No cometerás adulterio…
Versos más adelante en el pasaje de Mateo 5:27, el Maestro nos dice:
“Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón” (Mateo. 5:27-28)
El pasaje al cual Yeshúa hace referencia es el siguiente:
“No cometerás adulterio” (Éxodo. 20:14)
Aquí nuevamente Yeshúa viene hablando de una mejor JUSTICIA (Mat. 5:20), él No vino a dejar este mandamiento caducado, sino a mostrarnos el real espíritu de la Toráh que es la verdadera justicia del mandamiento, ¿De qué serviría no llegar al acto mismo del adulterio, cuando en el corazón hay codicias carnales y deseos de infidelidad? Por lo tanto Yeshúa enseña la correcta interpretación del mandamiento descrito en la Toráh “No adulteraras”. (Exo.20:14) el cual para ser correctamente cumplido, debe haber en él ser humano la capacidad que solo da el espíritu (ruáj) para obedecer la Toráh escrita en nuestros corazones y así cumplir esa real justicia que demanda el mandamiento (Heb. 8:8-17). Nuevamente confirmamos que Yeshúa no enseño que la Toráh estaba sin vigencia.
El divorcio…
Seguidamente Yeshúa sigue con su discurso acerca de los mandamientos y de la real JUSTICIA que debe practicar todo hijo de Elohim que quiere entrada en el reino de los cielos, ahora nos habla sobre el real sentido del divorcio:
“También fue dicho: Cualquiera que repudie a su mujer, déle carta de divorcio. Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio” (Mateo. 5:31-32)
El pasaje al cual Yeshúa hace referencia es el siguiente:
“Cuando alguno tomare mujer y se casare con ella, si no le agradare por haber hallado en ella alguna cosa indecente, le escribirá carta de divorcio, y se la entregará en su mano, y la despedirá de su casa. Y salida de su casa, podrá ir y casarse con otro hombre. Pero si la aborreciere este último, y le escribiere carta de divorcio, y se la entregare en su mano, y la despidiere de su casa; o si hubiere muerto el postrer hombre que la tomó por mujer, no podrá su primer marido, que la despidió, volverla a tomar para que sea su mujer, después que fue envilecida; porque es abominación delante de Yahweh, y no has de pervertir la tierra que Yahweh tu Elohim te da por heredad” (Deuteronomio. 24:1-4)
Aquí uno de los temas más polémicos, que los inexpertos tuercen negando la vigencia de la Toráh y enseñando que Yeshúa contradijo tales mandamientos. Pero sin embargo como lo hemos dicho desde un comienzo, el Mesías viene enseñándonos de la real Justicia de hacer la voluntad de Elohim, no como los fariseos que buscan excusas en los mandamientos para hacer el mal, sino que con el espíritu santo (ruaj kadosh) que mora en nosotros Yeshúa nos manda hacer una justicia acorde con la pureza del mandamiento ordenado por YHWH. Yeshúa por ningún motivo contradice el mandamiento de carácter permisivo que esta descrito en la Toráh. Si no más bien identifica la real voluntad de YHWH en el. Pues no olvidemos que este es un mandamiento que es de carácter permisivo, pues por la dureza del corazón del hombre es que es permitida la carta de divorcio, pero no es la perfecta voluntad de Elohim la separación de un matrimonio. ¿Qué es lo que hace Yeshúa? Darle un sentido de justicia real al mandamiento permisivo, por eso la expresión: “a no ser por causa de fornicación” Aquí Yeshúa no está prohibiendo el divorcio, sino que le está dando la correcta interpretación de pureza y justicia al mandamiento, que repito es de carácter CIVIL Y PERMISIVO. Es decir que el divorcio puede ser posible solo si existiera impureza e infidelidad, aunque Yeshúa reconoce. “en el principio no fue así”, la voluntad de Elohim era que los matrimonios estuvieran siempre juntos.
“Entonces vinieron a él los fariseos, tentándole y diciéndole: ¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa? El, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Elohim juntó, no lo separe el hombre. Le dijeron: ¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio, y repudiarla? El les dijo: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; mas al principio no fue así. Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera” (Mat. 19:3-9)
En otras palabras lo que YHWH hace como un legislador no tan solo de asuntos espirituales sino que también de problemas civiles, pues no olvidemos que sus leyes son hechas para una nación y para un pueblo de seres humanos, considerando el bajo estado moral y la incapacidad para una mejor justicia de los hombres sin el espíritu (ruaj), es que Elohim permitió repudiar los hombres a las mujeres o mas bien el divorcio. No como aprobando tal situación, sino como una medida para prevenir males peores. Pues como dijo Yeshúa: “Desde el principio no fue así” a fin de impresionar a sus oyentes con el carácter temporal y puramente civil de este “relajamiento” aparente en los mandamientos. Sin embargo repetimos que Yeshúa trajo el sentido correcto de interpretación del pasaje de la Toráh. El texto griego dice: “Desde el principio no ha sido así”.
