Tras haber sido llamados a las buenas obras y a la obediencia mediante el arrepentimiento genuino, la inmersión en agua a nombre de Yahwshua es requisito esencial para nacer de nuevo, para consagrar nuestras vidas y entrar al Reino de Elohim.
La inmersión representa la completa entrega y sumisión al Padre, simbolizando la muerte y sepultura del cuerpo del "viejo hombre" y de las obras de la carne que antes se practicaban. Hay una sola inmersión y es en el nombre de Nuestro Salvador, Yahwshúa, que en ese momento nos integra a un Cuerpo espiritual de llamados Suyos, uniendonos a todos los miembros a través del Santo Ruaj, siguiendo la verdadera emunah (fe) de nuestros hermanos y discipulos antepasados, la unica fe que Yahwshua proclamo y enseno en toda su intencion literal y espiritual.