LOS 12 HIJOS DE ISRAEL (JACOB)
Del Patriarca Israel (Jacob),
descendieron un total de 12 hijos, que fueron:
1) Rubén
2) Simeón
3) Leví
4) Judá
5) Zabulón
6) Izacar
7) Dan
8) Gad
9) Aser
10) Neftalì
11) José
12) Benjamín
De todos esos 12 hijos de Israel (Jacob), tan solo 10 que movidos por
los celos y la envidia, vendieron a José como esclavo, a unos ismaelitas de los
madianitas por 20 piezas de plata (Gn. 4:1127-36); y estos a su vez a Potifar, capitán
de la guardia egipcia, quien luego que no obstante de tenerlo en gran estima y
sobre los asuntos de su casa, lo echó en la cárcel, debido a la mujer suya, que
por el disgusto que tuvo al ver que se rehusó hacerle relaciones sexuales, lo acusó
falsamente de querer abusar de ella (Gn. 39:1-20). Pero a pesar de este
infortunio, aconteció varios años más tarde, que por voluntad de IEUE Elohim,
José llegó a ser gobernador de Mitzraim "Egipto", como el segundo
hombre de más poder después del Faraón, con el nombre de Zafnat-Panea, por
revelarle el sueño que tuvo de las 7 espigas y las 7 vacas (Gn.41:1-45).
Pasado un tiempo de esos acontecimientos, hubo falta de alimentos en la
tierra, menos en Egipto, donde al presentarse 10 de los hermanos de José, se
inclinaron ante él, sin saber que se trataba de su hermano que vendieron como
esclavo (Gn. 42:1-7). Y así se fueron cumpliendo los sueños de José, en cuanto
a los manojos, y al sol, la luna y 11 estrellas que se le inclinaron (Gn.
37:6-10). Desde entonces que la presencia de 10 de sus hermanos, impactó en lo
sentimental en gran manera a José, quien sagazmente logró que uno de ellos
trajese a su hermano Benjamín; y por último que, al descubrirse delante de
ellos, y obteniendo el consentimiento del Faraón, consiguió que todos sus
hermanos con los hijos de estos y el mismo Israel (Jacob), viviesen en Egipto.
Lo que esto era la voluntad de Elohim, para que después cuando sus
descendientes tuvieran 400 años de dura servidumbre, liberarlos y juzgar a Egipto,
por todo el mal que les causaron, en cumplido a lo que él anunció al patriarca
Abraham, diciendo: "Ten por cierto que tu descendencia morará en
tierra ajena, donde será esclava y oprimirán 400 años; y aun juzgaré la nación
a que servirán. Luego saldrán con riqueza grande, y en la cuarta generación
volverán acá, porque aún hasta aquí no ha llegado la maldad del amorreo a su
colmo" (Gn. 15:13-16).
Además de que José y sus hermanos yacían con sus descendientes morando
en Gosén de Egipto entre su padre Israel (Jacob), de este un poco antes de
morir, le fue dada a cada uno de sus hijos una bendición, diciendo:
"RUBEN: Primogénito de Jacob, su fortaleza y el
principio de su vigor; príncipe en poder. Impetuoso como las aguas, no será el
principal, por cuanto subió al lecho de su padre, y por esto se envileció
subiendo al estrado de Jacob" (Gn. 49:3-4).
"Simeón y Leví: Armas de iniquidad, sus armas. En su consejo
no entre mi alma ni mi espíritu se junte en su compañía; porque en el furor de
ellos mataron hombres, y en su temeridad desjarretaron toros. Maldito su furor,
que fue fiero: y su ira, que fue dura. Yo en mi los apartaré y los esparciré en
Israel" (Gn. 49:5-7).
"Judá: Lavó en su vino sus vestidos, y en la sangre de uva
su manto, Sus ojos rojos del vino, y sus dientes blancos de leche" (Gn.
49:9-12).