Son claves las palabras del pasaje de Deuteronomio 24:1, donde dice “por haber hallado cosa indecente” Esa expresión bajo la interpretación de Yeshua es igual a: “a no ser por causa de fornicación”. Es decir que el Maestro no estaría contradiciendo el mandamiento, sino que llevándolo al nivel de pureza e integridad que este merece. Los judíos despreciando la perfecta voluntad de Elohim, no solo torcieron el plan de Elohim acerca de que el hombre y la mujer continuaran toda la vida juntos, sino que además, por causa de la poca integridad y la gran soberbia de sus corazones habían desvirtuado totalmente el mandamiento permisivo y le restaron integridad divorciándose por motivos totalmente inmaduros. Es por esto que Yeshua viene enseñando no de ABOLIR la torah, si no de interpretarla con la JUSTICIA real que demanda el mandamiento. No olvidemos las palabras claves introductorias al mensaje “si vuestra JUSTICIA no fuere mayor que la de los escribas y Fariseos no entrareis en el reino de los cielos”
No juraras falsamente…
En Mateo 5:33 leemos un pasaje por demás difícil de interpretar, que da razón a los que ignorantemente enseñan que Yeshúa enseño contra la torah, en tal pasaje pareciere haber una invitación de Yeshua totalmente contraria a la Torah, sin embargo no es así, veamos:
“Además habéis oído que fue dicho a los antiguos: No perjurarás, sino cumplirás al Señor tus juramentos. Pero yo os digo: No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Elohim; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello. Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede” (Mateo 5:33-35) (RV).
Mientras Yeshúa terminaba su relato sobre el divorcio, comenzaba a enseñar sobre el “jurar”. Curiosamente las versiones bíblicas han omitido una palabra que es clave en la interpretación de este pasaje, pues no es lo mismo leer: “No juréis en ninguna manera” a leer “no juréis falsamente en ninguna manera” ¿Lo nota? La palabra “falsamente” que es la que corresponde a dicho mandamiento, a sido omitida por la mayoría de las versiones bíblicas, sin embargo la versión hebrea de Mateo Sen Tov dice; “falsamente”. El pasaje de la torah al cual Yeshua hace relación es el siguiente:
“Y no juraréis falsamente por mi nombre, profanando así el nombre de tu Elohim. Yo Yahweh” (Levitico 19:12).
“Cuando haces voto a Yahweh tu Elohim, no tardes en pagarlo; porque ciertamente lo demandará Yahweh tu Elohim de ti, y sería pecado en ti. Más cuando te abstengas de prometer, no habrá en ti pecado. Pero lo que hubiere salido de tus labios, lo guardarás y lo cumplirás, conforme lo prometiste a Yahweh tu Elohim, pagando la ofrenda voluntaria que prometiste con tu boca. (Deuteronomio. 23:21-23)
Si Yeshua trataba explicar acerca de este mandamiento entonces es evidente que el se refería a no jurar en falsamente, toda vez que el mismo dice al comenzar el sermón: “No venir abolir la torah” y además en sus enseñanzas decir “no hablar por su propia cuenta” Por lo tanto no podría el Mesías estar enseñando contra lo que su Padre YHWH había desde hace tiempos estipulado como un mandamiento bueno y puro (Rom 7:12). De hecho el jurar es un mandamiento para el pueblo de Israel, lo que prohíbe la torah es jurar falsamente:
“Y jurares: Vive Yahweh, en verdad, en juicio y en justicia, entonces las naciones serán benditas en él, y en él se gloriarán” (Jeremías 4:2)
"Y si con diligencia aprenden los caminos de mi pueblo, para jurar en mi nombre diciendo: ¡Vive Yahweh! Así como ellos enseñaron a mi pueblo a jurar por Baal, serán restablecidos en medio de mi pueblo.” (Jeremías. 12:16)
La versión Hebrea de Mateo Sen Tov dice:
"Además habéis oído que fue dicho por los antepasados: no jurarás en falso en mi nombre', sino cumplirás a Elohim tus juramentos. Pero yo os digo que no juréis por nada falsamente, ni por el cielo, porque es el trono de Elohim; ni por la tierra porque es el estrado de sus pies; o por Jerusalén porque es su ciudad, ni por tu cabeza porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello. Pero sea vuestro sí, sí y vuestro no, no. Cualquiera que añada a esto es malo." (Sentov).
