|
General: LA IGLESIA DE SATANAS PELEARA CONTRA CRISTO Y SU PUEBLO
Elegir otro panel de mensajes |
|
ESCRITO ESTA EN LA SANTA BIBLIA LO CONFIRMA El Apóstol Pablo, en su segunda carta a los Tesalonicenses, predijo la gran apostasía que había de resultar en el establecimiento del poder papal. Declaró, respecto al día de Cristo: “Ese día no puede venir, sin que venga primero la apostasía, y sea revelado el hombre de pecado, el hijo de perdición; el cual se opone a Dios, y se ensalza sobre todo lo que se llama Dios, o que es objeto de culto; de modo que se siente en el templo de Dios, ostentando que él es Dios”. 2 Tesalonicenses 2:3, 4 (VM). Y además el apóstol advierte a sus hermanos que “el misterio de iniquidad está ya obrando”. Vers. 7. Ya en aquella época veía él que se introducían en la iglesia errores que prepararían el camino para el desarrollo del papado.
Poco a poco, primero solapadamente y a hurtadillas, y después con más desembozo, conforme iba cobrando fuerza y dominio sobre los espíritus de los hombres, “el misterio de iniquidad” hizo progresar su obra engañosa y blasfema. De un modo casi imperceptible las costumbres del paganismo penetraron en la iglesia cristiana. El espíritu de avenencia y de transacción fue coartado por algún tiempo por las terribles persecuciones que sufriera la iglesia bajo el régimen del paganismo. Mas habiendo cesado la persecución y habiendo penetrado el cristianismo en las cortes y palacios, la iglesia dejó a un lado la humilde sencillez de Cristo y de sus apóstoles por la pompa y el orgullo de los sacerdotes y gobernantes paganos, y sustituyó los requerimientos de Dios por las teorías y tradiciones de los hombres. La conversión nominal de Constantino, a principios del siglo cuarto, causó gran regocijo; y el mundo, disfrazado con capa de rectitud, se introdujo en la iglesia. Desde entonces la obra de corrupción progresó rápidamente. El paganismo que parecía haber sido vencido, vino a ser el vencedor. Su espíritu dominó a la iglesia. Sus doctrinas, ceremonias y supersticiones se incorporaron a la fe y al culto de los que profesaban ser discípulos de Cristo.
Esta avenencia entre el paganismo y el cristianismo dio por resultado el desarrollo del “hombre de pecado” predicho en la profecía como oponiéndose a Dios y ensalzándose a sí mismo sobre Dios. Ese gigantesco sistema de falsa religión es obra maestra del poder de Satanás, un monumento de sus esfuerzos para sentarse él en el trono y reinar sobre la tierra según su voluntad. DANIEL 7:25 proferirá palabras contra el Altísimo y pondrá a prueba a los santos del Altísimo. Tratará de cambiar los tiempos y la ley, y los santos serán entregados en sus manos por un tiempo y tiempos y medio tiempo. Y Apocalipsis 12:9Y fue arrojado el gran Dragón, la Serpiente antigua, el llamado Diablo y Satanás, el seductor del mundo entero; fue arrojado a la tierra y sus Angeles fueron arrojados con él 13:2,4vers17,18. La Bestia que vi se parecía a un leopardo, con las patas como de oso, y las fauces como fauces de león : y el Dragón le dio su poder y su trono y gran poderío.
3 Una de sus cabezas parecía herida de muerte,
pero su llaga mortal se le curó; entonces la
tierra entera siguió maravillada a la Bestia.
