado por qué Yahweh se preocupa tanto de la humanidad: El ha diseñado para nosotros un futuro magnífico. Hemos visto que nuestro destino supremo, el propósito mismo de nuestra existencia, es convertirnos en los hijos divinos de Yahweh, quien es nuestro Padre. Él quiere compartir su vida misma con nosotros, anhelando que finalmente heredemos no sólo lo que él tiene, sino que también lo que él es. ¿Qué cosa podría ser más grandiosa que esto? ¿Qué otra cosa mejor podría uno desear?
Nunca subestime el valor de su vida, ni crea a la herejía, amado hermano o hermana. Usted nació para llegar a ser uno de los hijos divinos de Yahweh. Usted nació para recibir su misma naturaleza y carácter y, eventualmente, la vida eterna en su mismo nivel existencial. Usted nació para convertirse en un miembro real de la familia de Yahweh, inmortal y glorificado, y para vivir y reinar con el Padre y con Nuestro Mashiaj, Yahushua, en un eterno estado de gozo, para brillar como las estrellas por toda la eternidad.
¡Este es su increíble destino! ¡Que Nuestro Adorado Padre Yahweh le conceda un corazón dispuesto a someter su vida a El, para que pueda recibir su incomparable dádiva!
¡Que Nuestro Adorado Padre Yahweh le de sabiduría y certeza en la medida que se esfuerza por honrarlo y obedecerlo con sinceridad!
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