"Izacar: Asno fuerte que se recuesta entre los apriscos, y
vio que el descanso era bueno, y que la tierra era deleitosa; y bajó su hombro
para llevar, y sirvió en tributo" (Gn, 49:14-15).
"Dan: A encargarse de juzgar a su pueblo, como una de las
tribus de Israel; y aún, a llegar a ser serpiente junto al camino, víbora junto
a la senda, que muerde los talones del caballo, y hacia atrás al jinete. Tu
salvación esperé, oh IEUE" (Gn. 49:16-18),
"Gad: Aunque ejercito lo ha de acometer, él será quien al
fin acometerá" (Gn. 49:19).
"Aser: Su pan que aun será sustancioso, el dará deleites al
rey (Gn. 49:20).
"Neftalí: Como la cierva suelta que pronunciará dichos
hermosos" (Gn. 49:21).
"José: Rama fructífera junto a una fuente, cuyos vástagos se
extienden sobre el muro; y aunque le causaron amargura, le asaetaron y le
aborrecieron los arqueros, su arco se mantuvo, y los lazos de sus manos se
fortalecieron por las manos del fuerte de Jacob (por el nombre del pastor, la
roca de Israel). Por Elohim de su padre, quien lo ayudará y lo bendecirá con
bendiciones de los cielos de arriba; del abismo que está abajo; y de los pechos
del viento; con mayores bendiciones de su padre que las de los progenitores de
este, hasta el término de los collados eternos serán sobre su cabeza, y sobre
la frente de José, quien fue apartado de entre sus hermanos" (Gn.
49:22-26).
"Benjamín: Lobo arrebatador, quien a la mañana comerá la presa,
y a la tarde repartirá los despojos" (Gn. 49:27).
Por cada uno de esos hijos de Israel (Jacob), es una tribu, que a sumada
cuenta son las 12 tribus de Israel; y por cuanto al morir su padre, fue que 10
de ellos que teniendo miedo que José los aborreciera y se vengara por el mal
que le hicieron, le pidieron perdón. Más sin embargo José los tranquilizó y le
habló al corazón, no solo para decirles que habían hablado mal, sino que además
de que a sus hijos y a ellos los sustentaría, que él no está en lugar de
Elohim, quien a bien los encaminó para ver lo que veían y mantener a mucho
pueblo (Gn. 50:15-21).
Definitivamente es que en los 12 hijos de Israel
(Jacob), recayó el cumplimiento de los designios de Elohim, en aras de proseguir
con ellos la descendencia de Abraham, que provino después de su hijo Isaac, y
luego de Israel, para habitar en la tierra prometida, donde había de nacer,
morir y resucitar la simiente bendita, en la que vinieron a ser benditas todas
las naciones de la tierra. Descendencia esa que debió primeramente pasar por
una situación de convulsión familiar, con celos y envidias hacia José, que
según lo predestinado por Elohim, suscitó su venta como esclavo a los
madianitas, y estos lo vendieron a Potifar, el capitán egipcio. Para luego así
desencadenarse otros acontecimientos, como fueron el encarcelamiento de José,
su elevación como gobernador de los egipcios, y la hambruna por la falta de
alimentos en la tierra; y que por consiguiente de todos vivir 30 años en bien
entre su padre en Gosén de Egipto, no solo recibir aquí la bendición de Israel
(Jacob), poco antes de este morir, sino ser esclavos durante 400 años, tal y
como Elohim se lo había anunciado al patriarca Abraham, a fin de que saliendo
con riqueza grande, liberarlos con gran poder, e inducirlos al desierto por un
tiempo de 40 años, bajo una rigurosa ley y 10 mandamientos, con el objeto de
que muchos siglos después de estar ellos habitando en Canaán, viniera el Mesías
y efectuara la elección de los 12 apóstoles, quienes en representación de los
12 hijos de Jacob, también conocidos como los 12 patriarcas, se encarguen de
juzgar a las 12 tribus de Israel, en los últimos tiempos.