Alguno preguntara, si Yeshua no esta contradiciendo el mandamiento, ¿Por qué la aclaración? Los judíos habían tomado la mala costumbre de jurar por cualquier cosa que no fuere, el nombre del altísimo, el cielo, la tierra, de esa manera era habitual el jurar por cosas que se creían no tener sentido. Sin embargo Yeshua dando una vez mas el sentido de JUSTICIA al mandamiento, con la expresión: “Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello” Da entender que lo verdaderamente importante es no jurar nunca falsamente no importando por que se jurara, por eso el termina diciendo, vuestro si, sea si, y vuestro no sea no. Esto fue entendido por la primera congregación y enseñado por los apóstoles:
“Pero sobre todo, hermanos míos, no juréis, ni por el cielo, ni por la tierra, ni por ningún otro juramento; sino que vuestro sí sea sí, y vuestro no sea no, para que no caigáis en condenación” (Santiago 5:12)
Evidentemente, Santiago también se refiere al no jurar en falso, el emisario repite de esa manera la enseñanza de Yeshua. Por otra parte, si “jurar” fuera un pecado, o si hubiese sido esa la intención del Mesías, hacernos saber que jurar es pecado, jamás el Padre habría jurado (Hebreos 13:6) ni los malak, (ángeles) jurarían.
“Y el ángel que vi en pie sobre el mar y sobre la tierra, levantó su mano al cielo, y juró por el que vive por los siglos de los siglos, que creó el cielo y las cosas que están en él, y la tierra y las cosas que están en ella, y el mar y las cosas que están en él, que el tiempo no sería más” (Apocalipsis. 10:5-6).
El ojo por ojo y diente por diente…
El estatuto del “ojo por ojo” también conocido como la ley del Talión es la que ahora cabe analizar en este estudio. Yeshua comienza enseñando en relación a esto, diciendo en Mateo 5:38:
“Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa; y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos. Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses” (Mateo 5:38-42)
Las palabras a las cuales Yeshua hace referencia se encuentra registradas en la Torah en los siguientes libros, donde se dice lo siguiente:
“Mas si hubiere muerte, entonces pagarás vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe. (Exodo. 21:23-25).
“Y el que causare lesión en su prójimo, según hizo, así le sea hecho: rotura por rotura, ojo por ojo, diente por diente; según la lesión que haya hecho a otro, tal se hará a él” (Levitico 24:19-20).
“Cuando se levantare testigo falso contra alguno, para testificar contra él, entonces los dos litigantes se presentarán delante de Yahweh, y delante de los sacerdotes y de los jueces que hubiere en aquellos días. Y los jueces inquirirán bien; y si aquel testigo resultare falso, y hubiere acusado falsamente a su hermano, entonces haréis a él como él pensó hacer a su hermano; y quitarás el mal de en medio de ti. Y los que quedaren oirán y temerán, y no volverán a hacer más una maldad semejante en medio de ti. Y no le compadecerás; vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie” (Deuteronomio. 19:16-21)
Desde una perspectiva equivoca e influenciada por el antisemitismo, es decir el rechazo a todo lo que es de origen judío, es fácil desvirtuar las palabras del Mesías Yeshua y creer que él esta cambiando la Torah y contradiciendo el mandamiento preescrito en ella. El caso del “ojo por ojo” es similar al del divorcio, se trata de una ley que viene a impedir un abuso de venganza, fue creada con el fin de determinar castigos justos bajo la medida de una instancia civil. Es decir tal cual era el daño ocasionado, tal cual debía ser restituido el individuo dañado por el causante. Esto permitía que no hubieran excesos al momento de cobrar una deuda pendiente, e incluso permitía que no hubieran derramamientos de sangre ni perdidas de vidas injustificadas. Todo esto ocurría bajo el contexto de “nación”, la cual necesitaba ordenanzas civiles, para solucionar problemas de carácter civil. Al igual que en todas las naciones del mundo, donde hay tribunales preestablecidos que velan por la justicia, y la equidad, este mandamiento, viene regular una conducta e impedir acciones desmedidas, y preventivo de conductas aun peores, PERO DE NINGUNA MANERA VIENE A FOMENTAR LA VENGANZA. Además este tipo de reglas venían a impedir que la nación se contaminara de personas que no quisieren hacer los mandamientos de Elohim. Aquello lo notamos en el pasaje de Deuteronomio 19:16 al 21 donde el Altísimo usa la expresión: “y quitaras el mal de ti”, dando a entender que la cualidad permisiva del “ojo por ojo”, es de carácter temporal, y el castigo del “vida por vida”, servia como ejemplo para que en el pueblo no existieran injusticias.
