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General: SATANAS VUELVE A ENGAÑAR A LOS SERES HUMANOS
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Por su transgresión Adán y Eva se convirtieron en pecadores al adorar a Satanás desobedeciendo la Santa ley del cielo del Sinaí ,como Satanás fue expulsado del cielo así Adán y Eva del edén expulsados .GENESIS 3:4 4 Replicó la serpiente a la mujer: «De ninguna manera moriréis.
Génesis 3-> Ver. 4
[V.4-> No moriréis. Si la primera pregunta de Satanás tenía el propósito de despertar la duda -como lo era seguramente-, la declaración que la siguió tenía la apariencia engañosa de una declaración autorizada. Pero dentro de ella, con refinada astucia, se mezclaban la verdad y la mentira. Ese aserto contradecía la orden explícita de Dios con el énfasis máximo que se puede emplear en hebreo, y que se puede traducir: "Positivamente, no moriréis". Satanás desafió la veracidad de la orden de Dios con una mentira desembozada. Por esa razón, Cristo con justicia lo llamó padre de toda mentira (Jn 8:44).] Apocalipsis 12:9
Y fue arrojado el gran Dragón, la Serpiente antigua, el llamado Diablo y Satanás, el seductor del mundo entero; fue arrojado a la tierra y sus Angeles fueron arrojados con él.
Apocalipsis (de Juan) 12-> Ver. 9
[V.9-> Fue lanzado fuera. Satanás y sus ángeles fueron expulsados del cielo en las edades pasadas (2Pe 2:4), antes de la creación de este mundo (PP 14-23; cf. PE 145-146; CS 552-554; 3SG 36, 39; 1SP 17-33). Sin embargo, parece que hasta el momento del drama de la cruz podía llegar hasta los seres celestiales, y en un grado limitado, posiblemente como “príncipe de este mundo” (Jn 12:31; Luc 4:6), pero no como habitante del cielo, podía entrar en los recintos celestiales (DTG 709; cf. HR 26-27; ver com. “en tierra”). Esta puede ser, sin embargo, la expulsión definitiva que ocurrió en la cruz, como lo declaró nuestro Señor (Jn 12:31-32; cf. PP 54-57; DTG 455, 633,706). Es evidente por el contexto (Ap 12:10-13) 825 que Juan se está refiriendo más específicamente a los sucesos relacionados con el triunfo de Cristo en la cruz. Pueden notarse los siguientes puntos: 1. La proclamación que hace una “gran voz en el cielo” (Ap 12:10-12) es más o menos un paréntesis, cuyo propósito es explicar el significado de la expulsión de Satanás (Ap 12:9), en primer lugar a los habitantes del cielo, y luego a los de esta tierra. Después de este paréntesis explicatorio, el Ap 12:13 continúa la narración de las actividades de Satanás a partir del lugar donde había quedado en el Ap 12:9. Por consiguiente, los Ap 12:10-12 constituyen, principalmente, una declaración relativa al estado del plan de salvación en el momento en que Satanás fue “arrojado a la tierra”. 2. La primera declaración de la “gran voz” consiste en una serie de hechos relacionados con el triunfo de Cristo en la cruz sobre Satanás: se aseguró el plan de la “salvación”, se dio “poder” para resistir los engaños de Satanás, se aseguró el “reino” de Cristo y fue confirmado su “poder” literalmente “autoridad” de ser el Salvador del hombre, el sumo sacerdote y rey (Mat 28:18; CS 558). 3. La razón que se da en Ap 12:10 para esta cuádruple victoria es muy especifica: que “ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos”, lo cual relaciona claramente lo que se ha hecho con la expulsión del Ap 12:9. 4. En el tiempo de la expulsión de los Ap 12:9-10; Ap 12:13, “el acusador de nuestros hermanos” ya los había estado acusando activamente “delante de nuestro Dios día y noche”. Es obvio que esta caída ocurrió después de que Satanás había estado acusando durante cierto tiempo a “los hermanos”; por lo tanto, según parece ésta no puede ser la expulsión original de Satanás, la cual fue, por supuesto, antes de la creación de la tierra y de Adán y Eva. 5. El Ap 12:11 declara específicamente que fue “la Sangre del Cordero” -la muerte de Cristo en la cruz- la que había hecho posible la victoria sobre “el acusador de nuestros hermanos”. El gran dragón. Ver com. Ap 12:3. Serpiente. Una referencia a la serpiente que engañó a Eva (Gen 3:1). Antigua. Gr. arjáios, “antiguo”, “viejo”, de arj’, “principio”. “Arcaico” deriva de arjáios. Cf. Jn 8:44. Diablo. Gr.Diábolos, “calumniador” (ver com. Mat 4:1). Satanás. Gr. Satanás, transliteración del Heb. Sátan, que significa “adversario” (ver com. Zac 3:1). Engaña. Gr. Planáō, “hacer errar”, “descarriar”. “engañar” (ver com. Mat 18:12). Mundo. Gr. oikoumén’ “el mundo habitado”, de oikéō, “morar” (ver com. Mat 4:8). A la tierra. El conflicto en el cielo comenzó debido a los planes para la creación del hombre (ver 3SG 36). Cuando la tierra fue creada y entregada a Adán, Satanás se esforzó para hacer que cayera el hombre que acababa de ser creado. Cuando consiguió que Adán y Eva cayeran, reclamó la posesión de la tierra (ver com. Mat 4:8-9); pero lo limitó sus esfuerzos a esta tierra sino que también tentó a los habitantes de otros mundos (ver PE 290). No será sino hasta la segunda venida de Cristo cuando Satanás será completamente confinado a esta tierra durante mil años (ver com. Ap 20:3; cf. PE 290, DTG 455). ]
Apocalipsis 13:2,4 2 La Bestia que vi se parecía a un leopardo, con las patas como de oso, y las fauces como fauces de león : y el Dragón le dio su poder y su trono y gran poderío.
3 Una de sus cabezas parecía herida de muerte, pero su llaga mortal se le curó; entonces la tierra entera siguió maravillada a la Bestia.
4 Y se postraron ante el Dragón, porque había dado el poderío a la Bestia , y se postraron ante la Bestia diciendo: «¿Quién como la Bestia? ¿Y quién puede luchar contra ella?»
Apocalipsis (de Juan) 13-> Ver.
[V.2-> Leopardo... oso... león. Una evidente alusión al simbolismo de Dan. 7. Daniel vio tres bestias: la primera era semejante a un león; la segunda, a un oso; la tercera, a un leopardo. La bestia que vio Juan tenía características físicas tomadas de las tres, lo que indica, sin duda alguna, que el poder representado por la bestia de Apocalipsis posee características evidentes en los imperios de Babilonia, Persia y Grecia. Algunos han notado que Juan alude a estos poderes en el orden inverso de su aparición en la historia, o mirando retrospectivamente desde sus días. Dragón. Ver com. Ap 12:3. Le dio su poder. El dragón representa en primer lugar a Satanás, y en un sentido secundario recibió del dragón “su poder, y su trono, y grande autoridad” fue, claramente, la Roma papal. “De las ruinas de la Roma política se levantó el gran imperio moral en la “forma gigantesca” de la Iglesia Romana” (A. C. Flick, The Rise of the Mediaeval Church [ 1900], p. 150). Esta identificación es confirmada 832 por las especificaciones enumeradas en los versículos siguientes. Detrás de todo estaba Satanás, que procuraba exterminar a la iglesia. Cuando se dio cuenta que sus esfuerzos para aniquilar a los seguidores de Cristo por medio de la persecución resultaban ineficaces, cambió sus tácticas y se propuso separar de Cristo a la iglesia por medio del establecimiento de un sistema religioso falso y complejo. El dragón no actúa directamente por medio del paganismo, sino que empieza a trabajar tras la fachada de una organización profesamente cristiana, esperando de este modo disfrazar su identidad. Trono. Gr. thrónos. Los papas ascendieron al trono de los césares. La capital del sistema papal era la misma que la que había ocupado el Imperio Romano durante su apogeo. Grande autoridad. El papado predominó en los asuntos políticos y religiosos, y sobre la conciencia de los hombres. ]
Apocalipsis (de Juan) 13-> Ver.
[V.3-> Una de sus cabezas. Ver com. Ap 13:1. Herida. Gr. sfázō, “matar”, “degollar”. Es afín de la palabra que se traduce “inmolado” en el Ap 5:6. Los adventistas creen que esta predicción se cumplió asombrosamente en 1798, cuando el general Berthier entró en Roma a la cabeza del ejército francés y declaró que había terminado el poder político del papa. Tomó prisionero al papa, lo llevó a Francia, donde poco después murió (ver com. Dan 7:25; CS 492). Sin embargo, este suceso sólo marcó la culminación de una larga serie de acontecimientos. La decadencia del poder papal había comenzado muchos años antes (ver Nota Adicional de Dan. 7). El comienzo de la Reforma protestante fue un hecho significativo en la larga serie de acontecimientos. Su herida. Gr. pl’g’, “un golpe”, también la herida producida por un golpe. Uno u otro significado puede adaptarse en este versículo. La “herida de muerte” podría ser, o el golpe que produce la muerte, o la herida que produce la muerte. Fue sanada. En los años que transcurrieron después de la Revolución Francesa se produjo un reavivamiento gradual del sistema papal. El papa sufrió un nuevo golpe en 1870, cuando le fueron quitados los Estados papales. Un suceso importante aconteció en 1929 cuando, por el tratado de Letrán, el poder temporal le fue restaurado al papa. Recibió entonces el gobierno de la Ciudad del Vaticano, una sección de la ciudad de Roma, que ocupa una extensión de unas 44 hectáreas. Sin embargo, el profeta contempla que hay una restauración mucho mayor. Vio la herida completamente curada, como lo insinúa el texto griego. Juan vio, además, que después de la curación “todos los moradores de la tierra” -excepto unos pocos fieles- adoraron a la bestia (Ap 13:8; cf. CS 636). Esta adoración aún se halla en el futuro. Aunque el papado recibe el homenaje de ciertos sectores, enormes conjuntos humanos no le rinden pleitesía. Pero esto cambiará. La bestia del Ap 13:11 “hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada” (Ap 13:12). Se maravilló toda la tierra. Parecía increíble que pudiera resurgir el poder papal; pero la profecía ha declarado que así sucedería. ]
Apocalipsis (de Juan) 13-> Ver. 4
[V.4-> Adoraron al dragón. Adorar a la bestia es en verdad adorar al dragón, porque la bestia es el instrumento o agente visible del dragón, que lleva a cabo los propósitos del dragón. El período del restablecimiento del papado también se caracterizará por la actividad sin paralelo del espiritismo. Detrás del espiritismo está Satanás que obra “con todo engaño de iniquidad” (2Ts 2:10). Por medio del catolicismo romano, el espiritismo y el protestantismo apóstata, Satanás se propone lograr que todo el mundo le adore; y lo conseguirá, excepto de un noble remanente que se negará a acceder a sus pretensiones (Ap 12:17; Ap 13:8). Adoraron a la bestia. Ver com. “adoraron al dragón”. ¿Quién como? Tal vez sea una parodia de expresiones similares dirigidas a Dios (Exo 15:11; Sal 35:10; Sal 113:4). ¿Podrá luchar contra ella? La resistencia a las demandas de la bestia evidentemente significaba guerra. Se sugiere que regiría por la fuerza de las armas y que la resistencia sería inútil; pero finalmente Cristo y los ejércitos del cielo tendrán éxito en su lucha contra ella, y la arrojarán viva “dentro de un lago de fuego que arde con azufre” (Ap 19:20). ]
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Apocalipsis (de Juan) 17-> Ver. 11
[V.11-> La bestia que era papado . Ver com. Ap 17:8. Es también el octavo. Esta es la bestia cuando resurge en el período “será”, inmediatamente después de su salida del “abismo” (ver com. Ap 17:8; Ap 17:10). Algunos consideran que el octavo poder es el papado solo; otros sugieren que representa a Satanás. Los que siguen este segundo punto de vista destacan que en el tiempo que aquí se indica, Satanás intentará personificar a Cristo (ver com. 2Ts 2:8). Es de entre los siete. O “sale de los siete”. La bestia -“el octavo”- que era, parece ser la misma bestia a la cual se le añadieron las siete cabezas (cf. Ap 13:11-12). La ausencia en el texto griego del artículo definido antes del ordinal “octavo”, sugiere que la bestia era la verdadera autoridad que respaldaba a las siete cabezas, y que por lo tanto es más que sólo otra cabeza o la octava de la serie: es su resumen y culminación, la misma bestia. En el texto griego la palabra que se usa para “octavo” es del género masculino y por lo tanto no puede referirse a una cabeza, cuyo nombre es del género femenino. Perdición. Ver com. Ap 17:8. ]
Apocalipsis (de Juan) 17-> Ver. 12
[V.12-> Diez cuernos reyes gobernantes de este mundo . Cf. Dan 7:24; Ap 12:3; Ap 13:1; ver com. Dan 7:7; Ap 12:3. Aún no han recibido reino. Según algunos, el número “diez” especifica diez “reyes” o naciones; pero otros consideran que “diez” es un número redondo, y que como tal se refiere a todos los poderes de la categoría llamada “cuernos” sin tener en cuenta un número preciso. Este uso es frecuente en las Escrituras (ver com. Ap 12:3). Algunos suponen que estos diez cuernos representan los diez poderes especificados antes en Dan. 7 y en Apoc. 12 y 13. Otros, considerando que estos diez “por una hora recibirán autoridad como reyes juntamente con la bestia”, creen que, por lo tanto, no pueden ser identificados con las diversas naciones que surgieron durante el desmoronamiento del Imperio Romano. Hora. Gr. hōra, “período de tiempo”, ya sea de un año, de un mes, o de un día; “hora”, “tiempo”. Hōra se traduce indistintamente como “hora” o “tiempo” en Mat 14:15; Mat 18:1; Mar 6:35; Luc 2:38; Jn 16:2; Jn 16:4; Jn 16:25; 2Co 7:8; File 1:15; Jn 2:18; Ap 14:15. Se traduce como “poco de tiempo” en 1Ts 2:17, “ya hora” en Rom 13:11 y “anochecía” en Mar 11:11. Es obvio que el significado de hōra debe determinarse en cada caso por el contexto. Algunos han tomado la “hora” del Ap 17:12 como un tiempo profético, lo que representaría un lapso literal de unas dos semanas; pero el contexto parece indicar algo distinto. Se reconoce generalmente que en el cap. 18 se da una explicación más detallada de los sucesos descritos en el Ap 17:12-17; pero el lapso designado como “un día” en el Ap 18:8 también se llama “una hora” en los Ap 17:10; Ap 17:17; Ap 17:19, de donde se deduce que la Inspiración se propuso indicar un período breve sin especificar su duración exacta. Por lo que se ha expuesto parece preferible entender la expresión “una hora” del Ap 17:12 como un periodo breve, indeterminado. Los lapsos mencionados en los pasajes proféticos no siempre designan lo que comúnmente se conoce como tiempo profético. Por ejemplo, los siete años de hambre predichos por José fueron años literales (Gen 41:25-31), y también lo fueron los 40 años de peregrinaje predichos en Num 14:34. Lo mismo puede decirse de los 400 años de Gen 15:13, de los 70 años de Jer 25:12; Jer 29:10, y de los 1.000 años de Ap 20:4. La breve “hora” del Ap 17:12 presenciará la culminación de los planes satánicos para unificar el mundo por medio de un pacto entre 870 las organizaciones religiosas apóstatas representadas por la mujer hijas y madre de la ramera juntas , y los poderes políticos representados por la bestia papado (ver com. Ap 16:13-14; Ap 17:3). Fue indudablemente durante esta breve “hora” cuando Juan vio a la, “mujer”, sentada sobre la “bestia” en el apogeo de su carrera, y “ebria” con la sangre de los santos y de los mártires de Jesús inquisición católica contra el pueblo de Cristo sábado séptimo día Biblia y su ley del Sinaí del cielo (Ap 17:3-6). ]
Apocalipsis (de Juan) 17-> Ver. 13
[V.13-> Propósito. Gr. gnōm’, “opinión”, “intención”, “propósito”, “resolución”, “decreto”. En el Ap 17:17 gnōm’ se traduce “lo que él quiso”. El “propósito” de las naciones de la tierra es diametralmente opuesto al de Dios Cristo y la Santa Biblia . Las naciones representadas por los diez cuernos han decidido unirse con la “bestia papado ” (ver com. ver. 3) para obligar a los habitantes de la tierra a beber del “vino catecismo Domingo la marca de la Bestia 666 ” de Babilonia (ver com. Ap 17:2), o sea unir a todo el mundo bajo su dominio y aniquilar a todos los que se nieguen a cooperar con el papado la Bestia y su marca catecismo (ver com. Ap 17:14). Ver PE 34, 36, 282; CS 673, 682, 684; PR 376, 431; 2JT 68. Cf. Ap 16:12-16. Y entregará. Ver com. “autoridad”. Poder. Gr. dúnamis, “fuerza”, “capacidad”, “potencia”, o sea la capacidad de llevar a cabo una resolución. Por medio de sus diez cuernos la bestia papado se dispone a alcanzar su propósito de gobernar el mundo como la edad media con su marca . Autoridad. Gr. exousía (ver com. Mar 2:10; Rom 13:1). En griego dice: “estos tienen un mismo propósito, y entregarán su capacidad y su autoridad a la bestia su marca catecismo Domingo papado ”. Este consentimiento unánime de las naciones se logra por la intervención de los tres “espíritus espiritismo hechicería ” malignos (ver com. Ap 16:13-14). Ahora que ya ha finalizado el tiempo de gracia cuando la ley dominical se obligue con decreto de muerte y comiencen a caer las plagas Apoc 16 sobre el papado aliados , Dios permite una unión mundial político-religiosa cuyo propósito es el aniquilamiento de su pueblo del sábado séptimo día . Ha impedido que se efectúe este plan desde los días de Babel (ver com. Gen 11:4-8; Dan 2:43; Ap 14:8), pero ahora retira su mano protectora para que comiencen a car las plagas (Ap 17:17; cf. com. 2Cr 18:18-22). “Habrá un vínculo de unión universal, una gran armonía, una confederación de las fuerzas de Satanás... En la batalla que ha de librarse en los últimos días, estarán unidos en oposición contra el pueblo de Dios todos los poderes corruptos que han abandonado su lealtad a la ley de Jehová sábado séptimo día ” Material Suplementario, com. Ap 17:13-14). ]
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LA GRAN BATALLA DE ARMAGEDON MUNDIAL ANTES DEL REGRESO DE CRISTO INQUISICION MUNDIAL CONTRA EL REMANENTE DE CRISTO SU PUEBLO.