4 Y se postraron ante el Dragón, porque había dado el poderío a la Bestia , y se postraron ante la Bestia diciendo: «¿Quién como la Bestia? ¿Y quién puede luchar contra ella?» cap17 :8 La Bestia que has visto, era y ya no es; y va a subir del Abismo pero camina hacia su destrucción. Los habitantes de la tierra, cuyo nombre no fue inscrito desde la creación del mundo en el libro de la vida, se maravillarán al ver que la Bestia era y ya no es, pero que reapareceráUna de las principales doctrinas del romanismo enseña que el papa es cabeza visible de la iglesia universal de Cristo, y que fue investido de suprema autoridad sobre los obispos y los pastores de todas las partes del mundo. Aun más, al papa se le han dado los títulos propios de la divinidad. Se le ha titulado “Señor Dios el Papa” y se le ha declarado infalible. Exige que todos los hombres le rindan homenaje. La misma pretensión que sostuvo Satanás cuando tentó a Cristo en el desierto, la sostiene aún por medio de la iglesia de Roma, y muchos son los que están dispuestos a rendirle homenaje
Apocalipsis (de Juan) 13-> Ver. 2
[V.2-> Leopardo... oso... león. Una evidente alusión al simbolismo de Dan. 7. Daniel vio tres bestias: la primera era semejante a un león; la segunda, a un oso; la tercera, a un leopardo. La bestia que vio Juan tenía características físicas tomadas de las tres, lo que indica, sin duda alguna, que el poder representado por la bestia de Apocalipsis posee características evidentes en los imperios de Babilonia, Persia y Grecia. Algunos han notado que Juan alude a estos poderes en el orden inverso de su aparición en la historia, o mirando retrospectivamente desde sus días. Dragón. Ver com. Ap 12:3. Le dio su poder. El dragón representa en primer lugar a Satanás, y en un sentido secundario recibió del dragón “su poder, y su trono, y grande autoridad” fue, claramente, la Roma papal. “De las ruinas de la Roma política se levantó el gran imperio moral en la “forma gigantesca” de la Iglesia Romana” (A. C. Flick, The Rise of the Mediaeval Church [ 1900], p. 150). Esta identificación es confirmada 832 por las especificaciones enumeradas en los versículos siguientes. Detrás de todo estaba Satanás, que procuraba exterminar a la iglesia. Cuando se dio cuenta que sus esfuerzos para aniquilar a los seguidores de Cristo por medio de la persecución resultaban ineficaces, cambió sus tácticas y se propuso separar de Cristo a la iglesia por medio del establecimiento de un sistema religioso falso y complejo. El dragón no actúa directamente por medio del paganismo, sino que empieza a trabajar tras la fachada de una organización profesamente cristiana, esperando de este modo disfrazar su identidad. Trono. Gr. thrónos. Los papas ascendieron al trono de los césares. La capital del sistema papal era la misma que la que había ocupado el Imperio Romano durante su apogeo. Grande autoridad. El papado predominó en los asuntos políticos y religiosos, y sobre la conciencia de los hombres. ] .
|
|
|
|
LAS DOS BESTIAS DE APOCALIPSIS 13 PAPADO Y EEUU PARA ENGAÑAR AL MUNDO CON LA MARCA DE LA BESTIA 666 CATECISMO DOMINGO LAUDATO SI .
Ha sido objeto del estudio y esfuerzo de Satanás unir la iglesia y el estado desde el principio. Separados, son útiles y valiosos para la vida del mundo. Unidos, vienen a ser un veneno mortífero, tanto para el cuerpo político como para el cuerpo eclesiástico. De una unión tal, brotan las grandes bestias apocalípticas, que desgarran cruelmente y aplastan despiadadamente la vida de todos los que se les oponen. Véase Daniel 7 y Apocalipsis 12, 13 y 17.
La “bestia” de Apocalipsis 13:1-10 papado es un símbolo de este poder a través de los siglos, que ha existido bajo diversas formas, simbolizadas por las siete cabezas. Bajo la cabeza dominante del período presentado en Apocalipsis 13:1-10, la bestia representa el papado. Ejerció el poder perseguidor durante 1.260 años, al fin de los cuales nos es representada como yendo en cautiverio. Lo que hizo de ella un poder perseguidor fué la unión de la iglesia con el estado. La Edad Media atestigua sus funestos efectos tanto sobre la iglesia como sobre el estado.
Precisamente cuando este poder perseguidor va en cautiverio (vers. 10), el profeta ve otro poder que se levanta en forma de “otra bestia” que sube “de la tierra,” y que tiene “dos cuernos semejantes a los de un cordero, mas hablaba como un dragón.” Había, entre otras especificaciones dignas de nota, que significaban claramente a qué potencia se aplica este símbolo, las cuatro siguientes: 1. El tiempo de su nacimiento. 2. El territorio en que actúa. 3. El carácter que profesa tener, según lo indican sus cuernos. 4. Su verdadero carácter y obra, según lo revela su voz.
1. Esta potencia, nace más o menos, cuando la bestia anterior, gobernada por la cabeza papal, es llevada en cautiverio o cesa de ser potencia perseguidora. Esto sucedió en 1798, cuando el papa Pío VI fué llevado en cautiverio, y desde esa fecha el papado no ha sido reconocido por el poder civil como defensor de la fe de las naciones y juez de herejes. En esa oportunidad—al fin del siglo XVIII—había tan sólo una nueva potencia notable que hacía su aparición en el horizonte del mundo, a saber, los Estados Unidos de Norteamérica.
2. Las bestias que representaban las naciones del Viejo Mundo aparecen como saliendo del mar (Daniel 7:2, 3, 17; Apocalipsis 13:1)EEUU ; el mar, o las aguas, simboliza los grandes movimientos nacionales de flujo y reflujo, con todos los cambios y fluctuaciones que ocasionan. Apocalipsis 17:15; Isaías 8:7. Pero la bestia de dos cuernos llega al poder, no entre las naciones conocidas del mundo, sino en una parte desconocida hasta entonces. Esta especificación se cumple en los Estados Unidos y su gobierno; porque surgieron, por así decirlo, “entre las soledades de la tierra.”
