Ensayo en el discernimiento del Evangelio según san Mateo.
Cap. 13: del v1 al v23
La explicación que Jesús hace de esta parábola es tan clara y tan precisa, que sirve de ejemplo para que entendamos que, el discernimiento espiritual al que debemos llegar, es sustancialmente diferente al razonamiento tradicional humano. Por lo que, si queremos ver, lo que otros por más que quieran no verán, y oír lo que otros por más que quieran, no escucharán ni entenderán, meditemos en la Palabra de Dios encomendada a Jesús para producir fruto espiritual, que no material, en obediencia a la voluntad de Dios.
Y tú, ¿en donde has sembrado o has permitido que sea sembrado en ti el grano que produce fruto espiritual?
Cap. 13: del v24 al v30
La explicación que Jesús da de esta parábola la encontraremos en los versículos 36 al 43, sin embargo, él Espíritu Santo pondrá otro discernimiento posterior de acuerdo a los nuevos tiempos anunciados, sin embargo debemos preguntarnos, yo, ¿soy trigo o maleza?
Cap. 13: del v31 al v35
Como podemos apreciar, el Reino de los Cielos llegará en nosotros por medio de acrecentar nuestra fe y fidelidad a Jesús y a su Palabra, para que los ángeles del Cielo hagan su morada en nosotros.
Así pues, en el ejemplo que sigue podríamos discernir que la levadura es la fe, la mujer que la toma es el Espíritu Santo, las tres medidas de harina son, el cuerpo, el alma (mente) y el espíritu. Y el fermento es alcanzado cuando la fe que Dios puso en cada ser humano se haya desarrollado en la misma proporción en cada una de las tres personalidades que conforman nuestro ser para que tengan un crecimiento uniforme que nos colocará en el orden que Dios nos manifiesta a través de la Palabra, y así, nuestra conciencia natural deje fluir sin reservas a nuestra consciencia espiritual y conoceremos cosas que estaban ocultas desde la creación del mundo.
Cap. 13: del v36 al v43
Todo cristiano que guarda fidelidad a Jesús y a su enseñanza, que es palabra de Dios, es la buena semilla de la fe que Dios sembró en sus mentes, pero, tengamos cuidado, no debemos dormirnos en nuestros laureles porque el enemigo nunca duerme y está listo para sembrar cizaña en nosotros, es decir: formas, métodos y sistemas de enseñar que no van realmente de acuerdo a lo que el Padre ordena, es decir: guardar fidelidad a la Palabra de Jesús en las cosas de Dios y no guardar fidelidad a la palabra de los hombres que tuercen los caminos rectos de Dios. .
Nosotros somos la buena semilla que Jesús está regando, sin embargo, deberemos compartir el campo con la mala hierba que tratará de robarnos lo más que se pueda de nutrientes y luz, pero cuando se llegue el tiempo de la cosecha, todos los que supieron resistir con la fuerza de la enseñanza de Jesús serán los que compartirán el Reino de Dios en este mundo y la vida eterna en el mundo venidero.
Cap. 13: del v44 al v52
Todo aquel que busca el Reino de Dios a través de la fidelidad en Jesús a través de su enseñanza y lo encuentra, deja toda enseñanza y mandatos de hombre en las cosas de Dios para quedarse en él, para que cuando se llegue el fin de los tiempos, sea uno de los escogidos para la vida eterna y no ser de los que serán arrojados al lago del fuego ardiente, ya que de todo lo que le fue enseñado antes de aprender a reflexionar, meditar y discernir la enseñanza de Jesús, ha ido sacando de ello las cosas buenas para ser conducido a la esencia espiritual de la enseñanza que Jesús comparte al hombre como la voluntad de Dios.
Cap. 13: del v53 al v58
Al igual que le pasó a Jesús, muchos conocidos nuestros les extrañará que nos tratemos de comportar diferente a como éramos conocidos, lo que les hará preguntarse: ¿Cómo es que creen que lo que predican viene de Dios si nosotros los conocemos en muchos aspectos? Y dudarán de lo que digamos, pero Jesús nos enseña que nadie es profeta en su tierra.