+++PUEDE UN INCIRCUNCISO DEL PREPUCIO COMER DE PESAJ? - LOS DISCIPULOS DE YAHSHUA DE NAZARET

Lo primero que hay que entender es que el cordero de Pésaj, el animalito, es válido solamente de las ofrendas del templo en Yerushaláim, y que el incircunciso coma de este cordero lo prohíbe la Torá. La Torá no prohíbe tomar un pedazo de cordero comprado en el supermercado, ponerlo en el seder de Pésaj y comerlo, ya que ese cordero no califica para ser el cordero de Pésaj. Debo de mencionar que en lo personal no como carne de cordero en el seder de Pésaj, ya que Yeshúa es el cordero de Pésaj.

En Pesaj conmemoramos la LIBERTAD. El relato de Pésaj nos transmite estos conceptos y nos enseña cuál es la naturaleza del hombre y su objetivo.

En dicho relato el Faraón simboliza los instintos del hombre, que al ser utilizados incorrectamente pueden esclavizarlo, como sucede en Egipto. Egipto, en hebreo Mitzráim, proviene del vocablo meitzarím que significa limitaciones. Cuando el hombre es esclavo de sus instintos, está sumido en las limitaciones que él mismo se impone. Para liberar al pueblo de Egipto, es decir, al hombre de sus limitaciones, el Creador Infinito ordenó al pueblo de Israel sacrificar un cordero, comerlo, y poner su sangre en las puertas de las casas de los hijos de Israel, para que en el momento que el Creador Infinito pasara matando a los primogénitos y viera la sangre del cordero en las puertas, viera una muerte, una sangre que estaba en lugar del primogénito israelita que había de morir. De esta manera, el cordero de Pésaj sirvió como muerte sustituta de los primogénitos de los hijos de Israel.

En la Torá, el Creador Infinito llama a Israel “mi primogénito” (Éxodo 4:22), por esa razón, el cordero de Pésaj es aquel que muere en lugar de Israel, pero ¿con que fin? La muerte de este cordero traía libertad para que Israel no muriera, y esclavizando a los egipcios por la muerte que habían sufrido sus primogénitos, los hijos de Israel obtuvieran la libertad para salir de Egipto, de la esclavitud que los limitaba a servir al Creador Infinito de acuerdo a sus leyes y mandamientos. Cuando la conciencia humana sale de Egipto - Mitzráim, de las limitaciones, y se identifica con los estratos superiores del alma actuando de acuerdo a las leyes y mandamientos del Creador Infinito, es entonces cuando hay verdadera libertad. Y a esta libertad se refería Yeshúa cuando dijo “si el Hijo los liberta, serán verdaderamente libres” (Jn. 8:36). Una libertad donde la mente guiada por la voluntad superior llega a imponerse sobre los instintos del hombre para encauzarlos y dominarlos para poder libremente servir al Eterno obrando con justicia, misericordia y amor de acuerdo a los mandamientos del Creador infinito encontrados en la Torá. Cuando el hombre no llega a obtener esta libertad de poder libremente escoger entre el bien y el mal, y es guiado por sus instintos que lo dominan y limitan a servir al Creador Infinito de acuerdo a su perfecta voluntad, significa que ese hombre que aún está esclavizado por sus instintos, sumido en estas limitaciones, aún no ha comido del verdadero cordero de Pésaj que trae libertad, el cual nosotros sabemos que es Yeshúa. Por lo tanto, la señal para conocer si el cordero de Pésaj realmente había traído libertad a los hijos de Israel de la esclavitud en Egipto, era la libertad obtenida, la cual los conducía a servir al Creador infinito según sus leyes y mandamientos. De igual manera, esta imagen presentada nos revela que la señal para conocer si un hombre ha comido del verdadero cordero de Pésaj, Yeshúa, es la adquisición de la libertad del alma, la libertad de la esclavitud del pecado que nos limita a servir al Creador Infinito de acuerdo a sus leyes y mandamientos. Por lo tanto, cuando un hombre es libre para dominar sus instintos, y sirve al Creador Infinito de acuerdo a la justicia, el amor, y la misericordia de sus mandamientos, significa que este hombre ha participado y comido del cordero de Pésaj, Yeshúa, y entonces puede decirse que este hombre ha obtenido la verdadera libertad.