Apocalipsis (de Juan) 17-> Ver. 14
[V.14-> Pelearán. O se unirán en batalla inquisicion contra Cristo y su pueblo . Con el mundo unido los que tienen la marca de la Bestia los que están con el papado (ver com. Ap 16:12-16; Ap 17:13) bajo el liderazgo de la “bestia papado vaticano ”, Ap 17:3; Ap 17:8; Ap 17:11, comienza ahora la etapa final de la prolongada guerra contra Cristo y su pueblo. Esta etapa del conflicto, denominada “la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso” (Ap 6:14), se describe más plenamente en el Ap 19:11-21 . Durante la sexta plaga se harán los preparativos para la batalla contra Cristo y su pueblo (ver com. Ap 16:12-16), que se librará el remanente de Cristo durante la séptima plaga con el regreso de Cristo . El Cordero. Ver com. Ap 5:6. Los vencerá Cristo . El fiel pueblo de Dios, que ha sufrido durante tanto tiempo a manos de sus enemigos (Ap 6:9-11; Ap 12:13-17; Ap 13:7; Ap 13:15), será librado cuando el “Señor de señores y Rey de reyes” despliegue su brazo poderoso y saga a defender la causa de los suyos (ver com. Ap 11:15; Ap 11:17; Ap 18:20; Ap 19:2; Ap 19:11-21). Cristo intervendrá en el momento en que las fuerzas del mal lancen su ataque contra los santos, al comienzo de la séptima plaga (ver CS 693-694; com. Ap 16:17). Señor de señores. El título “Señor de señores y Rey de reyes” se usa en las Escrituras para referirse a Cristo cuando vuelva a la tierra para vencer a su huestes del mal y librar a su pueblo (1Ti 6:15; Ap 19:16; cf. Mat 25:31; Ap 1:5; Ap 1:17-14; CS 480-481, 671-672). Con. Gr. metá (ver com. Ap 17:1), que aquí significa “en la compañía de”. Llamados. O “invitados”; según el NT los que reciben la invitación para alcanzar la salvación eterna (ver com. Mat 22:3; Mat 22:14). Elegidos. O “escogidos”. No todos los que son “llamados” tienen las cualidades para ser “caídos”. En cuanto a la distinción entre “llamados” y “escogidos”, ver com. Mat 22:14; cf. com. Jn 1:12. Fieles. O “dignos de confianza”, “confiables”. Los que han sido “elegidos” deben permanecer “fieles” hasta “la muerte” (Ap 2:10), si es necesario, para que sean contados “con él”, es decir, con Cristo. La añadidura de la palabra “fieles” implica que no es suficiente ser solo “llamados” y “elegidos”; en otras palabras, los que una vez participaron de la experiencia de la gracia por la fe en Cristo, deben “permanecer” en la gracia para ser elegidos y entrar en el reino de la gloria (ver com. Jn 3:18-20; Efe 1:4-5; cf. com. 1Co 3:15; cf. Eze 3:20; Eze 18:24; Eze 33:12). ]
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LAS PLAGAS Y FALTA DE ALIMENTO A LOS QUE TIENEN LA MARCA DE LA BESTIA PAPADO ALIADOS . APOCALIPSIS 18: 7 En proporción a su jactancia y a su lujo, dadle tormentos y llantos. Pues dice en su corazón: Estoy sentada como reina, y no soy viuda y no he de conocer el llanto... 8 Por eso, en un solo día llegarán sus plagas: peste, llanto y hambre, y será consumida por el fuego. Porque poderoso es el Señor Dios que la ha condenado.» 9 Llorarán, harán duelo por ella los reyes de la tierra, los que con ella fornicaron y se dieron al lujo, cuando vean la humareda de sus llamas; Apocalipsis (de Juan) 18-> Ver. 7 [V.7-> Cuanto. Ojo por ojo: el castigo guardará reciprocidad con su crimen; sus sufrimientos y lamentos estarán en proporción con su jactancia y disipación anteriores. Se ha glorificado y ha vivido en deleites. La primera parte del Ap 18:7 dice: “tantas cosas la han glorificado y hecho licenciosa”. ¡Tantas cosas han contribuido a su orgullo y lascivia! Su arrogante suficiencia propia la hizo confiar en el éxito final de su complot para aniquilar inquisición mundial al pueblo remanente de Dios del sábado séptimo día sello de Cristo y reinar en forma suprema sobre la tierra. Está orgullosa de su riqueza, popularidad y poder. Cf. Isa 47:6-10; Eze 28:2; Eze 28:4-5; Eze 28:16. Tormento. Ver com. Ap 17:16; Ap 18:4. Llanto. O “duelo” como resultado de las “plagas los que tienen la marca de la Bestia y su imagen catecismo Domingo 666 ” (Ap 18:4) que la atormentan. Compárese con el lamento de los “reyes” y “mercaderes” (Ap 18:9; Ap 18:11). Dice en su corazón. Lo dice en el tiempo en que el ángel del Ap 18:4 proclama su mensaje de advertencia antes del fin del tiempo de gracia cuando las plagas caen a los impíos , y más tarde durante la sexta plaga (ver com. Ap 17:1). Un amor propio exagerado la ha llenado de confianza en su impío plan de gobernar el mundo el papado y aliados . Su intento de engañar a otros ha resultado en su propio y total autoengaño. No sólo ha “embriagado” a otros, sino que ella también está embriagada con el vino de fornicación catecismo y las plagas (ver com. Ap 17:2; Ap 17:6). Estoy sentada como reina vaticano . Nótese el tiempo presente del verbo (ver com. “dice en su corazón”). La verdadera iglesia es presentada en la Escritura como una “virgen pura del sello de Cristo Apoc 14:7cap14:12,7:2 ,15:2 ” (ver com. 2Co 11:2). como la novia (“esposa”) de Cristo (ver com. Efe 5:23-32; cf. com. Ap 12:1; Ap 19:7-8). La gran ramera Vaticano se hace pasar por la novia de Cristo delante de los moradores de la tierra, sobre los cuales pretende ejercer dominio en el nombre de Cristo; pero es una “reina” falsa con la marca de la Bestia y su imagen 666(cf. Isa 47:6-10), una ramera que nunca tuvo un esposo legítimo satanás , y sin embargo se jacta de sus conquistas. ¿Acaso no la agasajan los “reyes” y “los grandes” de la tierra (Ap 18:9; Ap 18:23)? ¿No están sometidos a su voluntad como instrumentos dedicados a sus proyectos nefastos? (ver com. Ap 17:2). No soy viuda. Como “viuda” no tendría posición legal ni podría aspirar a la lealtad de los moradores de la tierra. Cf. Isa 47:8; Isa 47:10. En tiempos del NT las viudas, tanto judías como romanas, debían depender de sus hijos si los tenían. Si no, se nombraba a algún hombre como tutor de la viuda, quien no tenía derecho a tomar decisiones ante la ley. Llanto. Lo que menos espera sin duda le sobrevendrá (ver com. Isa 47:11). ] Apocalipsis (de Juan) 18-> Ver. 8 [V.8-> Por lo cual. Es decir, a causa de su arrogante jactancia, su orgullosa exaltación propia, su completa lascivia, su codicia inescrupulosa de poder y supremacía, y su atrevida oposición a la voluntad revelada de Dios. Un solo día. Algunos creen que se trata de tiempo profético, y que por lo tanto representa un año literal; pero otros consideran que el ángel está recalcando lo repentino e inesperado de las “plagas” que caerán sobre la Babilonia simbólica, especialmente por su falso sentido de seguridad (Ap 18:7), o que está hablando de un lapso indefinido. En vista de que se dice que el mismo suceso ocurre en “una hora” (Ap 18:10; Ap 18:17; Ap 18:19), parece preferible la segunda explicación (ver com. Ap 17:12; cf. Jer 50:29; Jer 50:31). Además, el tiempo de los verbos que acompañan a las palabras “día” y “hora” (Ap 18:10) sugiere un momento más bien que un período, y por lo tanto parece recalcarse lo repentino e inesperado antes que la duración. Cf. Isa 47:9; Isa 47:11; Jer 50:31; Jer 51:8. Sus plagas. Ver com. Ap 18:4. Muerte. Se presenta primero el resultado final de sus “plagas” (ver com. Ap 18:21). Llanto. Ver com. Ap 18:7. Hambre. Durante la cuarta plaga habrá un hambre literal (Ap 16:8-9) que sufrirán los partidarios de Babilonia (cf. Ap 18:1-2); sin embargo, el castigo de Babilonia como organización ocurrirá durante la séptima plaga (Ap 18:18-19), y el hambre que aquí se menciona es sin duda figurada -como es de esperarse en el caso de una entidad figurada tal como la Babilonia simbólica- y concuerda con el carácter sumamente poético y figurado de todo el capítulo 18. Será quemada. O “consumida por el fuego” (BJ). La mujer simbólica, Babilonia, por supuesto “será quemada” con un fuego figurado (cf. Efe 6:16; 1Pe 4:12; ver com. Ap 17:16). Su suerte se describe mediante una figura completamente diferente en el Ap 18:21. Hay una descripción de los acontecimientos aquí predichos en CS 711-715. Fuego. Cf. Jer 50:32; Jer 51:24-25; Jer 51:37. Poderoso. Es decir, es plenamente capaz de llevar acabo su voluntad sobre Babilonia (cf. Ap 17:17). La juzga. ”La ha condenado” (BJ). La evidencia textual establece (cf. p. 10) el texto “la juzgó”. El juicio pronunciado sobre Babilonia es tan cierto que el ángel habla de él como algo ya consumado. Ver com. Ap 16:19; Ap 17:1; Ap 17:17; Ap 19:2. Lo que le acontece no es un accidente, sino un acto deliberado de Dios. ] Apocalipsis (de Juan) 18-> Ver [V.9-> Los reyes de la tierra. Ver com. Ap 16:14; Ap 16:16; Ap 17:2; Ap 17:12-14. Han fornicado. Ver com. Ap 17:2. Vivido en deleites. Ver com. Ap 18:7. Llorarán. O “harán duelo por ella”, “sollozarán por causa de ella”, con llanto fuerte y abundante. Los desventurados “reyes” y “mercaderes” (Ap 18:11) de la tierra, al anticipar su propia suerte inminente se unen en una endecha de muerte por la altanera Babilonia, ahora atormentada sobre su ardiente hoguera fúnebre. El dramático efecto de los Ap 18:9-20, que describen el destino inexorable de la gran ramera, es destacado por su exótica forma literaria oriental: prolijidad poética realzada por figuras literarias. La exhortación del cap. 18 es en primer lugar emotiva, pero está reforzada por una lógica incisiva: para los que respondan a la exhortación de Dios de huir de la ira venidera (Ap 18:4), todavía hay la posibilidad de evitar la suerte inminente de Babilonia.] BABILONIA APOCALIPSIS 16:13,14 13 Y vi que de la boca del Dragón, de la boca de la Bestia y de la boca del falso profeta, salían tres espíritus inmundos como ranas. 14 Son espíritus de demonios, que realizan señales y van donde los reyes de todo el mundo para convocarlos a la gran batalla del Gran Día del Dios Todopoderoso. Apocalipsis (de Juan) 16-> Ver. 13 [V.13-> Vi. Ver com. Ap 1:1. De la boca. La boca es el instrumento del habla. Estos “tres espíritus inmundos” que salen de las bocas del “dragón”, de la “bestia” y del “falso profeta”, representan la política que esta triple unión religiosa proclamará al mundo, la cual se menciona en el Ap 17:2 como el “vino” de Babilonia (ver com. Ap 16:14; Ap 17:2; Ap 17:6). Dragón. Ver com. Ap 12:3; Ap 13:1. El primer miembro de esta triple unión religiosa se identifica generalmente con el espiritismo o con el paganismo. Este último consiste principalmente en la adoración de espíritus maléficos, y por eso se parece esencialmente al espiritismo moderno tal como se practica en los países cristianos. La bestia. Ver com. Ap 13:1; Ap 17:3; Ap 17:8. Falso profeta. Evidentemente debe identificarse con la segunda bestia del Ap 13:11-17 (ver com. Ap 16:11), que apoya a la primera bestia de los Ap 16:1-10, y que por medio de los milagros que tiene el poder de hacer en presencia de la bestia (Ap 16:12-14), engaña a los hombres para que le hagan a ésta una “imagen”. Cf. Ap 19:20; Ap 20:10. Tres espíritus inmundos. Los defensores de ambas opiniones concuerdan en identificar al “dragón”, la “bestia” y el “falso profeta”, con el espiritismo moderno (CS 645) o paganismo, el papado, y el protestantismo apóstata (cf. Ap 13:4; Ap 13:14-15; Ap 19:20; Ap 20:10), respectivamente. Los “tres espíritus inmundos” evidentemente simbolizan o representan a este trío maléfico de poderes religiosos, que juntos constituyen la “gran Babilonia” de los últimos días (Ap 16:13-14; Ap 16:18-19; ver com. Ap 16:19; Ap 17:5). A manera de ranas. Tal vez no deba atribuirse ningún significado a esta comparación, que quizá sólo tiene el propósito de destacar lo repulsivo que son los “tres espíritus 858 inmundos” delante de Dios. ] Apocalipsis (de Juan) 16-> Ver. [V.14-> Espíritus de demonios. En los Evangelios el término “espíritu inmundo” se usa como equivalente de “diablo” (Mar 1:27; Mar 1:34; Mar 3:11; Mar 3:15; Mar 6:7; etc.). Ver Ap 18:2; cf. 2JT 176-177. Hacen señales. O “hacen milagros”, es decir, “señales y prodigios mentirosos” (ver com. 2Ts 2:9) con el propósito de confirmar el poder y la autoridad de la persona que los hace (ver t. V, pp. 198-199). Estos milagros también se mencionan en Ap 13:13-14; Ap 19:20. Las manifestaciones sobrenaturales de varias clases son el medio por el cual Satanás- obrando mediante diversos instrumentos humanos- logrará unir al mundo con el propósito de exterminar a los que constituyen la única barrera que se opondrá a su dominio indiscutido sobre la humanidad. Reyes de la tierra. La evidencia textual establece (cf. p. 10) el texto “reyes de todo el mundo”. Los “reyes” son los poderes políticos de la tierra, en contraste con la triple unión religiosa del Ap 16:13 (ver el comentario respectivo) que congrega a las naciones de la tierra para que se unan en una cruzada con el fin de destruir al pueblo de Dios (3JT 285; CS 618, 682). Esta liga mundial político-religiosa (ver com. Ap 17:3) aspirará a gobernar todo el mundo. De acuerdo con el primer punto de vista, estos “reyes” representan las naciones del Occidente en contraste con los “reyes del oriente” (Ap 16:12), es decir, las naciones del Oriente. Según el segundo punto de vista, la frase “reyes de la tierra y de todo el mundo” incluye a las naciones del Oriente y del Occidente (ver com. Ap 16:12). Hay más información en cuanto a la identidad de los “reyes de la tierra” y al éxito transitorio de esta unión, en Ap 17:2; Ap 17:12; Ap 17:14; ver com. Ap 16:12; cf. 3JT 171. Reunirlos. Según la primera opinión, este acto de congregarlos consistirá en los preparativos políticos y militares de los “reyes de la tierra en todo el mundo”. Según la segunda, se refiere a los esfuerzos que hará la triple unión religiosa para concertar una acción unificada de los poderes políticos de la tierra con el propósito de luchar contra el remanente del pueblo de Dios. La batalla. Los defensores de ambas interpretaciones concuerdan en que se describen distintos aspectos de la misma batalla en los Ap 14:14-20; Ap 16:12-19; Ap 17:14-17; Ap 19:11-21; cf. 6T 406. Según el primer punto de vista, ésta es principalmente una batalla político - militar que se librará entre las naciones de Oriente y Occidente en el valle de Meguido (ver com. Ap 16:12-13). De acuerdo con la segunda opinión, en esta batalla las naciones se unen para destruir al pueblo de Dios, y por lo tanto es ante todo un conflicto religioso. Aquel gran día. Es decir, el día de la ira de Dios (ver com. Ap 16:1). La evidencia textual establece (cf. p. 10) el texto “del gran día de Dios Todopoderoso”. Ver com. Isa 2:12. Dios Todopoderoso. Ver com. Ap 1:8. ]
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Los frutos de la conversión
«YO RUEGO por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste, porque tuyos son, y todo lo mío es tuyo y lo tuyo mío; y he sido glorificado en ellos” (Juan 17: 9, 10). Fíjense bien en estas palabras. Es Jesucristo quien está orando a su Padre: «Y todo lo mío es tuyo y lo tuyo mío; y he sido glorificado en ellos”.
