AGREGADOS, CAMBIOS Y MEJORAS EN LOS ANTIGUOS LIBROS:
Al papa Dámaso I, Jerónimo le escribe la siguiente carta:
“¿No se encontrará acaso a más de uno, sea instruido o lo contrario, que no me llame un falsificador o un delincuente religioso porque tuve la osadía de agregar, cambiar o mejorar algo en los antiguos libros? Dos reflexiones son entretanto las que me consuelan y que me permite cargar con esta odiosidad: Por un lado, que tú, el obispo superior en rango a todos los demás, me llamaste a hacer esto; y por otro lado el que, como confirman también mis calumniadores, en lecturas que difieren entre sí, difícil es encontrar la verdad…” (Revisión de los evangelios, preámbulo, MPG 29, Sp. 525, citado según Adolf Martin Ritter, «Kirchen- undTheologiegeschichte in Quellen», tomo I, pág. 18)