De la misma manera, el testimonio manifestado en las obras de justicia, amor y misericordia de varios hombres incircuncisos, que en un pasado eran dominados por sus instintos que lo limitaban para servir al Creador Infinito, y que ahora que reconocen a Yeshúa como el Mashíaj y cordero de Pésaj, han llegado a obtener esta libertad para servir al Creador Infinito, significa, sin discusión alguna, que ellos siendo incircuncisos del prepucio espiritualmente comieron del cordero de Pésaj y por lo tanto recibieron la verdadera libertad. ¿Qué significa esto? La LIBERTAD física solamente se obtuvo a través del cordero de Pésaj, y solo el circunciso podía comer de ella, pero la verdadera libertad, la libertad del alma, se adquiere solamente comiendo espiritualmente de verdadero cordero de Pésaj, Yeshúa, y para participar de este cordero la circuncisión del prepucio no puede negarselo, es por esa razón, que varios incircuncisos discípulos de Yeshúa han recibido el Rúaj haqódesh, y sabemos que el Rúaj haqódesh solo puede habitar en una persona verdaderamente libre. Y esta LIBERTAD del alma se obtiene únicamente a través de participar de la comida del verdadero cordero de Pésaj, Yeshúa.

Si decimos que un hombre incircunciso del prepucio no puede comer del verdadero cordero de Pésaj, Yeshúa, estamos diciendo que la LIBERTAD del alma la obtienen únicamente aquellos que están circuncidados del prepucio, y esta es la enseñanza que impartieron algunos hombres que habían reconocido a Yeshúa como el Mashíaj mencionados en Hechos 15:1, pero según las palabras de los primeros discípulos de Yeshúa esta era una enseñanza errada (Hch. 15) . Estos hombres (posiblemente Cerintianos, como dice Epifanio) haciendo referencia a la libertad del alma obtenida a través del cordero de Pésaj, dijeron que para que los gentiles, que eran incircuncisos del prepucio, pudieran obtener la libertad del alma (obtenida al comer el cordero de Pésaj), era necesario que se circuncidaran según el mandamiento de Moshé, pero al leer todo el capítulo 15 de Hechos se puede observar que los primeros discípulos de Yeshúa no estaban de acuerdo con estos hombres, de hecho, Kefa señaló que los incircuncisos y circuncisos que reconocieron a Yeshúa, ambos recibieron el Rúaj Haqódesh, lo que significa que de alguna manera todos comieron del verdadero cordero de Pésaj, Yeshúa, y recibieron la verdadera libertad.

En conclusión de lo escrito, para comer del verdadero cordero de Pésaj, y para ser libre de la esclavitud de las limitaciones y el pecado, no es necesario estar circuncidado del prepucio.

¿Bien significa que el Brit Jadasha contradice la Tora?

Nadie se está contradiciendo, el testimonio de justicia habla por sí solo, ya que varios incircuncisos del prepucio han obtenido la libertad del alma al recibir el Ruaj Haqódesh, y esta libertad del alma solo se obtiene comiendo el verdadero cordero de Pésaj, Yeshúa. El Creador Infinito encapsuló todo para que la misericordia se extendiera hacía cada persona de la tierra que desea obtener esta libertad. En Egipto la LIBERTAD física solamente se obtuvo a través del cordero de Pésaj, y solo el circunciso pudo comer de ella, pero la verdadera libertad, la libertad del alma, se adquiere solamente comiendo espiritualmente del verdadero cordero de Pésaj, Yeshúa, y para participar de este cordero la circuncisión del prepucio no puede negarselo, ni prohibírselo, es por esa razón, que varios incircuncisos discípulos de Yeshúa han recibido el Rúaj haqódesh, y sabemos que el Rúaj haqódesh solo puede habitar en una persona verdaderamente libre. Esta LIBERTAD del alma se obtiene únicamente a través de participar de la comida del verdadero cordero de Pésaj, Yeshúa. El que dice que solo el circunciso puede comer del cordero de Pésaj, Yeshúa, está diciendo que la verdadera LIBERTAD la obtienen únicamente aquellos que se circuncidaron el prepucio, lo cual es totalmente falso, ya que varios incircuncisos del prepucio han recibido el Ruaj Haqódesh, y eso significa el Creador Infinito les ha dado de comer de su cordero de Pésaj, que es Yeshúa. Es más como una nota, he conocido a varios incircuncisos del prepucio más justos y misericordiosos que algunos que se han circuncidado del prepucio, lo que significa que el participar del verdadero cordero de Pésaj, que es Yeshúa, no existe la limitante de la circuncisión, ya que varios incircuncisos han recibido el Ruaj Haqódesh, lo que significa que recibieron la verdadera LIBERTAD del alma al comer espiritualmente del verdadero cordero de Pésaj, que es Yeshúa.

Escrito por Iejezquel Ben Efráim discípulos trabajando para la restauración del Reino.