¿Es verdad? ¿Creemos en la Biblia? ¿Es Cristo glorificado en nosotros? Deseo que consideren esto. Él está hablando de ser uno, de la unidad que existirá entre él y sus discípulos. En esa unidad, en que lleguemos a ser un pueblo, Cristo es glorificado en nosotros. Quisiera que reflexionemos en la poca importancia que muchos de nosotros le damos a buscar y preservar dicha unidad. ¡Pero esa unidad con los creyentes en y por medio de Cristo constituye la gran fortaleza de la iglesia! La unidad, el amor a través de la fe y la comunión con el pueblo de Dios por medio de la fe en Cristo, es poderoso .
Cuán fervientes, cuán decididos, cuán diligentes han de ser nuestros esfuerzos para responder la oración de Cristo, para que tengamos esa armonía unos con otros, por la cual Cristo murió para perfeccionarnos. Es necesario que podamos ser uno con Cristo, porque a menos que estemos procurando constantemente esa comunión y esa unidad fracasaremos al no responder la oración de ser uno con Cristo, como él es uno con el Padre. Se habrán dado cuenta de que he contraído un fuerte resfriado durante este viaje. Es muy difícil para mí hablar, pero quizás me puedan oír. Espero que así sea.
Oír y actuar
EN MATEO 7: 22-28 se presentan dos grupos de personas: los que oyen y los que hacen. Hay gente que oye y no actúa, y hay gente que oye y actúa. El que no solo escucha sino que también es hacedor de la Palabra del Señor, este es el que construye sobre la Roca. Queremos estar entre aquellos que están edificando sobre la Roca eterna y no entre los que están construyendo sobre la arena. De estos dos grupos de edificadores que hemos mencionados, uno está colocando su cimiento en la arena, y el otro sobre la roca. He aquí la pregunta para nosotros, ¿cómo estamos edificando?
La manera en que edificamos es muy importante. Necesitamos establecer un cimiento profundo para que las tormentas no nos muevan. Nuestra salvación tuvo un precio, costó la sangre del Hijo de Dios. Si bien se ha hecho todo lo posible para que tengamos una relación correcta con Dios, debemos meditar profundamente en todos los privilegios que hemos recibido en lugar de andar cuestionando siempre las decisiones de Dios respecto a nosotros, y determinando si esto o aquello es correcto. Hemos de seguir un curso que resista la prueba de su ley, una prueba que obrará en nosotros un eterno peso de gloria.
Dios nos pide que desarrollemos un carácter que sea capaz de soportar la prueba del juicio. No tendremos su protección cuando llegue las tormentas si en ese momento se demuestra que hemos malgastado el tiempo de prueba que se nos ha concedido a fin de que edifiquemos caracteres para la eternidad; porque el carácter que ahora estamos edificamos no es solo para este tiempo, sino para la eternidad. La parábola describe a los que edifican sobre la arena como aquellos que piensan que están bien, los que se presentan delante del Señor y dicen: «He hecho esto, he hecho aquello». «Muchos me dirán en aquel día: “Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?”». Pero esto no sirve de nada ante el Se-ñor. «Entonces les declararé: “Nunca os conocí. ¡Apartaos de mí, hacedores de maldad!”» (ver Mat. 7: 22-23).
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Preparación para el juicio Apoc 14:7
En Apocalipsis 20: 11-15 se nos presenta el gran y solemne día cuando comienza el juicio. En aquel día los libros serán abiertos y los muertos serán juzgados según lo que esté escrito en ellos. Al ver a la gente corriendo de un lado a otro en nuestras ciudades, con sus afanes, me pregunto si alguna vez han pensado en el día de Dios que está por sobrevenir. Todos nosotros deberíamos vivir pensando en la llegada del gran día que pronto nos sobrecogerá.
Los habitantes del mundo antiguo diluviano Noe recibieron durante ciento veinte años un mensaje de advertencia, pero no quisieron escucharlo. Por tanto, se apartaron del mensaje de verdad que Dios les envió. Les convenía haber prestado atención a dicho mensaje a fin de encontrar refugio ante la venidera tormenta de la ira de Dios.
El juicio comenzo y los libros fueron abiertos.
Un río de fuego procedía y salía de delante de él; millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante de él; el Juez se sentó, y los libros fueron abiertos. Daniel 7:10. EJ 321.1
Los libros del cielo, en los cuales están consignados los nombres y los actos de los hombres, determinarán los fallos del juicio. El profeta Daniel dice: “El Juez se sentó, y los libros se abrieron”. San Juan describiendo la misma escena en el Apocalipsis, agrega: “Y otro libro fue abierto, el cual es de la vida: y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras”. Apocalipsis 20:12. EJ 321.2
El libro de la vida contiene los nombres de todos los que entraron alguna vez en el servicio de Dios. Jesús dijo a sus discípulos: “Gozaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos”. Lucas 10:20. San Pablo habla de sus fieles compañeros de trabajo, “cuyos nombres están en el libro de la vida”. Filipenses 4:3. Daniel, vislumbrando un “tiempo de angustia, cual nunca fue”, declara que el pueblo de Dios será librado, es decir, “todos los que se hallaren escritos en el libro”. Daniel 12:1. Y San Juan dice en el Apocalipsis que sólo entrarán en la ciudad de Dios aquellos cuyos nombres “están escritos en el libro de la vida del Cordero”. Apocalipsis 21:27. EJ 321.3
Delante de Dios está escrito “un libro de memoria”, en el cual quedan consignadas las buenas obras de “los que temen a Jehová, y de los que piensan en su nombre”. Malaquías 3:16. Sus palabras de fe, sus actos de amor, están registrados en el cielo. A esto se refiere Nehemías cuando dice: “¡Acuérdate de mí, oh Dios mío,... y no borres mis obras piadosas que he hecho por la Casa de mi Dios!” Nehemías 13:14. En el “libro de memoria” de Dios, todo acto de justicia está inmortalizado. Toda tentación resistida, todo pecado vencido, toda palabra de tierna compasión, están fielmente consignados, y apuntados también todo acto de sacrificio, todo padecimiento y todo pesar sufridos por causa de Cristo. El salmista dice: “Tú cuentas los pasos de mi vida errante: pon mis lágrimas en tu redoma: ¿no están en tu libro?” Salmos 56:8... EJ 321.4
La obra de cada uno pasa bajo la mirada de Dios, y es registrada e imputada ya como señal de fidelidad ya de infidelidad. Frente a cada nombre, en los libros del cielo, aparecen, con terrible exactitud, cada mala palabra, cada acto egoísta, cada deber descuidado, y cada pecado secreto, con todas las tretas arteras... EJ 321.5
Todo el más profundo interés manifestado entre los hombres por los fallos de los tribunales terrenales no representa sino débilmente el interés manifestado en los atrios celestiales cuando los nombres inscritos en el libro de la vida desfilen ante el Juez de toda la tierra. El divino Intercesor aboga por que a todos los que han vencido por la fe en su sangre se les perdonen sus transgresiones, a fin de que sean restablecidos en su morada edénica y coronados con él como coherederos del “señorío primero”. Miqueas 4:8.—
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CRISTO NUESTRO DIOS Y CREADOR GENESIS 1:1,2
En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
Génesis 1-> Ver. 1
[V.1-> En el principio. Estas palabras nos recuerdan que todo lo humano tiene un principio. Sólo Aquel que está entronizado como el soberano Señor del tiempo no tiene principio ni fin. De modo que las palabras con que comienzan las Escrituras trazan un decidido contraste entre todo lo que es humano, temporal y finito, y lo que es divino, eterno e infinito. Al hacernos recordar nuestras limitaciones humanas, esas palabras nos señalan a Aquel que es siempre el mismo, y cuyos años no tienen fin (Heb 1:10-12; Sal 90:2; Sal 90:10). Nuestra mente finita no puede pensar en "el principio" sin pensar en Dios, pues él "es el principio" (Col 1:18; cf. Jn 1:1-3). La sabiduría y todos los otros bienes tienen su principio con él (Sal 111:10; Stg 1:17). Y si alguna vez hemos de asemejarnos de nuevo a nuestro Hacedor, nuestra vida y todos nuestros planes deben tener un nuevo principio en él (Gen 1:26; Gen 1:27; cf. Jn 3:5; Jn 3:1-3). Tenemos el privilegio de disfrutar de la confiada certeza de que "el que comenzó" en nosotros "la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo" (Fil 1:6). El es "el autor y consumador de la fe" (Heb 12:2). Nunca olvidemos el hecho sublime implícito en estas palabras: "En el principio... Dios". Este primer versículo de las Sagradas Escrituras hace resaltar decididamente una de las seculares controversias entre los cristianos que creen en la Biblia, por un lado, y los escépticos ateos y materialistas de diversos matices por el otro. Estos últimos, que procuran en diferentes formas y en diversos grados explicar el universo sin Dios, sostienen que la energía es eterna. Si esto fuera verdad y si la materia tuviera el poder de evolucionar, primero de las formas más simples de la vida, yendo después a las más complejas hasta llegar al hombre, ciertamente Dios sería innecesario. Gen 1:1 afirma que Dios es antes de todo lo que existe y que es, en forma excluyente, la única causa de todo lo demás. Este versículo es el fundamento de todo pensar correcto en cuanto al mundo material. Aquí resalta la impresionante verdad de que, "al formar el mundo, Dios no se valió de materia preexistente" (3JT 258). El panteísmo, la antigua herejía que despoja a Dios de personalidad al diluirlo por todo el universo, haciéndolo así sinónimo de la totalidad de la creación, también queda expuesto y refutado en Gen 1:1. No hay base para la doctrina del panteísmo cuando uno 220 cree que Dios vivió sereno y supremo antes de que hubiera una creación y, por lo tanto, está por encima y aparte de lo que ha creado. Ninguna declaración podría ser más apropiada como introducción de las Sagradas Escrituras. Al principio el lector conoce a un Ser omnipotente, que posee personalidad, voluntad y propósito, existiendo antes que todo lo demás y que, por lo tanto sin depender de nadie más, ejerció su voluntad divina y "creó los cielos y la tierra". No debiera permitirse que ningún análisis de cuestiones secundarias concernientes al misterio de una creación divina, ya sea en cuanto al tiempo o al método, oscureciera el hecho de que la verdadera línea divisoria entre una creencia verdadera y una falsa acerca del tema de Dios y el origen de nuestra tierra consiste en la aceptación o el rechazo de la verdad que hace resaltar este versículo. Aquí mismo debiera expresarse una palabra de precaución. Durante largos siglos los teólogos han especulado con la palabra "principio", esperando descubrir más de los caminos misteriosos de Dios de lo que la sabiduría infinita ha visto conveniente revelar. Por ejemplo, véase en la nota adicional al final de este capítulo lo expuesto en cuanto a la teoría de la creación basada en un falso cataclismo y restauración. Pero es ociosa toda especulación. No sabemos nada del método de la creación más allá de la sucinta declaración mosaica: "Dijo Dios", "y fue así", que es la misteriosa y majestuosa nota dominante en el himno de la creación. Establecer como la base de nuestro razonamiento que Dios tiene que haber hecho así y asá al crear el mundo, pues de lo contrario las leyes de la naturaleza hubieran sido violadas, es oscurecer el consejo con palabras y dar ayuda y sostén a los escépticos que siempre han insistido en que todo el registro mosaico es increíble porque, según se pretende, viola las leyes de la naturaleza. ¿Por qué deberíamos ser más sabios que lo que está escrito? Muy en especial, nada se gana con especular acerca de cuándo fue creada la materia que constituye nuestro planeta. Respecto al factor temporal de la creación de nuestra tierra y todo lo que depende de esto, el Génesis hace dos declaraciones: (1) "En el principio creó Dios los cielos y la tierra" (Gen 1:1). (2) "Acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo" (Gen 2:2). Los pasajes afines no añaden nada a lo que se presenta en estos dos textos en cuanto al tiempo implicado en la creación. A la pregunta: ¿Cuándo creó Dios "los cielos y la tierra"? y a la pregunta: ¿Cuándo completó Dios su obra?, tan sólo podemos contestar: "Acabó Dios en el día séptimo la obra" (Gen 2:2), "porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día" (Exo 20:11). Estas observaciones acerca del relato de la creación no se hacen con el propósito de cerrar el debate, sino como una confesión de que no estamos preparados para hablar con certeza si vamos más allá de lo que está claramente revelado. El mismo hecho de que tanto dependa del relato de la creación, aun el edificio completo de las Escrituras, impulsa al piadoso y prudente estudiante de la Biblia a restringir sus declaraciones a las palabras explícitas de las Sagradas Escrituras. Ciertamente, cuando el amplio campo de la especulación lo tienta a perderse en divagaciones en áreas no diagramadas de tiempo y espacio, no puede hacer nada mejor que enfrentar la tentación con la sencilla réplica: "Escrito está". Siempre hay seguridad dentro de los límites protectores de las comillas bíblicas. Creó Dios. El verbo "crear" viene del hebreo bara', que en la forma en que se usa aquí describe una actividad de Dios, nunca de los hombres, Dios crea "el viento" (Amo 4:13), "un corazón limpio" (Sal 51:10) y "nuevos cielos y nueva tierra" (Isa 65:17). Las palabras hebreas que traducimos "hacer", 'asah, "formar", yatsar y otras, frecuentemente (pero no en forma exclusiva) se usan en relación con la actividad humana, porque presuponen materia preexistente. Estas tres palabras se usan para describir la creación del hombre. Las mismísimas primeras palabras de la Biblia establecen que la creación lleva la marca de la actividad propia de Dios. El pasaje inicial de las Sagradas Escrituras familiariza al lector con un Dios a quien deben su misma existencia todas las cosas animadas e inanimadas (Heb 11:3). La "tierra" aquí mencionada evidentemente no es el terreno seco que no fue separado de las aguas hasta el tercer día, sino todo nuestro planeta.]