Cabe señalar que esta ley de la represalia, tenía el propósito de quitar la venganza de las manos de los particulares, y entregarla a los magistrados, sin embargo fue abusada de una manera opuesta, y mirada como una garantía para tomar la venganza en las propias manos, lo cual era contrario a las propias indicaciones de la Torah, veamos:
“No digas: Yo me vengaré; Espera a Yahweh, y él te salvará” (Proverbios 20:22)
“No digas: Como me hizo, así le haré; Daré el pago al hombre según su obra” (Proverbios 24:29)
Yeshua por lo tanto no venia enseñando algo nuevo a lo que la Torah ya indicaba, evidentemente estábamos frente a un precepto permisivo y de carácter civil, que no era la perfecta voluntad de Elohim. No obstante en el nuevo régimen, si bien no se abolido la ley de carácter permisivo, Yeshua nos habla de una justicia aun mayor para entrar en el reino de los cielos, donde si vivimos en el espíritu santo (ruaj kadosh), ya no será necesario el “ojo por ojo”, sino mas bien, la misericordia, ya que la justicia mayor que llevamos en el interior, a causa de que la Torah esta escrita en el corazón del hombre, será mucho mas fácil el perdón al que nos causo el agravio, que actuar guiados por la carne y cobrar una venganza desmedida.
El amor a los enemigos…
Luego de hablar sobre la llamada “ley del talion” Yeshua comienza a enseñar sobre el amor a los enemigos, al parecer Yeshua estaría enseñando lo contrario a la torah, pues las expresiones: “Oisteis que fue dicho”, “Pero yo os digo”, son pésimamente interpretadas por quienes buscan una excusa en Yeshua para respaldar la doctrina de que los mandamientos de la torah ya no están vigentes. Pero veamos, que es lo que el Mesías señalo:
“Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced” (Mateo 5:43-44)
El “amor” no es una práctica que comienza con Yeshua, como algunos dicen, que este es un mandamiento nuevo, sino que el precepto de amar, es desde mucho antes, pues comenzó como ordenanza, cuando el Padre Elohim señalo, el amor al prójimo y al extranjero. Antes de que no hubiese precepto sobre “amar” al prójimo y a Elohim, ya había amor en los hijos de Elohim, tales son los casos de hombres de Yahweh que amaron a Elohim y a sus semejantes, tenemos los ejemplos de: Noe, Abel, Abraham y muchos mas, que sin precepto escrito en piedra, pero si viviendo en el ruaj de Elohim, anduvieron en los estatutos del Altísimo. Por lo tanto, el “amor” es un principio que nace desde el mismo Génesis.
Ahora bien, veamos cómo es que el mandamientos de “amar”, es un precepto que esta desde mucho antes de Yeshua, en la torah:
“No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Yahweh” (Levíticos 19:18)
“que hace justicia al huérfano y a la viuda; que ama también al extranjero dándole pan y vestido. Amaréis, pues, al extranjero; porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto” (Deuteronomio 10:18-19)
No obstante, muchos al leer el pasaje de Mateo 5:43 creen que en la Torah se enseña a odiar al enemigo, y que por lo tanto Yeshua estaría enseñando lo contrario a lo que supuestamente dice o enseña la Torah. ¿Qué es lo que realmente sucede aquí? Ante todo debo aclarar que en la Torah no se invita a odiar o aborrecer a los enemigos, sino que amar al prójimo, y prójimo es todo ser de la especie humana incluso los enemigos. Lo que en la torah se enseña, es por sobre todo el principio del amor, esto no significa, aprobar conductas que van contra los mandamientos de Elohim, sino que amor, es amar en la verdad. Sin embargo, pareciere haber una contradicción. Tal es el caso de Salmos 139:21, donde pareciere que el Salmista nos hace una invitacion a odiar a los enemigos, sin embargo, el lenguaje poético expresado allí, invita no a procurar el mal de los enemigos, odiándolos con todo el ser, sino mas bien a desaprobarlos por cuantos son enemigos del Creador. Pues justificadamente los enemigos del Creador son nuestros enemigos, eso no significa que no podamos tener de ellos misericordia, pero con temor. En la escritura, en muchas ocasiones se nos invita a odiar o aborrecer las obras de los enemigos del creador, pero no a odiar a quienes hacen esas obras, pues el mandamiento es “Amaras a tu prójimo”, y como el amor de Elohim es puro, es evidente que no puede ser un amor carnal contaminado por emociones, sino que con la verdad de Elohim. Notemos que el amor de Elohim fue tal para su pueblo, que el no quería que se contaminaran con otras naciones, por eso el les mando a exterminarlas, y ha que una vez vencidas estas, su pueblo no tuviera conexión de ningún tipo con estos pueblos paganos, pues por sus costumbres eran enemigos del creador. Ese ejemplo es muestra del verdadero amor de Elohim, el cual, para que su pueblo no se contaminara, permitió exterminar a esas naciones. ¿Sorprendente no? No obstante, si un extranjero, arrepentido quería servir a Elohim, las puertas estaban abiertas para él. Eso demuestra una vez mas, que el amor del Padre siempre a sido el mismo, para todos aquellos, judíos y gentiles, los que con fe sincera y corazón arrepentido se acercan a él.
