JUAN BAUTISTA Y JESÚS DE NAZARET:

Juan Bautista:

Nacido en Judea, Pariente de María, Primo de Jesús, Hijo de Elizabet y del Sacerdote Zacarías.

También de haber pasado un gran tiempo en otros lugares desérticos, aparece en el desierto de Judea vestido con pelo de camello y un cinto de cuero alrededor de sus lomos, comiendo langosta y miel silvestre, y pregonando el arrepentimiento por cuanto el reino de Dios se había acercado (Mt. 3:1, 2, 4). Con la autorización del altísimo, bautizaba en las aguas del Río Jordán para el arrepentimiento de los israelitas, y de su mensaje que por cierto vendría tras de si uno más poderoso que él, estaba predestinado a menguar y sucumbir para que Jesucristo creciera (Mt. 3:11; y Jn. 3:30). En efecto al ser encarcelado a la edad de 31 años, fue mandado a decapitar por Herodes el Tetrarca, para cumplir el pedido de Salomé la bailarina, y traída su cabeza en un plato, como a ella su madre Herodías se lo sugirió por venganza. (Mc. 6:17-28; y Mt. 14:3-11).

Juan Bautista reconocido por IESUE (JESÚS), como el último profeta de la Ley, aparece predicho en Malaquías 4:5, como la venida del Profeta Elías, antes del día grande y terrible de IEUE. Elías tubo que anticiparse a Jesucristo para hacer volver los corazones de los padres hacia los hijos y viceversa, y esto se cumplió en Juan el Bautista.

La prueba de ello está en Mateo 11:7-14, donde se relata lo dicho por Jesús, acerca de Juan Bautista, a quien además de catalogarlo de ser más que un profeta, dijo ser el mensajero delante de sus faz y aquel Elías que había de venir.

Jesús de Nazaret (IESUE), Rey prometido

Concebido por el Poder del Espíritu Santo, hijo natural de María y adoptivo de José, sus parientes más cercanos que se le conocen en el Nuevo Testamento, eran Elizabeth y Juan Bautista. Nació en Belén de la tierra de Judá, bajo el reinado de Herodes el Grande, y como este lo había mandado a matar, fue llevado por sus padres a Egipto, donde residió por un periodo de cuatro a cinco años. Luego viviendo en Nazaret, aprendió de José el oficio de la carpintería; y aún por su santa misión, vino y habitó en Capernaum, ciudad marítima en la Región de Zabulón y Neftalí. En Galilea comenzó su prédica del Evangelio, y habiendo convencido entre otros a pescadores y a cobradores de impuestos, se hizo el Maestro de 12 discípulos (Mt. 1:1-25; y 2:1-23; Lc. 3:23; y Mc. 1: 14-22; y 6:7-13).

El que hoy en día es llamado Yeshúa o Yahshua, pero en realidad IESUE y más popularmente Jesús, caminó sobre las aguas, hizo muchos milagros, emitió el Sermón de la Montaña y estaba predicho y prometido por IEUE Dios, para ser Rey; pero debía primero morir para concertar el nuevo pacto, resucitar e ir a las alturas para luego venir por segunda vez, tal y como sus discípulos vieron que se fue (Lucas 24:44-46; Heb. 9:16-28; Mc. 16:19, y Hc. 1:9-11).

Jesús antes de ser llevado al Gólgota para ser crucificado, fue entregado a los romanos por algunos de los judíos, de quienes en su mala intención de hacerlo morir por realizar muchas señales y prodigios, devenía toda clase de blasfemia e injuria en su contra. Una de ellas era acusarlo de impostor, porque según ellos él decía ser el Rey. De aquí la pregunta de Pilatos a Jesucristo ¿Desde luego tu eres Rey? Y Jesús le respondió, tus eres el que lo dices; pero que su reino le dijo también, no es de este mundo (Juan 18:32-36). Después de resucitar y antes de ascender al cielo envuelto en una nube, se le apareció a muchos de sus discípulos durante 40 días. Fue tanto así, que además de Magdalena, los onces (11) discípulos que desde los inicios eligió para la predicación del Evangelio Santo y Eterno, fueron los primeros en verlo resucitado, y con algunos de los cuales junto al mar de Tiberias, comió pan y pescado asado. Uno de ellos fue Pedro, a quien lo encargó de pastorear a sus corderos (Jn. 21.1-17).

JESÚS, estando en Betania fue separado de sus discípulos para ascender a los cielos, y ellos viéndolo lo recibió una nube que lo ocultó de sus ojos; y entre tanto ellos mirando en el cielo que este se iba, he aquí dos varones se les pusieron al lado diciendo: Varones galileos, ¿Por qué están mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto (Lc. 50-51; y Hec. 1.9-11).

De hecho en lo referente a ello, JESÚS debe venir a restaurar el reino de Israel en el tiempo o en la sazón que el Padre puso en su sola potestad; y luego ha de suceder el reinado eterno (Hc. 1.7; Lucas 1:26-41). Lo cierto es que esto ha de ocurrir cuando se den varios tiempos importantes: venga Jesucristo al cumplir la profecía de Isaías 63; derrote al Anticristo; se establezca su reino durante 1000 años (Reinado Milenial del Mesías), para luego derrotar a Satanás en Armagedón, seguido de la realización del Juicio Final (Ap. 19:11-21; 20:1-4; 21; 22). Y por fin un nuevo cielo y una nueva tierra, donde ha de descender la nueva Jerusalén, y en la que ha de estar el trono del Cordero por toda la eternidad (Ap. 21).

En definitiva, es necesario que en la primera Resurrección la casa de Jacob (Israel) actual, sea sucedida por el Israel espiritual, para que luego del Reinado Milenial, IESUE (JESUS) Reine en la Nueva Jerusalén, y no precisamente en este mundo, sino en un mundo nuevo, donde le ha sido reservado el trono de Dios eternamente.