Génesis 1-> Ver. 2
[V.2-> Desordenada y vacía. Más exactamente "desolada y vacía", tóhu wabóhu. Esto implica un estado de desolación y vacuidad, pero sin implicar que la tierra una vez fue perfecta y después quedó arruinada o desolada. Cuando aparecen juntas las palabras tóhu wabóhu en otros pasajes, tales como Isa 34:11; Jer 4:23, parecen ser prestadas de este texto, pero la palabra tóhu se emplea con frecuencia sola como sinónimo de inexistencia o la nada (Isa 40:17; Isa 40:23; Isa 49:4). Jnb 26:7 muestra el significado correcto de esta palabra. La segunda parte de este versículo declara que Dios "cuelga la tierra sobre nada" y la primera mitad presenta el paralelo "él extiende el norte sobre tóhu [vacío]". Este texto de Job muestra claramente el significado de tóhu en Gen 1:2, en el cual este vocablo y su sinónimo bóhu indican que la tierra estaba informe y sin vida. Sus elementos estaban todos mezclados, sin ninguna organización e inanimados. Tinieblas estaban sobre la faz del abismo. El "abismo", de una raíz que significa "rugir", "bramar", se aplica con frecuencia a las aguas bramadoras, a las olas rugientes, o a una inundación y de ahí las profundidades del mar (Sal 42:7; Exo 15:5; Deu 8:7; Jnb 28:14; Jnb 38:16). "Abismo" es una palabra antigua y se usa aquí como sustantivo propio. Los babilonios, quienes retuvieron algunas vagas reminiscencias del relato de la verdadera creación durante muchos siglos, en realidad personificaron esta palabra tehom y la aplicaron a su deidad mitológico, Tiamat, de cuyo cadáver creían que se creó la tierra. El registro bíblico muestra que originalmente no había luz sobre la tierra y que la materia de la superficie estaba en un estado fluido porque "la faz del abismo" es paralela con "la faz de las aguas" en este versículo. El Espíritu de Dios se movía. "Espíritu", rúaj. En armonía con la forma en que se usa en las Escrituras, el Espíritu de Dios es el Espíritu Santo, la tercera persona de la Deidad. Partiendo de aquí y a través de todas las Escrituras, el Espíritu de Dios ejerce el papel del agente divino de Dios en todos los actos creadores; ya sea de la tierra, de la naturaleza, de la iglesia, de la nueva vida o del hombre nuevo. Véase el comentario del Gen 1:26 para una explicación de la relación de Cristo con la creación. La palabra aquí traducida "movía" es merajéfeth, que no puede traducirse correctamente "empollaba", aunque tiene este significado en siriaco, un dialecto arameo postbíblico. La palabra aparece sólo dos veces en otras partes del AT. En Jer 23:9, donde tiene el significado de "temblar" o "sacudir", al paso que en Deu 32:11 se usa para describir el revolotear del águila sobre sus crías. El águila no está empollando sobre sus hijuelos vivientes, sino que se cierne vigilante para protegerlos. La obra del Espíritu de Dios debía tener alguna relación con la actividad que estaba por iniciarse luego, y una actividad que hiciera salir orden del caos. El Espíritu de Dios ya estaba presente, listo para actuar tan pronto como se diera la orden. El Espíritu Santo siempre ha estado haciendo precisamente esa obra. Este Agente divino siempre ha estado presente para ayudar en la obra de la creación y de la redención, para reprochar y fortalecer a las almas descarriadas, para consolar a los dolientes y para presentar a Dios las oraciones de los creyentes en una forma aceptable.]
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FUERON ACABADOS EL MUNDO EN EL SEXTO DIA Y EL SABADO . SÉPTIMO DÍA SAGRADO AL CREADOR
ADAN Y EVA PARTE DE SU CREACION POR TANTO OBEDECIERON EL SABADO NO ERAN JUDIOS .
Génesis 2-> VerConcluyéronse, pues, los cielos y la tierra y todo su aparato,2 y dio por concluida Dios en el séptimo día la labor que había hecho, y cesó en el día séptimo de toda la labor que hiciera.
3 Y bendijo Dios el día séptimo y lo santificó; porque en él cesó Dios de toda la obra creadora que Dios había hecho.
4 Esos fueron los orígenes de los cielos y la tierra, cuando fueron creados. El día en que hizo Yahveh Dios la tierra y los cielos,
[V.1-> Fueron, pues, acabados. Los primeros versículos del capítulo segundo y la mitad del Gen 2:4 son en realidad una continuación ininterrumpida del relato de la creación del capítulo primero. El Gen 2:1, en solemne retrospección, vincula la obra de los seis días precedentes con el descanso sabático que siguió. Cuando Dios "acabó... la obra que hizo" no dejó nada inconcluso (Heb 4:3). La palabra "ejército", tsaba', denota aquí todas las cosas creadas.]
Génesis 2-> Ver.
[V.2-> En el día séptimo. Se han hecho varios intentos para resolver la aparente dificultad entre el Gen 2:1 y el Gen 2:2 : uno declara que la obra de Dios fue terminada en el sexto día y el otro en el séptimo día. La LXX y las versiones samaritano y siríaca han elegido el camino más fácil para resolver el problema, sustituyendo con la palabra "sexto" la palabra "séptimo" del texto hebreo donde se la usa por primera vez. Algunos comentadores están de acuerdo con este cambio, pensando que la palabra "séptimo" del texto hebreo es un error de copista. Sin embargo, al proceder así infringen una de sus propias reglas básicas de crítica textual: que la más difícil de dos lecturas posibles es generalmente la original. "Acabó", yekal. Algunos eruditos, comenzando con Calvino, han traducido yekal como "había acabado", lo que es gramaticalmente posible. Otra interpretación considera que la obra de la creación fue terminada tan sólo después de la institución del día de reposo. La terminación consistió pasivamente en la cesación de la obra creadora y positivamente en la bendición y santificación del día séptimo. La cesación, en sí misma, formó parte de la terminación de la obra. Reposó. El verbo "reposó", shabath, significa literalmente "cesar" de una labor o actividad (ver Gen 8:22; Jnb 32:1, etc.). Como un artífice humano completa su obra cuando la ha llevado hasta su ideal y entonces cesa de trabajar en ella, así también, en un sentido infinitamente mayor, Dios completó la creación del mundo cesando de producir algo nuevo, y entonces "reposó". Dios no descansó porque lo necesitara (Isa 40:28). Por lo tanto, el reposo de Dios no fue el resultado ni del agotamiento ni de la fatiga, sino el cesar de una ocupación anterior. Debido a que la frase usual "tarde fue, mañana fue, el séptimo día" no aparece en el Libro Sagrado, algunos expositores bíblicos han pretendido que el período de descanso no continuó únicamente durante 24 horas -como cada uno de los seis días precedentes- sino que comenzó al terminar el sexto día de la creación y continúa todavía. Pero este versículo refuta tal punto de vista. Este no es el único texto de las Escrituras que impresiona al lector imparcial con el hecho de que el descanso de Dios sólo se efectuó durante el séptimo día, pues el Decálogo mismo declara palmariamente que Dios, habiendo trabajado seis días, descansó el séptimo día de la semana de la creación (Exo 20:11). De acuerdo con las palabras del texto, los seis días de la creación fueron días terrestres de duración común. Ante la ausencia de cualquier clara indicación contraria, debemos entender de la misma manera el séptimo día, y más todavía puesto que en cada pasaje donde se menciona como la razón del día de reposo terrestre, es considerado como un día común (Exo 20:11; Exo 31:17).]
Génesis 2-> Ver.
[V.3-> Bendijo Dios al día séptimo. Se añade una explicación del significado y la importancia de este día de reposo. Aquí el Registro sagrado relaciona estrechamente el día de reposo semanal con la obra de Dios de la creación y su descanso en el séptimo día así como lo hace el cuarto mandamiento. La bendición sobre el séptimo día implicaba que por ella era señalado como un objeto especial del favor divino y un día que sería una bendición para las criaturas de Dios. Y lo santificó. El acto de santificación consistió en una declaración de que el día era santo, o puesto aparte para propósitos santos. Así como después fue santificado el monte Sinaí (Exo 19:23) o, temporariamente, investido con santidad como la residencia de Dios, y así como Aarón y sus hijos fueron santificados, o consagrados, para el oficio sacerdotal (Exo 29:44), y el año del jubileo fue 233 santificado, o consagrado, para propósitos religiosos (Lev 25:10), así también aquí fue santificado el séptimo día y, como tal, fue proclamado como día festivo. Este acto de bendecir el séptimo día y declararlo santo se hizo en favor de la humanidad para cuyo beneficio fue instituido el sábado. El día de reposo semanal con frecuencia ha sido considerado como una institución de la dispensación judaica, pero el Registro sagrado declara que fue instituido más de dos milenios antes de que naciera el primer israelita (un descendiente de Jacob - Israel). Además tenemos la palabra de Jesús que declara: "El día de reposo fue hecho por causa del hombre" (Mar 2:27), lo que indica claramente que esta institución no sólo fue ordenada para los judíos sino también para toda la humanidad. Porque en él reposó. Dios no podría haber tenido una razón más excelsa para ordenar que el hombre reposara en el séptimo día que aquella de que al descansar así el hombre pudiera disfrutar de la oportunidad de reflexionar en el amor y bondad de su Creador, y así asemejarse a él. Así como Dios trabajó durante seis días y descansó en el séptimo, así también el hombre debía trabajar asiduamente durante seis días y descansar en el séptimo. Este día de reposo semanal es una institución divina dada al hombre por Dios, el Creador, y su observancia es requerida por Dios, el Legislador. Por lo tanto, el hombre que retenga para sí cualquier parte de todo este tiempo santo se hace culpable de desobediencia contra Dios y de robarle como propietario original de las facultades y del tiempo del hombre. Como una institución establecida por Dios, el sábado merece nuestra honra y estimación. Su descuido Dios lo computa como pecado. El sábado demanda la abstención de todo trabajo físico común y la dedicación de la mente y del corazón a las cosas santas. Se advirtió a los israelitas que lo usaran para santas convocaciones (Lev 23:3). Los Evangelios afirman que así fue usado por Cristo y los apóstoles (Luc 4:16; Hch 17:2; Hch 18:4, etc.) y que deberían continuar observándolo los cristianos después de que Cristo completara su ministerio terrenal (Mat 24:20). El hecho de que el sábado continuará siendo celebrado en la tierra nueva como un día de culto (Isa 66:23) es una indicación clara de que Dios nunca tuvo el propósito de que su observancia se transfiriera a otro día. El sábado semanal es el monumento conmemorativo de la creación, que hace recordar al hombre, cada semana, el poder creador de Dios y cuánto le debe a un Creador y Sustentador misericordioso. Un rechazo del sábado, es un rechazo del Creador, y abre de par en par la puerta a toda suerte de teorías falsas. "Es un testimonio perpetuo de su existencia [de Dios], y un recuerdo de su grandeza, su sabiduría y su amor. Si el sábado se hubiera santificado siempre, jamás habría podido haber ateos ni idólatras" (PP 348, 349).]
Génesis 2-> Ver.
[V.4-> Estos son los orígenes. La palabra "orígenes" ["generaciones" en hebreo], toledoth, generalmente se usa con referencia a la historia de la familia de un hombre, es decir, al nacimiento de sus hijos (Gen 5:1; Gen 6:9; Gen 11:10, etc.). Esta es la única vez en que esta palabra se usa para algo que no son relaciones humanas, es decir "de los cielos y de la tierra", frase que hace recordar los pasajes de los Gen 1:1 y Gen 2:1. Un comentador sugiere que "orígenes" se refiere adecuadamente a "la historia o relato de su producción". The Jewish Encyclopedia dice con referencia a esta palabra: "El proceso de creación de los cielos y la tierra es considerado en el Gen 2:4 como una historia genealógica" (art. "Generation"). "Cada día se llama un origen [generación], porque Dios originó o produjo en él una parte de su obra" (PP 103). Cuando fueron creados. Así termina el relato de la creación que comenzó con Gen 1:1. Estas palabras se han interpretado de varias formas. Son una traducción de behibare'am, que no debiera traducirse "después de que fueron creados", como se ha hecho a veces. Puesto que literalmente su significado es "en su creación", toda la cláusula "estos son los orígenes", etc. tiene su mejor traducción así: "Esta es la historia del origen de los cielos y la tierra cuando fueron creados". El día. Estas palabras comienzan el relato de Gén. 2. Muchos comentadores se inclinan a considerar el pasaje del Gen 2:4 a 3:24 como un registro de la creación, segundo y diferente, que se originó en otra pluma en un tiempo posterior al del Gen 1:1 a 2:4. Acerca de esta insostenible teoría, véase la Introducción al Génesis. Un estudio de los contenidos aclara que, en ningún sentido, puede considerarse que el cap. 2 es otra versión del relato de la creación del capítulo precedente. Su 234 propósito es colocar a Adán y a Eva en su hogar en el huerto del Edén, y esto se logra proporcionando información adicional, la mayor parte de la cual en realidad no pertenece al relato de la creación como tal. Describe el hogar edénico después de que había sido creado. Sin esta información, no sólo sería tristemente incompleto el informe que tenemos de esta tierra en su estado edénico, sino que los sucesos de Gén. 3, la caída del hombre, difícilmente serían inteligibles. Este capítulo (Gén. 2) incluye detalles adicionales acerca de la creación del hombre, una descripción de su hogar edénico, la prueba de su lealtad a Dios -o derecho moral a su hogar-, la prueba de su inteligencia -o idoneidad mental para gobernar las obras creadas por Dios- y las circunstancias que rodeaban el establecimiento del primer hogar.]
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ESCRITO CON EL DEDO DE DIOS CRISTO EXODO 20:1,17EXODO 31:12,18
8 Recuerda el día del sábado para santificarlo.
9 Seis días trabajarás y harás todos tus trabajos,
10 pero el día séptimo es día de descanso para Yahveh, tu Dios. No harás ningún trabajo, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu ganado, ni el forastero que habita en tu ciudad.
11 Pues en seis días hizo Yahveh el cielo y la tierra, el mar y todo cuanto contienen, y el séptimo descansó; por eso bendijo Yahveh el día del sábado y lo hizo sagrado.