Por tanto el “odio” a los enemigos, que se nos hace alusión en las escrituras, es a las obras de los enemigos, no a los mismos. El aborrecer las obras de los enemigos, pero a la vez, amar sus almas, nos puede llevar, incluso al punto de amar al enemigo de una manera distinta a la habitual, pero bíblicamente eficaz, acción la cual, si el Altísimo quisiere, les hará reflexionar y volverse a él. Por ejemplo, el Aposto Judas enseño a aborrecer la ropa contaminada usada por ellos. (Judas 1:23), aquello es muestra de amor, para que una vez vistos en la indignidad que produce el mal, les remueva su interior, por si se arrepintieren. En definitiva repito, la torah no enseña a odiar, sino el amor:
“Si encontrares el buey de tu enemigo o su asno extraviado, vuelve a llevárselo. Si vieres el asno del que te aborrece caído debajo de su carga, ¿le dejarás sin ayuda? Antes bien le ayudarás a levantarlo” (Exodo 23:4-5)
“Si el que te aborrece tuviere hambre, dale de comer pan, Y si tuviere sed, dale de beber agua” (Proverbios 25:21)
Por ultimo cabe decir, que las palabras del Mesías Yeshua, en la expresión: “Oisteis que fue dicho, aborrecerás a tu enemigo”, hacen referencia a una falsa doctrina enseñada por rabinos y judíos de la época, los cuales por deducción creían que si el mandamientos era: “amar al prójimo” la contraparte seria: “aborrecer a los enemigos”, debido a esta falsa enseñanza, que no esta en la torah, pero que era enseñada por el sistema religioso de la época, es que Yeshua dice: “Pero yo os digo”, es decir, en esta ocasión el si estaría contradiciendo a los religiosos de la época, pero a la vez enseñando lo que la misma Torah ya enseñaba, el amor al prójimo incluso al enemigo.
Ni una jota, ni una tilde…
Estas palabras de Yeshua: “Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley (torah), hasta que todo se haya cumplido” Expresan la total vigencia de los mandamientos del Altísimo, elevados a la justicia necesaria para ser dignos del reino de los cielos (Mateo 5:20). Hasta que este cielo y esta tierra exista, habrá Torah, instrucción para el pueblo, ordenanza para la asamblea de Yeshua, para que nos vaya bien. (Deuteronomio 6:3), para una norma de vida acorde con el ministerio recibido de mano del Mesías Yeshua, pero no, para la salvación, la cual es solo por la gracia de Yeshua, no por obras. (Efesios 2:5).
La expresión: “Ni una jota” se refiere a la letra mas pequeña del alfabeto hebreo, esto tiene pura relación con la importancia de guardar y tomar en cuenta hasta el mas mínimo de los mandamiento de la Torah, al igual que la expresión: “Ni una tilde” que es el guión que sirve para diferenciar una letra hebrea de otra. Si Yeshua dice que estos detalles son eternos, ¿Cuánto mas los mandamientos claramente expresados y vigentes en la torah?. Pues si hacemos todas estas cosas, alcanzaremos a lograr lo que Yeshua termino enseñando, en esta lección sobre la Torah: “Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto” (Mateo 5:48).