Ensayo en el discernimiento del Evangelio según san Mateo.
Cap. 16: del v 1 al v4
Normalmente el hombre se deja llevar por los tiempos que conoce para diferentes actividades en su vida física y material, pero todavía desconoce los tiempos de Dios que Jesús trajo consigo, sin embargo, a través del esfuerzo y dedicación que pongamos en el discernimiento de su enseñanza, estaremos aprendiendo poco a poco y a su debido tiempo, a separar lo material de lo espiritual.
Cap. 16: del v5 al v12
Esta enseñanza nos está diciendo que no debemos por ningún motivo, dejarnos motivar para estar en contra de Jesús, por lo que no nos debemos dejar sorprender con enseñanzas, cualquiera que éstas sean, que no correspondan cabalmente con su enseñanza en el Nuevo Testamento, porque invariablemente, a todos los que aún no han sido convencidos de la verdad anunciada por Jesús, han sido convencidos a seguir doctrinas espirituales manipuladas con sentimientos, emociones, pensamientos, enseñanzas y mandatos de hombre.
Quienes se quieren acercar e integrarse a Jesús a través de la reflexión y la meditación profunda de su Palabra para tratar de entender su esencia espiritual, están siendo capacitados para rechazar y resistirse a enseñanzas contrarias a los tiempos, al orden y propósito de Dios, para el ser humano, porque el Poder y Sabiduría delegadas en Jesús no debemos menospreciarla al seguir alguna doctrina humana o espiritual de otros tiempos o ajena a la voluntad que el Padre depositó en Jesucristo Nuestro Señor.
Cap. 16: del v13 al v20
Y nosotros: ¿Quién decimos que es Jesús? y todo cristiano deberíamos contestar a una sola voz, ¡El es el Cristo, el Hijo de Dios vivo! demostrando nuestra creencia en la fidelidad a su enseñanza sin ser desviados, o desviar a alguien de su esencia espiritual.
Felices los que exclamamos lo anterior porque no nos lo enseña ni la carne ni la sangre sino el Padre que está en los Cielos a través de su Palabra en el Nuevo Testamento, y si nos convertimos en sus verdaderos discípulos, seremos fortalecidos en Jesús para que las fuerzas negativas de las potestades de maldad no puedan vencernos, y como a Pedro, Jesús también nos dará las llaves del Reino de los Cielos, para que todo lo que atemos en la tierra, sea atado en el cielo, y todo lo que desatemos en la tierra, sea desatado en los cielos.
Cap. 16: del v21 al v28
Debemos de saber, que también sufriremos situaciones adversas que tratarán de desviarnos del conocimiento del orden y propósito de Dios para el hombre, así mismo, sufriremos en manos de familiares y conocidos, incluyendo, muchas veces, a quien ha sido participado de la enseñanza de Jesús, porque éstos aun no se han unido y fundido en la voluntad de Dios según su Palabra dada a Jesús, y se han dejado llevar por enseñanzas adulteradas de su Palabra porque no han querido o no han sabido separar convenientemente lo material de lo espiritual. Si todo cristiano, de cualquier denominación, cargáramos con nuestra cruz para crucificar nuestra condición tradicional y materialista, resurgirá victoriosa en nosotros nuestra condición espiritual en la verdadera imagen y semejanza de Dios. Por eso, no nos dejemos vencer. Todo esto pasará para que pueda resucitar el hombre espiritual que vive en cada uno de nosotros, y si en verdad queremos seguir a Jesús, renunciemos a ser los dueños de nuestro destino y coloquémonos en el camino a la verdad y a la vida que en Jesús es, y vivir de acuerdo al orden y propósito de Dios. Así se cumplirá su Palabra cuando dice: "El que pierda su vida por mí la hallará", porque si nosotros renunciamos a las cosas de la carne, será como si hubiéramos muerto para la carne y será entonces que hallaremos la vida verdadera en él, ya que las cosas de este mundo quedarán sujetas a la voluntad de Dios, y quien así se decida a hacerlo, Jesús nos dice que en verdad no moriremos sin haber visto antes al Hijo del Hombre viniendo como rey.