Éxodo 20-> Ver. 8
[V.8-> Acuérdate. Esta palabra no hace más importante al cuarto mandamiento que a los otros nueve. Todos lo son igualmente. Quebrantar uno, es quebrantarlos todos (Stg 2:8-11). Pero el mandamiento del día de reposo nos recuerda que el séptimo día, el sábado, es el descanso señalado por Dios para el hombre, y que ese reposo se remonta hasta el mismo comienzo de la historia humana y es una parte inseparable de la semana de la creación (Gen 2:1-3; PP 348). Carece por completo de base el argumento de que el sábado fue dado al hombre por primera vez en el Sinaí. (Mar 2:27; PP 66, 67, 263). En un sentido personal, el sábado se presenta como un recordativo de que en medio de los afanes apremiantes de la vida no debiéramos olvidar a Dios. Entrar plenamente en el espíritu del sábado es hallar una valiosa ayuda para obedecer el resto del Decálogo. La atención especial y la dedicación dadas, en este día de descanso, a Dios y a las cosas de valor eterno, proveen un caudal de poder para obtener la victoria sobre los males contra los cuales se nos advierte en los otros mandamientos. El sábado ha sido bien comparado a un puente tendido a través de las agitadas aguas de la vida sobre el cual podemos pasar para llegar a la orilla opuesta, a un eslabón entre la tierra y el cielo, un símbolo del día eterno cuando los que sean leales a Dios se revestirán para siempre con el manto de la santidad y del gozo inmortales. Debiéramos "recordar" también que el mero descanso del trabajo físico no constituye la observancia del sábado. Nunca fue la intención que el sábado fuera un día de ociosidad e 616 inactividad. La observancia del sábado no consiste tanto en abstenerse de ciertas formas de actividad como en participar deliberadamente en otras. Dejamos la rutina semanal del trabajo sólo como un medio para dedicar el día a otros propósitos. El espíritu de la verdadera observancia del sábado nos inducirá a aprovechar sus horas sagradas procurando comprender más perfectamente el carácter y la voluntad de Dios, a apreciar más plenamente su amor y misericordia y a cooperar más eficazmente con él ayudando a nuestros prójimos en sus necesidades espirituales. Cualquier cosa que contribuya a esos propósitos primordiales es apropiada para el espíritu y la finalidad del sábado. Cualquier cosa que contribuya en primer lugar a la complacencia de los deseos personales de uno o a la prosecución de los intereses propios, es tan ajena a la verdadera observancia del sábado como un trabajo común. Este principio se aplica tanto a los pensamientos y a las palabras como a las acciones. El sábado nos remonta a un mundo perfecto en el remoto pasado (Gen 1:31; Gen 2:1-3), y nos advierte que hay un tiempo cuando el Creador, otra vez, hará "nuevas todas las cosas" (Ap 21:5). También es un recordativo de que Dios está listo para restaurar, dentro de nuestros corazones y de nuestras vidas, su propia imagen tal como era en el principio (Gen 1:26; Gen 1:27). El que entra en el verdadero espíritu de la observancia del sábado se hace así idóneo para recibir el sello de Dios, que es el reconocimiento divino de que el carácter del Eterno está reflejado perfectamente en la vida del hombre (Eze 20:20). Una vez cada semana tenemos el feliz privilegio de olvidar todo lo que nos recuerde este mundo de pecado, y "acordarnos" de las cosas que nos acercan a Dios. El sábado puede llegar a ser para nosotros un pequeño santuario en el desierto de este mundo, donde por un tiempo podemos estar libres de sus cuidados y podemos entrar, por así decirlo, en los gozos del cielo. Si el descanso del sábado fue deseable para los seres sin pecado del paraíso (Gen 2:1-3), ¡cuánto más esencial lo es para los falibles mortales que se preparan para entrar de nuevo en esa bendita morada! ]
Éxodo 20-> Ver. 9
[V.9-> Trabajarás. Esto es tanto un privilegio como una orden. El trabajo que se deba hacer tiene que realizarse en los seis primeros días de la semana, de modo que el sábado, el cual corresponde al séptimo día, pueda quedar libre para el culto y el servicio de Dios. ]
Éxodo 20-> Ver.
[V.10-> El séptimo día. Ningún trabajo secular innecesario ha de realizarse en ese día. El sábado debe emplearse en meditación religiosa, en el culto y servicio para Dios. Además proporciona una oportunidad para el descanso físico. Esta característica del sábado es muy importante para el hombre en su estado pecaminoso, cuando debe ganarse el pan con el sudor de su rostro (Gen 3:17-19). Reposo para Jehová. En hebreo, "reposo" no lleva artículo definido, "el", pero esto no le quita exactitud al mandamiento del sábado. El punto de controversia entre los observadores del domingo y los del sábado no es si un cristiano debe descansar -no hacer "en él obra alguna"- un determinado día de la semana, sino qué día de la semana debe ser: el primero o el séptimo. El mandamiento contesta inequívocamente: "el séptimo día". El mandamiento divide la semana en dos partes: (1) En "seis días... harás toda tu obra". (2) En "el séptimo día... no hagas... obra alguna". Y ¿por qué esta prohibición de trabajar en "el séptimo día"? Porque es "reposo para Jehová". La palabra reposo viene del Heb. shabbáth, que significa "descanso". De modo que el mandamiento prohibe trabajar en "el séptimo día" porque es un día de descanso del Señor. Esto nos hace remontar al origen del sábado, cuando Dios "reposó el día séptimo" (Gen 2:2). Por lo tanto, es claro que el contraste no es entre "el" y "un", sino entre "trabajar" y "descansar". "Seis días", dice el mandamiento, son días de trabajo, pero "el séptimo día" es un día de descanso. Que "el séptimo día" es el único día de descanso de Dios resulta evidente por las palabras con que comienza el mandamiento: "Acuérdate del día de reposo [sábado] para santificarlo". Los ángeles anunciaron a los pastores: "Os ha nacido... un Salvador" (Luc 2:11). No llegamos por ello [el uso del artículo "un"] a la conclusión de que Cristo fue tan sólo uno de muchos salvadores. Captamos el significado de las palabras de los ángeles cuando ponemos el énfasis en la palabra "Salvador". Cristo vino, no como un conquistador militar o un rey terrenal, sino como un Salvador. Otros numerosos pasajes tratan de esa salvación como única en su género y de que no podemos ser salvados por ningún otro. Así es también 617 con el asunto de "el" y "un" en el cuarto mandamiento. No hagas en él obra alguna. Esto no prohibe las obras de misericordia o el trabajo esencial para la preservación de la vida y la salud que no puede realizarse en otros días. Siempre "es lícito hacer bien en sábado" (Mat 12:1-14, BJ; Mar 2:23-28). El descanso de que aquí se habla no ha de ser considerado meramente en términos de la cesación del trabajo ordinario, aunque por supuesto esto está incluido. Debe ser un descanso santo, en el cual haya comunión con Dios. Ni tu bestia. El cuidado de Dios por los animales resalta repetidas veces en los escritores del AT (Exo 23:5; Exo 23:12; Deu 25:4). El los recordó en el arca (Gen 8:1). Estuvieron incluidos en su pacto que siguió al diluvio (Gen 9:9-11). El sostiene que los animales son suyos (Sal 50:10). La presencia de "muchos animales" fue una razón para que Nínive fuera preservada (Jnn 4:11). Tu extranjero. Es decir un extranjero que, por propia voluntad, se unió con los israelitas. Una "grande multitud" salió de Egipto con Israel (Exo 12:38) y lo acompañó en sus peregrinaciones por el desierto. Mientras eligieran permanecer con los israelitas, habían de conformarse con los requisitos que Dios estableció para su propio pueblo. En un sentido, esto restringía su libertad, pero estaban libres para irse si no deseaban obedecer. En compensación, por así decirlo, compartían las bendiciones que Dios prodigaba a Israel (Num 10:29; Zac 8:22; Zac 8:23). ]
Éxodo 20-> Ver. 11
[V.11-> Hizo Jehová. Es significativo que Cristo mismo, como Creador (Jn 1:1-3), descansó en el primer sábado del mundo (DTG 714) y pronunció la ley en el Sinaí (PP 381). Los que son creados de nuevo a la semejanza divina (Efe 4:24) elegirán seguir su ejemplo en este y en otros asuntos (1Pe 2:21). El Creador no "reposó" debido a cansancio o fatiga (Isa 40:28). Su "reposo" fue cesación de trabajo al terminar una tarea completada (Gen 1:31 a 2:3). Al descansar nos dio un ejemplo (Mat 3:15; cf. Heb 4:10). El sábado fue hecho para el hombre (Mat 2:27), para satisfacer una necesidad que fue originalmente espiritual pero que, con la entrada del pecado, se convirtió también en física (Gen 3:17-19). Una de las razones por las cuales los israelitas fueron libertados de Egipto fue para que pudieran observar el día de descanso señalado por Dios. Su opresión en Egipto había hecho dificilísima tal observancia (ver Exo 5:5-9; Deu 5:12-15; PR 134). ]
Éxodo 31-> Ver. 14
[V.14-> El que lo profanare. El sábado es santo (Gen 2:1-3); por lo tanto es pecado introducir en sus horas sagradas lo que sea secular (ver com. Exo 12:16; Exo 16:23). El sábado es profanado cuando se hace en él algún trabajo innecesario. No se prohiben en ese día los actos de misericordia, los que pudieran resultar indispensables, o de observancia religiosa (Mat 12:1-13; Mar 2:23-28). Morirá. Esta severa pena debía recordarles constantemente que la violación del sábado quebrantaba la relación del pacto entre el Señor y el pueblo. El sábado era la señal distintiva de lealtad a Dios y, por lo tanto, su violación era una ofensa gravísima, un acto de traición al gobierno divino del cielo (Exo 35:2; Num 15:32-36). ]
Éxodo 31-> Ver. 15
[V.15-> Día de reposo. "Descanso completo" (BJ). "Sábado de reposo" (Val. ant.). Literalmente, "descanso de reposo" (ver com. Exo 16:23-26; Exo 20:10). Esta expresión implica un descanso total de todo trabajo secular (Exo 35:2; Lev 23:3; Isa 58:13). ]
Éxodo 31-> Ver.
[V.18-> Dos tablas del testimonio. Dios le había dicho a Moisés que dentro del arca, en el lugar santísimo, debía ponerse este "testimonio" (Exo 25:16). Puesto que ésta era la principal función del arca, y el arca era el mueble más sagrado del tabernáculo, es apropiado que esta sección que trata de la estructura del tabernáculo y de los que en él oficiaban terminara con una declaración concerniente a lo que les daba su significado al arca y al tabernáculo. En vez de dos tablas "debería leerse "las dos tablas", las que Dios ya le había prometido a Moisés (Exo 24:12) y que llevaban una inscripción sobrenatural (Exo 32:16). El hecho de que se hubieran escrito los Diez Mandamientos sobre piedra (Deu 4:13) señala su carácter inmutable y eterno (Mat 5:17-19). Las dos tablas dan énfasis a las obligaciones del hombre para con Dios (los primeros cuatro mandamientos), y para con sus prójimos (los últimos seis; Mat 22:36-40). Las dos tablas de piedra se juntaban como un libro (PE 32). MM 121; 7T 109; 8T 198; TM 134 ]
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EL SABADO EN LA INQUISICION O EL DECRETO DE MUERTE CUANDO EL PUEBLO DE CRISTO NO OBEDECE EL CATECISMO DOMINGO NI DESEA TENER LA MARCA DE LA BESTIA. MATEO 24: 20Orad para que vuestra huida no suceda en invierno ni en día de sábado.
Mateo 24-> Ver. 20
[V.20-> Orad. Los cristianos de Jerusalén y de Judea no podían determinar el momento cuando se retiraría el ejército romano, pero podían orar a Dios para que mitigase el sufrimiento y los peligros propios de la huida a las montañas. No sea en invierno. En la temporada fría y lluviosa del invierno, resultaría sumamente difícil viajar; sería problemático hallar alojamiento y comida, y sería difícil no caer enfermo. Además, durante la estación lluviosa, iba a ser difícil cruzar el río Jordán. Día de reposo. Cuarenta años después de la resurrección de Jesús, el sábado sería tan sagrado como lo había sido cuando Jesús habló estas palabras en la ladera del monte de los Olivos. El Señor no insinuó ningún cambio en la santidad del día, como muchos cristianos suponen ahora que ocurrió en el día de la resurrección. El tumulto, la excitación, el temor, y el viaje de huida no serían apropiados para el día de sábado. Los cristianos habían de orar para que pudieran guardar el sábado como día de descanso, así como Dios deseaba que se lo guardara. Cristo no abolió el sábado cuando fue clavado en la cruz. Ese día no ha perdido nada de la santidad que en un principio Dios le concedió (ver com. Gen 2:1-3).]HEBREOS 4:9 ,119 Por tanto es claro que queda un descanso sabático para el pueblo de Dios.
Hebreos 4-> Ver.
[V.9-> Por tanto, queda. Ver com. Heb 4:6. En el Heb 4:9 se presenta la conclusión a la cual se aludió en el Heb 4:6, la cual se dedujo de una serie de razonamientos que comienzan en el Heb 4:3 con el fin de probar la premisa de los Heb 4:1 y Heb 4:3. Esos razonamientos pueden resumirse así: 1. El “reposo” de Dios como originalmente le fue prometido al antiguo Israel, incluía: (a) un establecimiento permanente en la tierra de Canaán, (b) una transformación de carácter que haría de la nación un adecuado representante de los principios del reino de Dios, y (c) haría de ellos el agente escogido de Dios para la salvación del mundo (ver t. IV, pp. 28-32; com. Heb 3:11). 2. La generación a la cual originalmente fue hecha la promesa del “reposo”, fracasó; no entró en Canaán debido a “incredulidad” (ver com. Heb 3:19) y “desobediencia” (Heb 4:6). 3. Josué presidió a la siguiente generación en la entrada a la tierra que se les había prometido (ver com. Heb 3:11), pero como eran espiritualmente duros de cerviz no pudo hacerlos entrar en el “reposo” espiritual que Dios quería que disfrutaran (ver com. Heb 4:7-8). 4. La misma promesa fue repetida en los días de David (Heb 4:7). Esto demuestra que Israel aún no había entrado en el “reposo” espiritual, y también que su fracaso en los días de Moisés y de Josué no había invalidado la promesa original. 5. Es seguro el cumplimiento final de los propósitos de Dios a pesar del fracaso de sucesivas generaciones (ver com. Heb 4:3 y Heb 4:4). 6. El autor suplica fervientemente al pueblo de Dios de los días apostólicos que entre “en aquel reposo” (Heb 4:11; Heb 4:16). Es una comprobación más de que continuaba la validez de la invitación y de que el pueblo de Dios no había entrado en conjunto en ese “reposo” ni aun en los tiempos apostólicos. 7. En conclusión, continúa la validez de la promesa de entrar en el “reposo” espiritual de Dios (Heb 4:6 y Heb 4:9), y los cristianos deben procurar “entrar en aquel reposo” (Heb 4:11). Debe notarse que el “reposo” que queda en los tiempos del cristianismo es el mismo “reposo” espiritual prometido originalmente a Israel (ver com. Heb 4:3). Es evidente que si “queda” es porque antes existió. Reposo. Gr. sabbatismós, “descanso de sábado”, “reposo sabático”. Esta es la única vez que aparece esta palabra en la Biblia. No aparece en los escritos extrabíblicos sino en una obra de Plutarco (Moralia, 166ª) y en escritos de los siglos II y III. Por esto algunos han pensado que el autor de Hebreos pudo haber acuñado la palabra. Sin embargo, el sentido no es discutido. La derivación de Sabbatismós es clara. En el AT se emplea 70 veces el verbo shabath, “cesar” o “reposar”. De esas veces, 7 tienen que ver con reposar el día sábado; las restantes 63 se refieren a otras formas de cesar o reposar Como ejemplos de este segundo uso, pueden citarse: Gen 8:22; Jns 5:12; Neh 6:3; Lam 5:14; Isa 14:4; Isa 24:8; Isa 33:8. El sustantivo shabbath, derivado del verbo shabath, significa “reposo” o “día de reposo”, y aparece en el AT 101 veces. Generalmente designa el día de reposo semanal, el séptimo de la semana, o sea sábado. De tener un sentido general, “reposo”, pasó a tener un sentido específico, “sábado”. También se emplea la palabra shabbath para referirse a la semana, un período de siete días que concluye con el sábado. En algunos casos, se usa shabbath como designación del año sabático, el año cuando la tierra debía descansar (Lev 25:6; Lev 26:34; Lev 26:43; 2Cr 36:21). Un derivado de shabbath, la palabra shabbathon, se usa 10 veces, generalmente en la construcción shabbath shabbathon, a veces traducida como “sábado de reposo” en la RVA. Designa por lo general a las “fiestas sabáticas”: el día de la expiación (Lev 16:31; Lev 23:32); la fiesta de las trompetas (Lev 23:24); al primero y último día de la fiesta de los tabernáculos (Lev 23:39). También se aplica al año sabático (Lev 25:45) y al día de reposo semanal (Exo 16:23; Exo 31:15; Exo 35:2). La LXX, en idioma griego, emplea la palabra sábbaton para designar al sábado, día de reposo semanal. También se usa sábbaton en el NT, aunque a veces tiene la forma plural sábbata con sentido singular (ver com. Mat 28:1 y Col 2:16). Siempre se refiere al día sábado o a la semana, período de siete días que culmina con el sábado. El verbo griego sabbatíz, “sabatizar”, si se quiere, o mejor, “guardar el sábado”; deriva de sábbaton. No aparece en el NT. Se usa siete veces en la LXX como traducción de shabath, “cesar”, “descansar”. Una vez se refiere a reposar el sábado semanal (Exo 16:30); una vez a reposar el día de la expiación (Lev 23:32); cinco veces se relaciona con el reposo de la tierra durante el año sabático (Lev 26:34-35; 2Cr 36:21). La palabra sabbatismós, “descanso sabático”, deriva de sabbatíz. Es evidente su derivación del original hebreo shabath, “cesar”. Pero su derivación más cercana es de sábbaton, “sábado”, por lo cual refleja mejor el contenido de esa palabra que el del original hebreo shabath. Por esto, el sentido de sabbatismós es claro: “descanso de sábado” o “reposo sabático”. Hasta aquí, el autor de Hebreos ha usado el verbo katapáuo y el sustantivo katápausis para referirse al descanso al cual deben aspirar sus lectores (Heb 4:1; Heb 4:3-4; Heb 4:5; Heb 4:8). Este es el reposo de Dios, al cual los israelitas bajo Josué no entraron, pero que todavía está abierto a los que creen. Katapáuo y katápausis se usan en el AT como traducción de shabath, “cesar”. Son palabras ricas en sentido. Pero en el Heb 4:9, se usa una nueva palabra: sabbatismós, “reposo sabático”, que aunque sinónima de la primera, tiene un contenido más amplio que el de katápausis. Sabbatismós, que se refiere específicamente al descanso “sabático”, sugiere un reposo especial, no sólo la cesación de las actividades. Este reposo que Dios promete a los fieles tiene, como el día sábado, ribetes de bendición (Gen 2:2-3; Isa 58:13-14), de redención (Deu 5:15) y de santificación (Eze 20:20). El descanso que ofrece Dios es el que cada semana miran por la fe los que observan el día de reposo ordenado por Dios. Este texto sugiere la importancia cósmica del día sábado, como símbolo del reposo eterno que Dios quiere que tengan los suyos. Corresponde notar que en el Heb 4:3, el autor insta a que “entremos” al descanso, como si no hiciera falta esperar a la eternidad para gozar del reposo que Dios ofrece. El reposo 438 simbolizado por el “reposo sabático” es el reposo de la gracia (ver Material Suplementario de EGW, com. Heb 4:9; cf. CS 295). Ese es el “verdadero reposo de la fe” (DMJ 9). Entramos en el “reposo” de Dios cuando consideramos a Jesús (Heb 3:1) y escuchamos su voz (Heb 3:7; Heb 3:15; Heb 4:7), cuando depositamos nuestra fe en él (Heb 4:2-3), cuando desistimos de nuestros propios esfuerzos para ganar la salvación (Heb 4:10), cuando retenemos nuestra profesión (Heb 4:14) y cuando nos acercamos al trono de la gracia (Heb 4:16). Los que quieran participar de esta experiencia deben librarse de un “corazón malo de incredulidad” (Heb 3:12), deben dejar de endurecer su corazón (Heb 3:8; Heb 3:15; Heb 4:7), y deben esforzarse por entrar en el “reposo” de Dios (Heb 4:11). Los que entren en el “reposo” de Dios retendrán su “profesión” (Heb 4:14). Se acercarán “confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro” (Heb 4:16). Algunos han pensado que en este pasaje Pablo indica que los cristianos deben dejar de guardar el sábado semanal, propio de los judíos, y pensar, en cambio, en entrar en el reposo cósmico y espiritual de Dios. Esta interpretación carece de base. El pasaje simplemente emplea una figura, la del reposo de sábado, con todas sus bendiciones y símbolos, para ilustrar la idea del reposo de Dios. La epístola a los Hebreos está dirigida a quienes observaban el sábado y gozaban de sus bendiciones. Este texto contiene una invitación a los cristianos hebreos de darle al reposo sabático semanal una amplitud mayor, a saber, reconocerlo como un símbolo claro del reposo eterno que Dios promete. Esta misma invitación es para los cristianos observadores del sábado en el siglo XX. Pueblo de Dios. Es decir, los cristianos que ahora son el pueblo escogido de Dios como lo fue antiguamente el pueblo de Israel (Exo 19:5-6; 1Pe 2:9-10; ver t. IV, pp. 37-38). ]
Apocalipsis 14:7 7 Decía con fuerte voz: «Temed a Dios y dadle gloria, porque ha llegado la hora de su Juicio; adorad al que hizo el cielo y la tierra, el mar y los manantiales de agua.»cap7:2 sello de Cristo
Apocalipsis (de Juan) 14-> Ver.
[V.7-> Gran voz. Los mensajes del primero y del tercer ángel se proclaman a “gran voz” (Ap 14:9). La “gran voz” indica que el mensaje se proclamará en tal forma que todos podrán oírlo. También se destaca la importancia del mensaje. Temed. Gr. fobéō, “temer”, “reverenciar”. Fobéo no significa aquí sentir temor de Dios, sino acercarse a él con reverencia y respeto. Incluye el pensamiento de absoluta lealtad a Dios, en una sumisión a Dios, en una sumisión completa a su voluntad. (cf. com. Deu 4:10). Dios. El mensaje de temer a Dios es especialmente oportuno en el período representado por la predicación de este ángel, porque los hombres se han entregado a la adoración de los dioses del materialismo y el poder y muchos otros que han inventado. Gloria. Gr. dóxa (ver com. Rom. 3; 23). Aquí significa sin duda “honor”, “alabanza”, “homenaje”. Cf. Sal 115:1; Isa 42:12; 2Pe 3:18; Jud 1:25. Hora. O “tiempo”, no es hora literal. Compárese este uso de “hora” con Jn 4:21; Jn 4:23; Jn 5:25; Jn 5:28; Ap 14:15. Entendida así, es posible comprender la clase “hora de su juicio” se refiere al tiempo, en sentido general, cuando se efectuará el juicio, y no necesariamente al momento exacto cuando comenzará el juicio. En esta forma es posible que el mensaje del primer ángel fue proclamado en los años que precedieron a 1844, aun cuando la verdadera obra de juicio aún no había comenzado (ver com. “juicio”). 842 Juicio. Gr. krísis, “la acción de juzgar”, en contraste con kríma, “la sentencia del juicio” (ver com. Ap 17:1). Los expositores adventistas del séptimo día entienden que el juicio que aquí se menciona fue el que comenzó en 1884, representando simbólicamente por la purificación del santuario terrenal (ver com. Dan 8:14). Puede deducirse que no se refiere al ejecutivo cuando venga Cristo y todos recibirán su retribución, porque los mensajes de los tres ángeles (Ap 14:6-12) preceden a la segunda venida de Cristo (Ap 14:14). Además, el mensaje concerniente al juicio es acompañado por una exhortación y una amonestación que revelan que el día de la salvación aún no ha pasado. Los hombres pueden aún buscar a Dios y escapar de la ira que vendrá. La predicación de Guillermo Miller y sus colaboradores en el período desde 1831 hasta 1884, respecto a la terminación de los 2.300 días en 1844, puede considerarse históricamente como el comienzo de la predicación del mensaje del primer ángel (ver F. D. Nichol, The Midnight Cry, p. 284). Pero ese mensaje ha tenido validez desde entonces, y continuará teniéndola hasta que caiga el telón que pondrá fin a la oportunidad de salvación para el hombre. Ha llegado. O “ha venido”. Adorad. Gr. proskunéo, “rendir homenajes”, “adorar”. La adoración a Dios contrasta con la adoración a la bestia (Ap 13:8; Ap 13:12) y su imagen (Ap 14:15). En la crisis que pronto vendrá, los habitantes de la tierra tendrán que escoger, como lo hicieron los tres fieles hebreos de la antigüedad, entre el culto al verdadero Dios y el culto a los dioses falsos (Dan. 3). El mensaje del primer ángel tiene el propósito de preparar a los seres humanos para que hagan la debida elección y permanezcan firmes en el tiempo de la crisis. Hizo el cielo y la tierra. El Creador del universo es el verdadero y único objeto de adoración. Ningún hombre ni ningún ángel es digno de adoración. Esta prerrogativa sólo pertenece a Dios. El poder de crear es uno de los rasgos distintivos del verdadero Dios, en contraste con los dioses falsos (Jer 10:11-12). La exhortación a adorar a Dios como el Creador ha llegado a ser especialmente oportuno desde los años siguientes a la predicación inicial del mensaje del primer ángel, debido a la rápida propagación de la teoría de la evolución. Además, la exhortación a adorar a Dios como el Creador de todas las cosas, indica que debe prestarse la debida atención al monumento que recuerda las obras creadas por Dios: el sábado del Señor (ver com. Exo 20:8-11). Si el sábado hubiese sido guardado como era el propósito de Dios, hubiera servido una gran salvaguardia contra la credulidad y la evolución (ver Hch 14:15; PP 348). El sábado será un punto especial controversia en la crisis final que se avecina (ver com. Ap 13:16). ]
Apocalipsis (de Juan) 14-> Ver. 12
[V.12-> Paciencia. Gr. hupomon’ (ver com. Rom 5:3). La traducción “perseverancia” o “aguante” sería aquí más adecuada. “Aquí está la perseverancia de los santos” (BA). El contexto llama la atención a la intensa lucha contra la bestia y su imagen. Se hará todo esfuerzo posible para obligar a que el remanente se una con el movimiento promovido por la segunda bestia; incluso será amenazado con aislamiento y muerte (Ap 13:11-17); Satanás obrará al mismo tiempo con todo “engaño de iniquidad” (2Ts 2:10; cf. Mat 24:24) para hacer que parezca que el poder de Dios se manifiesta en ese movimiento. Pero en medio de todo perseverará hasta el fin el fiel remanente y mantendrá su integridad. Su firmeza a toda prueba merece una alabanza especial. Santos. Gr. hágios (ver com. Rom 1:7). Guardan los mandamientos de Dios. Esta declaración es muy significativa por el contexto en que se halla. El mundo, cautivado por los engaños de Satanás, se inclinará delante de la bestia y su imagen, y cumplirá sus dictados y decretos (ver com. Ap 13:8); pero los santos se negarán a cumplir sus exigencias porque guardan los mandamientos de Dios. El asunto crucial del conflicto será el cuarto mandamiento de la ley de Dios. Los cristianos concuerdan en términos generales en cuanto al carácter obligatorio de los otros nueve mandamientos; pero a principios de la era cristiana se comenzó a poner a un lado el sábado, séptimo día de la semana, y a sustituirlo por la observancia del primer día de la semana como día de culto (ver com. Dan 7:25). Los cristianos que observan el domingo presentan diversas razones por las cuales observan el primer día de la semana en lugar del séptimo, y por qué se sienten autorizados para despreciar las exigencias del mandamiento original. Algunos afirman que los Diez Mandamientos fueron abolidos junto con todas las leyes ceremoniales del AT; Otros sostienen que el elemento temporal del cuarto mandamiento es ceremonial, pero que la orden de observar un día en siete es una obligación moral. Estas opiniones no se basan en las Escrituras. El punto de vista de la iglesia de Roma es que ella transfirió el carácter sagrado de un día al otro por autoridad divina. Pero los protestantes no pueden aceptar esta posición, porque la Biblia y solamente la Biblia es su regia de fe. El asunto llegará a su punto culminante cuando Babilonia la grande se imponga sobre el Estado para que éste haga de la observancia del domingo un asunto de ley civil, obligatorio, y decida castigar a todos los que no le obedezcan. 847 Este es el conflicto que describe Ap 13:12-17 (ver el comentario respectivo, especialmente los Ap 14:12; Ap 14:16). En esa hora tenebrosa los hijos de Dios se aferrarán a la Biblia y no le rendirán homenaje a ningún poder, excepto a Cristo. Entre los muchos rasgos característicos que podrían habérsele mencionado al profeta, se le indicó que destacase dos predominantes: la observancia de los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. La fe de Jesús. O “fe en Jesús”. El texto griego puede entenderse en ambas maneras, aunque generalmente se prefiere la segunda. En cuanto a la diferencia entre las dos expresiones y la importancia de la fe en la experiencia cristiana, ver com. Rom 3:22. La fe de Jesús y la observancia de los mandamientos representan dos aspectos importantes de la vida cristiana. Los mandamientos de Dios son un reflejo de su carácter, pues exponen la norma divina de justicia que Dios anhela que alcance el hombre, pero que debido a su condición pecaminosa no puede lograr. “La mente carnal... no se sujeta a la ley de Dios, ni tampoco puede” (Rom 8:7). A pesar de sus mejores esfuerzos, el hombre continuamente está destituido de la gloria de Dios (ver com. Rom 3:23); pero Jesús vino para capacitar a los seres humanos y restaurarlos a la imagen divina. Vino para mostrar cómo es el Padre, y en este sentido amplió el significado de la ley moral o Diez Mandamientos. Los hombres pueden guardar los requisitos divinos por medio del poder de Cristo (ver com. Rom 8:3-4) y reflejar así la imagen divina. La iglesia remanente honra los mandamientos de Dios y los observa, no con un sentido legalista sino como una revelación del carácter de Dios y Cristo, que mora en el corazón del verdadero creyente (Gal 2:20). ]
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Qué es el sello de Dios en el pueblo de Cristo antes que comiencen a caer las plagas sobre quiénes no obedecieron a Cristo a salir del papado ni de sus hijas aliados .2 Luego vi a otro Angel que subía del Oriente y tenía el sello de Dios vivo; y gritó con fuerte voz a los cuatro Angeles a quienes se había encomendado causar daño a la tierra y al mar:«No causéis daño ni a la tierra ni al mar ni a los árboles, hasta que marquemos con el sello la frente de los siervos de nuestro Dios.»Apoc 7:2,9:4
Tan pronto como el pueblo de Dios sea sellado en su frente no se trata de un sello o marca que se pueda ver, sino un afianzamiento en la verdad, tanto intelectual como espiritualmente, de modo que los sellados son inconmovibles—, tan pronto como sea sellado y preparado para el zarandeo, este vendrá. Ciertamente ya ha comenzado.—
El sello del Dios viviente se coloca sobre aquellos que con plena conciencia guardan el día de reposo de Jehová sábado séptimo día y su ley del cielo Sinaí con ayuda de Cristo .
Los que quieran tener el sello de Dios en sus frentes deben guardar el día de reposo del cuarto mandamiento Exodo 20:8,11 .—
La verdadera observancia del día de reposo es la señal de lealtad a Dios del creador del cielo y la tierra GENESIS 1:1,2Genesis2:1,4 Apoc 14:7cap14:12 .—
De los Diez Mandamientos, solo el cuarto sábado séptimo día contiene el sello del gran Legislador, el Creador de los cielos y la tierra.
La observancia del monumento conmemorativo del Señor, el día de reposo instituido en el Edén, el día de reposo del séptimo día, es la prueba de nuestra lealtad a Dios Génesis 1:1,2Genesis2:1,4 .
Se pone una señal sobre cada uno de los hijos de Dios tan ciertamente como fue colocada una marca de sangre de cordero sobre las puertas de los hogares de los hebreos para librar a ese pueblo de la ruina general con las plagas de Egipto . Dios declara: “Les di también mis días de reposo, para que fuesen por señal entre mí y ellos, para que supiesen que yo soy Jehová que los santifico”. Ezequiel 20:12.
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EL PUEBLO DE CRISTO DESPUES DE LAS PLAGAS ,DECRETO DE MUERTE Y LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO .APOCALIPSIS 15:2 Y vi también como un mar de cristal mezclado de fuego, y a los que habían triunfado de la Bestia y de su imagen y de la cifra de su nombre, de pie junto al mar de cristal, llevando las cítaras de Dios.
Apocalipsis (de Juan) 15->
[V.2-> Mar de vidrio. Ver com. Ap 4:6. Mezclado con fuego. En el cap. 4 se compara el mar de vidrio con “cristal” (Ap 15:6). Ahora tiene un tono parecido al fuego, sin duda porque refleja la gloria de Dios. Habían alcanzado la victoria. Este es el pueblo que respondió al mensaje de amonestación mencionado en el cap. 14, y lo aceptó. Han sido salvados de las dificultades del mundo y del mal, y ahora se encuentran seguros en el reino de Dios, La victoria se logró por la sangre del Cordero (Ap 12:11). Permanecieron fieles a Dios aun cuando se pronunció la pena de muerte contra ellos (ver com. Ap 13:15). Ahora se hallan a salvo sobre el mar de vidrio. La victoria es completa; la lucha ha pasado. Vencieron, triunfaron, y ahora entonan el canto de victoria en el reino celestial. Bestia. Ver com. Ap 13:2. Imagen. Ver com. Ap 13:14. Marca. Ver com. Ap 13:16. Número de su nombre. Ver com. Ap 13:18. Arpas de Dios. Ver com. Ap 5:8; Ap 14:2. Los Ap 15:2-4 constituyen un paréntesis. Antes de la descripción de las terribles siete últimas plagas, se le da al profeta una visión del triunfo de la iglesia de Dios sobre todos sus enemigos. Los santos no serán consumidos por el castigo que sobrevendrá sino que serán librados. ]
Qué es la marca de la bestia.17 y que nadie pueda comprar nada ni vender, sino el que lleve la marca con el nombre de la Bestia o con la cifra de su nombre.
18 ¡Aquí está la sabiduría! Que el inteligente calcule la cifra de la Bestia; pues es la cifra de un hombre. Su cifra es 666.Apoc 13:17,18
Juan fue llamado a contemplar a un pueblo distinto de los que adoran a la bestia o a su imagen al guardar el primer día de la semana. La observancia de este día es la marca de la bestia.—
La marca de la bestia es el día de descanso papal.—
Cuando llegue la prueba se manifestará claramente qué es la marca de la bestia: es la observancia del domingo.—
La señal o sello de Dios se revela en la observancia del séptimo día, monumento recordativo de la creación por el Señor [...]. La marca de la bestia es lo opuesto a esto: la observancia del primer día de la semana.—
“Y hacía que a todos, pequeños y grandes [...] se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente”. Apocalipsis 13:16. Los hombres no solo no deben trabajar con sus manos en domingo, sino que con sus mentes deben reconocer al domingo como el día de reposo.—
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Argumentos usados en el nuevo orden mundial papado por los abogados o personas de la ley dominical .Dirán incendios, inundaciones, terremotos, en la furia de las grandes profundidades, en calamidades por mar y tierra, guerras por no obedecer el domingo .Apocalipsis 13:17,18
Satanás pone su interpretación sobre los eventos, y ellos piensan, como él quiere que lo hagan, que las calamidades que llenan la tierra son un resultado de la violación del domingo. Pensando apaciguar la ira de Dios, estos hombres influyentes promulgan leyes imponiendo la observancia del domingo.—
Esa misma clase de gente asegura que la corrupción que se va generalizando más y más, debe achacarse en gran parte a la violación del así llamado “día del Señor” (domingo), y que si se hiciese obligatoria la observancia de este día, mejoraría en gran manera la moralidad social. Esto se sostiene especialmente en los Estados Unidos de Norteamérica, donde la doctrina del verdadero día de reposo, o sea el sábado, se ha predicado con más amplitud que en ninguna parte.—POR OBEDECER EL CATECISMO DOMINGO LA MARCA DE LA BESTIA APOCALIPSIS 16:2. 2 El primero fue y derramó su copa sobre la tierra; y sobrevino una úlcera maligna y perniciosa a los hombres que llevaban la marca de la Bestia y adoraban su imagen. Antes de que el Hijo del hombre aparezca en las nubes del cielo todo estará convulsionado en la naturaleza. Rayos del cielo unidos con el fuego interno de la tierra harán que las montañas ardan como un horno y que hagan fluir sus torrentes de lava sobre aldeas y ciudades. Masas de rocas derretidas, arrojadas dentro del agua por el solevantamiento de cosas ocultas dentro de la tierra, harán que hierva el agua y despida rocas y tierra. Habrá formidables terremotos y gran destrucción de vidas humanas “La sacudida” del terremoto “fue seguida instantáneamente del hundimiento de todas las iglesias y conventos, de casi todos los grandes edificios públicos y más de la cuarta parte de las casas. Unas horas después estallaron en diferentes barrios incendios que se propagaron con tal violencia durante casi tres días que la ciudad quedó completamente destruida. El terremoto sobrevino en un día de fiesta en que las iglesias y conventos estaban llenos de gente, y escaparon muy pocas personas” “El terror del pueblo era indescriptible. Nadie lloraba; el siniestro superaba la capacidad de derramar lágrimas. Todos corrían de un lado a otro, delirantes de horror y espanto, golpeándose la cara y el pecho, gritando: ‘¡Misericordia! ¡Llegó el fin del mundo!’ Las madres se olvidaban de sus hijos y corrían de un lado a otro llevando crucifijos. Desgraciadamente, muchos corrieron a refugiarse en las iglesias; pero en vano se expuso el sacramento; en vano aquella pobre gente abrazaba los altares; imágenes, sacerdotes y feligreses fueron envueltos en la misma ruina .—Dios no ha impedido que los poderes de las tinieblas hagan su obra mortífera de viciar el aire, una de las fuentes de vida y alimento, con elementos mortíferos. No solo ha sido afectada la vida vegetal, sino que el hombre mismo sufre de pestilencia Estas cosas son el resultado de gotas de las copas de la ira de las plagas Apocalipsis 14:8,11 de Dios que caen sobre la tierra, y son pálidas representaciones de lo que acontecerá en el futuro cercano hasta el regreso de Cristo en la séptima plagas .—
Aumentarán las hambrunas cuando las plagas caen sobre el papado aliados por tener la marca de la Bestia catecismo domingo . Las pestilencias barrerán a miles. A nuestro alrededor hay peligros procedentes de las potencias externas y de las operaciones satánicas de adentro, pero ahora se está ejerciendo el poder restrictivo de Dios.Apoc 14:8,11 Un tercer Angel les siguió, diciendo con fuerte voz: «Si alguno adora a la Bestia y a su imagen, y acepta la marca en su frente o en su mano,
10 tendrá que beber también del vino del furor de Dios, que está preparado, puro, en la copa de su cólera. Será atormentado con fuego y azufre, delante de los santos Angeles y delante del Cordero.
11 Y la humareda de su tormento se eleva por los siglos de los siglos; no hay reposo, ni de día ni de noche, para los que adoran a la Bestia y a su imagen, ni para el que acepta la marca de su nombre.»
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El sello de Dios sábado séptimo día la santa Biblia Génesis 1:1,2Genesis2:1,4Exodo20:1,17Exodo31:12,18Apoc 7:2,9:4cap14:7cap14:12cap22:14cap12:17 cap15:2 cap14:1,5 y la marca de la bestia LAUDATO si catecismo domingo Apoc 13:17,18cap14:8,11cap16 .
En la Palabra de Dios se nos muestran las consecuencias que tiene la proclamación del mensaje del tercer ángel Apocalipsis 14 . “Entonces el dragón fué airado contra la mujer; y se fué a hacer guerra contra los otros de la simiente de ella, los cuales guardan los mandamientos de Dios, y tienen el testimonio de Jesucristo.” Apocalipsis 12:17. La negativa a obedecer los mandamientos de Dios del cielo Sinaí sábado séptimo día escrito con el dedo de Dios , y la resolución de albergar odio contra los que proclaman estos mandamientos, lleva a la guerra más resuelta de parte del dragón Satanás , cuyas energías enteras se dedican a oponerse al pueblo de Dios que guarda sus mandamientos. “Y hacía que a todos, a los pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y siervos, se pusiese una marca en su mano derecha, o en sus frentes: y que ninguno pudiese comprar o vender, sino el que tuviera la señal, o el nombre de la bestia, o el número de su nombre.” Apocalipsis 13:16, 17,18 666.
La señal o sello de Dios se revela en la observancia del séptimo día sábado del sello de Dios del cielo Sinaí Éxodo 31:12,18Exodo 20:8,11 , monumento recordativo de la creación por el Señor Génesis 1:1,2Genesis2:1,4 . “Habló además Jehová a Moisés, diciendo: Y tú hablarás a los hijos de Israel, diciendo: Con todo eso vosotros guardaréis mis sábados: porque es señal entre mí y vosotros por vuestras edades, para que sepáis que yo soy Jehová que os santifico.” Éxodo 31:12, 13,18 . En este pasaje el sábado se designa claramente como señal entre Dios y su pueblo y su sello Apoc 7:2,9:4 ,15:2
La marca de la bestia es lo opuesto a esto: la observancia del primer día de la semana domingo catecismo . Esta marca distingue a los que reconocen la supremacía de la autoridad papal Satanás Apoc 12:9 ,Cap13:2,4vers17,18cap14:8,11cap16 de aquellos que reconocen la autoridad de Dios del cielo Sinaí de la creación
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DANIEL EL CUERNO PEQUEÑO EN EL APOCALIPSIS FIN DE ESTE MUNDO .DANIEL 7:23,28.El habló así: «La cuarta bestia será un cuarto reino que habrá en la tierra, diferente de todos los reinos. Devorará toda la tierra, la aplastará y la pulverizará.
24 Y los diez cuernos: de este reino saldrán diez reyes, y otro saldrá después de ellos; será diferente de los primeros y derribará a tres reyes;
25 proferirá palabras contra el Altísimo y pondrá a prueba a los santos del Altísimo. Tratará de cambiar los tiempos y la ley, y los santos serán entregados en sus manos por un tiempo y tiempos y medio tiempo.
26 Pero el tribunal se sentará, y el dominio le será quitado, para ser destruido y aniquilado definitivamente.
27 Y el reino y el imperio y la grandeza de los reinos bajo los cielos todos serán dados al pueblo de los santos del Altísimo. Reino eterno es su reino, y todos los imperios le servirán y le obedecerán.»
28 Hasta aquí la relación. Yo, Daniel, quedé muy turbado en mis pensamientos, se me demudó el color del rostro y guardé estas cosas en mi corazón.
DANIEL 7-> Ver.
[V.7-> La cuarta bestia. Compárese con el Dan 7:19. Quizá no había en la naturaleza ninguna similitud con la cual designar a esta bestia horrible, puesto que no se hace ninguna comparación como en el caso de las tres primeras bestias. Sin embargo, no debiera haber duda de que representaba al mismo poder que está simbolizado por las piernas de hierro de la gran imagen (ver com. Dan 2:40). La historia enseña claramente que el poder mundial que siguió al tercer imperio de esta profecía fue Roma. Sin embargo, la transición fue gradual. De manera que es imposible señalar un acontecimiento específico que indique el momento del cambio. Como ya se ha dicho, el imperio de Alejandro fue dividido después del 301 a. C. en cuatro (más tarde tres) reinos helenísticos (ver Dan 8:8), y su reemplazo por el Imperio Romano fue un proceso gradual que implicó varias etapas principales. Los escritores no están de acuerdo en cuanto a la fecha que señala la hegemonía del imperio siguiente. Hacia el año 200 a. C., cuando Cartago ya no era más rival (aunque no fue destruida sino medio siglo más tarde), Roma era dueña del Mediterráneo occidental y había comenzado a relacionarse con el Oriente, donde de allí en adelante también llegaría a dominar. En 197 a. C. Roma derrotó a Macedonia y puso a los Estados griegos bajo su protección. En 190 Roma derrotó a Antíoco III y tomó el territorio seléucida por el este hasta los montes del Tauro. En 168 a. C., en la batalla de Pidna, Roma acabó con la monarquía de Macedonia, dividiéndola en cuatro confederaciones; y quizá en ese mismo año reprendió a Antíoco IV haciendo que abandonara la idea de conquistar Egipto. En 146 a. C. Roma se anexó a Macedonia como provincia y puso la mayor parte de las ciudades griegas bajo el gobernador de Macedonia. Si la dominación romana del Cercano Oriente se computa desde la fecha en que los monarcas de los tres reinos helenísticos fueron eliminados por el poder romano, puede considerarse el año 168 como el primer paso de ese proceso. Sin embargo, los reyes seléucidas y tolemaicos retuvieron sus tronos hasta mucho después, quedándose hasta el año 63 a. C. en Siria y el 30 a. C. en Egipto. Si se eligen las fechas de la anexión de esos tres reinos como provincias romanas, las fechas serían 146, 64 y 30 a. C. respectivamente. Algunos historiadores hacen resaltar el 168 a. C. porque ya para ese tiempo Roma había conquistado Macedonia y había salvado a Egipto de caer en manos del reino seléucida al prohibir la invasión de Antíoco IV. Esto demostraría que Roma virtualmente dominaba los tres reinos aunque no había conquistado más que a uno de ellos. No se puede dar una fecha única para un proceso gradual. Sea cual fuere la elección de fecha o fechas más significativas que se haga, el traspaso del poder mundial a Roma queda claro, y en el año 30 a. C. se completó la absorción del territorio de Alejandro desde Macedonia hasta el Eufrates. Ver el artículo sobre el período intertestamentario en el t. V. Unos dientes grandes de hierro. Los enormes dientes metálicos hablan de crueldad y fuerza. Así como el animal desgarraba y devoraba su presa con esos colmillos monstruosos, así Roma devoraba las naciones y pueblos en sus conquistas. Algunas veces destruía ciudades enteras, como en el caso de Corinto en 146 a. C.; otras veces reinos, tales como Macedonia y los dominios seléucidas, los que eran divididos y convertidos en provincias. Las sobras hollaba. Cuando Roma no destruía o subyugaba a un pueblo, solía esclavizar a sus habitantes o los vendía como esclavos. En la intensidad de su poder destructor Roma sobrepasó a los reinos que previamente habían dominado al mundo. Diez cuernos. Según la explicación, son “diez reyes” (Dan 7:24). Si los “cuatro reyes” del Dan 7:17 representaban reinos (ver Dan 7:23 y com. Dan 7:3) paralelos con los cuatro imperios del cap. 2, existe la misma razón para entender que estos “diez reyes” son también reinos, así como los cuatro cuernos del macho cabrío son “cuatro reinos” (Dan 8:22). Las invasiones sucesivas de numerosas tribus germánicas que penetraron en el Imperio Romano y el reemplazo de éste por varios Estados separados o monarquías, son hechos bien comprobados por la historia. Debido a que por lo menos una veintena de tribus bárbaras invadió el Imperio Romano, los comentadores han confeccionado varias listas de los reinos establecidos en el territorio del imperio. La siguiente lista es una de ellas: ostrogodos, visigodos, francos, vándalos, suevos, alamanes, anglosajones, hérulos, lombardos y burgundios. Algunos prefieren poner a los hunos en lugar de los alamanes. Sin embargo, los hunos desaparecieron pronto sin dejar un reino establecido. Este período fue de grandes trastornos, confusión y cambio, y durante él muchos Estados lograron su independencia. ]
Daniel 7-> Ver. 24
[V.24-> Diez cuernos. Respecto a las divisiones del Imperio Romano, ver com. Dan 7:7. De los primeros. Mejor, “de los cuernos anteriores”. Los anteriores representaban reinos seculares. El poder representado por este cuerno peculiar era de naturaleza político-religiosa. El papado es un reino eclesiástico gobernado por un “Pontífice”; los otros reinos eran poderes seculares gobernados por reyes. ]
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Daniel 7-> Ver. 25
[V.25-> Hablará palabras. Arameo millin (singular millah), simplemente, “palabras”. La expresión “grandes cosas” (Dan 7:8; Dan 7:20) es una traducción del vocablo arameo rabreban. Millah se traduce “asunto” en Dan 2:5; Dan 2:8; Dan 2:10-11; Dan 2:23; Dan 5:15; Dan 5:26; Dan 7:1; “palabra” en los Dan 4:31; Dan 4:33; Dan 5:10; Dan 7:11; Dan 7:25; Dan 7:28; “edicto” en 3:28; 6:12 y “respuesta” en 2:9. Contra. Arameo letsad. Si bien tsad significa “lado”, letsad no significa, como se esperaría, “al lado”, sino “contra”. Pero aquí parecería significar además “ponerse en lugar de”. Al oponerse al Altísimo, el cuerno pequeño pretendería ser igual a Dios (ver com. 2Ts 2:4; cf. Isa 14:12-14). La literatura eclesiástica abunda en ejemplos de las pretensiones arrogantes y blasfemas del papado. Ejemplos típicos son los siguientes tomados de una gran obra enciclopédica escrita por un teólogo católico del siglo XVIII: “El papa es de una dignidad tan grande y es tan excelso, que no es un mero hombre, sino como si fuera Dios y el vicario de Dios... ”El papa está coronado con una triple corona, como rey del cielo y de la tierra y de la regiones inferiores... ”El papa es como si fuera Dios sobre la tierra, único soberano de los fieles de Cristo, jefe de los reyes, tiene plenitud de poder, a él le ha sido encomendada por Dios omnipotente la dirección no sólo del reino terrenal sino también del reino celestial... ”El papa tiene tan grande autoridad y poder que puede modificar, explicar e interpretar aun las leyes divinas... ”El papa puede modificar la ley divina, ya que su poder no es de hombre sino de Dios, y actúa como vicerregente de Dios sobre la tierra con el más amplio poder de atar y soltar a sus ovejas. ”Cualquier cosa que se diga que hace el Señor Dios mismo, y el Redentor, eso hace su vicario, con tal que no haga nada contrario a la fe” (traducción de Lucio Ferraris, “Papa II”,Prompta Bibliotheca, t. VI, pp. 25-29). Quebrantará. O, “desgastará”. Esto se describe antes con las palabras, “este cuerno hacía guerra contra los santos, y los vencía” (Dan 7:21). La frase describe una persecución continua e implacable. El papado reconoce que ha perseguido y defiende tales hechos como el legítimo ejercicio del poder que pretende haber recibido de Cristo. Lo siguiente está tomado de The Catholic Encyclopedia: ”En la bula ‘Ad exstirpanda’ (1252), Inocencio IV dice: ‘Cuando los que hayan sido condenados como culpables de herejía hayan sido entregados al poder civil por el obispo o su representante, o la Inquisición, el podestá o primer magistrado de la ciudad los llevará inmediatamente y ejecutará las leyes promulgadas contra ellos, dentro del término máximo de cinco días’... Ni podía quedar duda alguna en cuanto a cuáles disposiciones civiles se indicaban, porque los pasajes que ordenaban quemar a los herejes impenitentes 858 estaban incluidos en los decretos papales de las constituciones imperiales ‘Commissis nobis’ e ‘lnconsutibilem tunicam’. La bula antes mencionada ‘Ad exstirpanda’ permaneció de allí en adelante como documento fundamental de la Inquisición, renovada o puesta nuevamente en vigencia por varios papas, Alejandro IV (1254-61), Clemente IV (1265-68), Nicolás IV (1288-92), Bonifacio VIll (1-1303) y otros. Por lo tanto, las autoridades civiles estaban obligadas por los papas, so pena de excomunión, a ejecutar las sentencias legales que condenaban a los herejes impenitentes a la hoguera” (Joseph Blötzer, art. “Inquisition”, t. VIII, p. 34). Pensará. Arameo sebar, “procurar”, “intentar”. Se indica un esfuerzo premeditado (CS 499-500). Tiempos. Arameo zimnin (singular, zeman), término que indica tiempo fijo, como en los Dan 3:7-8; Dan 4:36; Dan 6:10; Dan 6:13, o un lapso como en los Dan 2:16; Dan 7:12. En el Dan 2:21 se da una sugestión en cuanto al significado de la expresión “cambiar los tiempos’. Allí se usan juntas otra vez las mismas palabras arameas que significan “mudar” y “tiempos”. Sin embargo, en ese pasaje Daniel dice que es Dios quien tiene la autoridad de mudar los tiempos. Es Dios quien rige el destino de las naciones. Es él quien “quita reyes, y pone reyes” (Dan 2:21). “En la palabra de Dios contemplamos detrás, encima y entre la trama y urdimbre de los intereses, las pasiones y el poder de los hombres, los instrumentos del Ser misericordioso, que ejecutan silenciosa y pacientemente los consejos de la voluntad de Dios” (Ed 169). Es también Dios quien determina el “tiempo” (arameo zeman) cuando los santos poseerán el reino (Dan 7:22). El esfuerzo del cuerno pequeño para mudar los tiempos indicaría un esfuerzo premeditado para ejercer el derecho divino de dirigir el curso de la historia humana. La ley. Arameo dath, palabra usada para referirse tanto a la ley humana (Dan 2:9; Dan 2:13; Dan 2:15; Dan 6:8; Dan 6:12; Dan 6:15) como a la divina (Esd 7:12; Esd 7:14; Esd 7:21; Esd 7:25-26). Es evidente que aquí se hace referencia a la ley divina, ya que la ley humana puede ser cambiada según la voluntad de la autoridad civil, y tales cambios difícilmente podrían ser el tema de la profecía. Al investigar si el papado ha intentado cambiar las leyes divinas o no, encontramos la respuesta en la gran apostasía de los primeros siglos de la era cristiana cuando fueron introducidas numerosas doctrinas y prácticas contrarias a la voluntad de Dios revelada en las Sagradas Escrituras. El cambio más audaz corresponde al día de descanso semanal. La iglesia apóstata admite sin ambages que es responsable de la introducción del descanso dominical, y pretende que tiene el derecho de hacer tales cambios (CS 499-500). Un catecismo autorizado para sacerdotes dice: “La Iglesia de Dios [es decir, la Iglesia Católica] en su sabiduría ha ordenado que la celebración del día sábado fuese transferida al ‘día del Señor’ “ (Cathechism of the Council of Trent, traducción de Donovan, Ed. 1829, p. 358). Este catecismo fue escrito por orden del gran Concilio de Trento y publicado bajo los auspicios del Papa Pío V. Durante los tiempos del NT los cristianos observaron el sábado, séptimo día de la semana (ver com. Hch 17:2). “ transición del sábado al domingo fue un proceso gradual que comenzó antes de 150 d. C. y continuó durante unos tres siglos. Las primeras referencias históricas que tenemos en cuanto a la observancia del domingo por profesos cristianos aparecen en la Epístola de Bernabé (cap. 15) y en la Primera apología de Justino Mártir (cap. 67), obras que datan aproximadamente del 150 d. C. Ambas condenan la observancia del sábado e instan a observar el domingo. Las primeras referencias auténticas al domingo como “día del Señor” proceden de fines del siglo II y provienen del llamado Evangelio según San Pedro y de Clemente de Alejandría (Misceláneas, v. 14). Antes de la revolución judía instigada por Barcoquebas en 132-135 d. C.,, el Imperio Romano reconocía al judaísmo como una religión legal y al cristianismo como una secta judía. Pero como resultado de esa revolución los judíos y el judaísmo se desprestigiaron. Para evitar la persecución que siguió, de allí en adelante los cristianos trataron por todos los medios posibles de dejar en claro que no eran judíos. Las repetidas referencias que hacen los escritores cristianos de los tres siglos siguientes a la observancia del sábado como una práctica “judaizante”, junto con el hecho de que no hay referencia histórica de la observancia cristiana del domingo como día sagrado antes de la revolución judía, indican el período comprendido entre los años 135-150 como el tiempo cuando los cristianos empezaron a atribuirle santidad de día de reposo al primer día de la semana. 859 Sin embargo, la observancia del domingo no reemplazó inmediatamente a la del sábado sino que la acompañó y completó. Durante varios siglos los cristianos observaron ambos días. Por ejemplo, a comienzos del siglo III, Tertuliano observó que Cristo no había anulado el sábado. Un poco más tarde, en las Constituciones apostólicas, libro apócrifo, (ii. 36) se amonestaba a los cristianos a “guardar el sábado y la fiesta del día del Señor”. A principios del siglo IV el domingo había alcanzado una clara preferencia oficial sobre el sábado. En su Comentario sobre el Salmo 92 Eusebio, principal historiador eclesiástico de esa época, escribió: “Todas aquellas cosas que era deber hacer en el sábado, las hemos transferido al día del Señor, como que le pertenecen de manera más apropiada, porque este día tiene preferencia y ocupa el primer lugar y es más honorable que el sábado judío”. La primera acción oficial de la Iglesia Católica que expresa preferencia por el día domingo fue tomada en el Concilio de Laodicea (c. 364 d. C.). El canon 29 de ese concilio estipula que “los cristianos no han de judaizar y estar sin trabajar en sábado, sino, que han de trabajar ese día; pero honrarán de especial manera el día del Señor, y como cristianos que son, si es posible, no harán ningún trabajo en ese día. Sin embargo, si se los encuentra judaizando, serán excluidos de Cristo”. Este concilio dispuso que hubiera culto en el día sábado, pero designó a ese día como día laborable. Es digno de notarse que ésta, la primera ley eclesiástica que ordena la observancia del domingo, especifica el judaizar como la razón para evitar la observancia del sábado. Además, la rígida prohibición de la observancia del sábado es una evidencia de que muchos estaban todavía ‘judaizando’ en ese día. En realidad, los escritores cristianos de los siglos IV y V con frecuencia amonestan a sus correligionarios en contra de esa práctica. Por ejemplo, alrededor del año 400, Crisóstomo observa que muchos guardaban aún el sábado a la manera judía y estaban así judaizando. Los registros de la época también revelan que las iglesias de Alejandría y Roma fueron las principales en fomentar la observancia del domingo. Por 440 d. C. el historiador eclesiástico Sócrates escribió que “aunque casi todas las iglesias del mundo celebran los sagrados misterios cada semana en sábado, sin embargo los cristianos de Alejandría y Roma, por una antigua tradición, han dejado de hacer esto” (Ecclesiastical History v. 22). Alrededor de la misma fecha Sozomenos (o Sozomeno) escribió que “la gente de Constantinopla, y de casi todas partes, se reúne en el sábado, tanto como en el primer día de la semana, costumbre que nunca se observa en Roma ni en Alejandría”. Hay pues tres hechos claros: (1) El concepto de la santidad del domingo entre los cristianos se originó, principalmente, en su esfuerzo de evitar prácticas que los identificaran con los judíos, y provocaran así persecución. (2) La iglesia de Roma desde muy antiguo fomentó una preferencia por el domingo; y la creciente importancia que se le dio al domingo en la iglesia primitiva, a expensas del sábado, siguió muy de cerca al crecimiento gradual del poder de Roma. (3) Finalmente, la influencia romana prevaleció para hacer que la observancia del domingo fuese motivo de una ley eclesiástica, en la misma forma en que prevaleció para establecer otras prácticas tales como la adoración de María, la veneración de los santos y de los ángeles, el uso de imágenes y las oraciones por los muertos. La santidad del domingo descansa sobre la misma base que esas otras prácticas que no se encuentran en las Escrituras, y que fueron introducidas en la iglesia por el obispo de Roma. Hasta tiempo, y tiempos, y medio tiempo. La palabra aramea ‘iddan, que aquí se traduce “tiempo”, aparece también en el Dan 4:16; Dan 4:23; Dan 4:25; Dan 4:32. En estos pasajes la palabra ‘iddan indudablemente significa “un año” (ver com. Dan 4:16). La palabra que se traduce “tiempos”, que también proviene de ‘iddan, era puntuada por los masoretas como plural, pero los eruditos generalmente están de acuerdo en que debiera puntuarse como dual, indicando así “dos tiempos”. La palabra que se traduce “medio”, pelag puede también traducirse “mitad’. Por eso, es más aceptable la traducción de la Versión Moderna: ‘Un tiempo, y dos tiempos, y la mitad de un tiempo”. Al comparar este pasaje con profecías paralelas que se refieren al mismo período, pero designándolo de otras maneras, podemos calcular el total del tiempo implicado. En Ap 12:14 se denomina a este período “un tiempo, y tiempos y la mitad de un tiempo”. Un poco antes, en Ap 12:6, se hace 860 referencia al mismo período al decir “mil doscientos sesenta días”. En Ap 11:2-3 la expresión “mil doscientos sesenta días” equivale a “cuarenta y dos meses”. Así queda claro que un período de tres tiempos y medio corresponde con 42 meses, que a su vez son representados como 1.260 días, y que un “tiempo” equivale a 12 meses o 360 días. Este período puede llamarse un año profético. Sin embargo, no debe confundirse un año profético de 360 días ó 12 meses de 30 días cada uno con el año judío, que era un año lunar de extensión variable (tenía meses de 29 y de 30 días), ni con el calendario solar de 365 días (ver t. 11, pp. 114-115). Un año profético significa 360 días proféticos, pero un día profético representa un año solar. Esta distinción puede explicarse así: Un año profético de 360 días no es literal sino simbólico. Por eso sus 360 días son proféticos, no literales. Según el principio de día por año, ilustrado en Num 14:34 y Eze 4:6, un día en profecía simbólica representa un año literal. Así un año profético, o “tiempo”, simboliza 360 años naturales, literales, y de la misma manera un período de 1.260 ó 2.300 o de cualquier otra cantidad de días proféticos representa la misma cantidad de años literales (es decir, años solares completos, marcados por las estaciones que son controladas por el sol). Aunque el número de días de cada año lunar era variable, el calendario judío se corregía con la adición ocasional de un mes extra (ver t. II, pp. 106-107), de modo que para los escritores bíblicos -al igual que para nosotros- una larga serie de años siempre era igual al mismo número de años solares naturales. En cuanto a la aplicación histórica del principio de día por año ver pp. 41-80. La validez del principio de día por año ha sido demostrada por el cumplimiento preciso de varias profecías calculadas por este método, en particular la de los 1.260 días y la de las 70 semanas. Un período de tres años y medio contados en forma literal es completamente exiguo para cumplir los requisitos de las profecías de 1.260 días con relación al papado. Pero cuando, de acuerdo con el principio de día por año, el período se extiende a 1.260 años, la profecía tiene un cumplimiento excepcional. En julio de 1790, treinta obispos católicos se presentaron ante los que encabezaban el gobierno revolucionario de Francia para protestar por la legislación que independizaba al clero francés de la jurisdicción del papa y lo hacía responsable directamente ante el gobierno. Preguntaron si los dirigentes de la revolución iban a dejar libres a todas las religiones “excepto aquella que fue una vez suprema, que fue mantenida por la piedad de nuestros padres y por todas las leyes del Estado y ha sido por mil doscientos años la religión nacional” (A. Aulard, Christianity and the French Revolution, p. 70). El período profético del cuerno pequeño comenzó en 538 d. C., cuando los ostrogodos abandonaron el asedio a Roma, y el obispo de Roma, liberado del dominio arriano, quedó libre para ejercer las prerrogativas del decreto de Justiniano de 533, y aumentar de allí en adelante la autoridad de la “Santa Sede” (ver com. Dan 7:8). Exactamente 1.260 años más tarde (1798) las espectaculares victorias de los ejércitos de Napoleón en Italia pusieron al papa a merced del gobierno revolucionario francés, quien informó a Bonaparte que la religión romana sería siempre la enemiga irreconciliable de la república, y que “hay una cosa aún más esencial para alcanzar el fin deseado, y eso es destruir, si es posible, el centro de unidad de la iglesia romana, y depende de Ud., que reúne en su persona las más distinguidas cualidades del general y del hábil político, alcanzar esa meta si lo considera factible” (Id., p. 158). En respuesta a esas instrucciones y por orden de Napoleón, el general Berthier entró en Roma con un ejército francés, proclamó que el régimen político del papado había concluido y llevó al papa prisionero a Francia, donde murió en el exilio. El derrocamiento del papado en 1798 marca el pináculo de una larga serie de acontecimientos vinculados con su decadencia progresiva, y también la conclusión del período profético de los 1.260 años. Ver la Nota Adicional al fin de este capítulo, donde hay un bosquejo más completo del surgimiento y la decadencia del papado. ]
Daniel 7-> Ver. 26
[V.26-> Se sentará el juez. Ver com. Dan 7:9-11. El veredicto será sentencia de muerte para el papado. Este poder continuará su guerra contra los santos hasta el mismo fin. Entonces su dominio sobre ellos será quitado para siempre, y será exterminado. ]
Daniel 7-> Ver. 27
[V.27-> Sea dado. Aquí encontramos una vislumbre consoladora del resultado final de toda la agitación y persecución por la cual 861 habrán pasado los santos. ¡Bendito pensamiento! Cristo ha de volver pronto en busca de sus santos y los llevará para que disfruten de su eterno reinado y galardón. Todos los dominios. En la tierra restaurada, la morada de los justos, no habrá discordia ni descontento. Todo el universo pulsará en completa armonía. Todos los que serán salvos obedecerán voluntariamente a Dios y morarán en su bendita presencia para siempre. ]
Daniel 7-> Ver. 28
[V.28-> Mis pensamientos. O, “mis meditaciones”. Me turbaron. O, “me asustaron”. Rostro. Arameo ziw, que significa, según algunos eruditos, “semblante”, según otros “brillantez’, probablemente en el sentido de “apariencia”. La revelación de la historia futura de los santos asombró y entristeció grandemente al profeta. ]
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