3. Tenía dos cuernos como los de un cordero, rasgo que no se notó en ningún otro símbolo de la profecía divina. El “cordero” es un símbolo de Cristo, el Cordero muerto desde la fundación del mundo, Cordero que “tenía siete cuernos.” Apocalipsis 5:6. Un cuerno es símbolo de fuerza o exaltación, o de lo que produce eminencia o exaltación. Había dos principios en las doctrinas de Cristo que, adoptados por cualquier gobierno, le darían preeminencia y servirían para elevarlo. Estos dos principios de la religión cristiana han contribuido, aparte de su inherente poder divino, para granjearle favor dondequiera que hayan sido conocidos, y los hombres que no los abrazan los admiran. Estos dos principios de este gobierno han granjeado también la admiración de todos los que aman la justicia en todas las naciones, y han llevado a sus playas desde el Viejo Mundo, multitudes de oprimidos y amantes de la libertad. Estos principios son la absoluta igualdad o fraternidad de los hombres y la perfecta libertad de elección en cuanto a creer o no creer en asuntos religiosos. El primero se expresa en pasajes como éstos: “Dios ... de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres” (Hechos 17:26), y “Uno es vuestro Maestro, el Cristo; y todos vosotros sois hermanos”. Mateo 23:8. El segundo, por estas palabras: “El que oyere mis palabras, y no las creyere, yo no le juzgo; porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo.” Juan 12:47. “Dios no hace acepción de personas.” Véase también Juan 18:36; Mateo 20:25-28; Lucas 9:51-56; 2 Corintios 1:24; 5:11, 20. La obra de los ministros de Cristo no consiste en obligar, sino en ganar; no en ordenar sino en persuadir y rogar. Únicamente una religión sobre toda la faz de la tierra reconoce los principios de la igualdad de los hombres y la absoluta libertad de la voluntad, sin compulsión. Únicamente una nación importante sobre toda la faz de la tierra ha encarnado alguna vez en la constitución de su existencia y los principios de su gobierno estas dos características, y esta nación es la de los Estados Unidos de Norteamérica.
|
|
|
|
La igualdad del hombre se presenta así en la declaración de la independencia: “Tenemos por verdades evidentes de por sí: Que todos los hombres son creados iguales; que están dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos están la vida, la libertad, y la búsqueda de la felicidad.” La libertad religiosa se presenta en la primera enmienda de la constitución: “Ninguna ley promulgará el Congreso respecto del establecimiento de la religión, o que prohiba el libre ejercicio de ella; o cercene la libertad de palabra o de prensa; o el derecho de reunión pacífica.” Estos principios cristianos limitan el símbolo de la bestia de dos cuernos a los Estados Unidos.
4. “Hablaba como un dragón.” El “dragón” es satánico, y símbolo de una potencia perseguidora. Apocalipsis 12:9, 13. “De la abundancia del corazón habla la boca.” La manera de hablar revela la verdadera naturaleza y el desarrollo ulterior de la nación que nos ocupa. Un gobierno habla por sus leyes y decretos. El símbolo indica, por lo tanto, que los Estados Unidos llegarán todavía a ser una potencia perseguidora. ¿Hay indicaciones de que tal será el caso?—Hace noventa años, no se podía decir que las hubiese. Ahora son legión.
Por la profecía puede verse que la bestia de dos cuernos levanta una imagen a la bestia e impone la marca de la bestia a aquellos que están dentro de su jurisdicción. Lo que constituía la bestia era una unión de la iglesia y el estado, en la que el estado imponía a todos los dogmas de la iglesia. Una imagen de la bestia sería el establecimiento de un sistema semejante en el gobierno de los Estados Unidos. El espacio limitado de este apéndice no permite citar las pruebas de que esto ya se está haciendo en principio. Notaremos, sin embargo, algunos hechos:
a) En 1864 se formó la Asociación pro Reforma Nacional con el objeto confesado de “conseguir una enmienda de la Constitución de los Estados Unidos que declare la fidelidad de la nación a Jesucristo, y su aceptación de las leyes morales de la religión cristiana, que indique que ésta es una nación cristiana, y coloque todas las leyes, instituciones y costumbres cristianas de nuestro gobierno sobre una base legal innegable en la ley fundamental del país.” Por supuesto, el lector inteligente y avizor verá en seguida que este propósito cristalizado en ley no sería sino la interpretación humana de “las leyes morales de la religión cristiana.” Y la Edad Media poseyó en abundancia estas interpretaciones.
b) Aunque la asociación nombrada nunca ha sido numéricamente muy grande, ha difundido sus opiniones erróneas en toda denominación religiosa, en las instituciones del saber y entre los miembros de toda organización que se destaque por sus esfuerzos en realizar reformas. La Unión de Mujeres Cristianas Temperantes, que fomentó la prohibición, y las grandes denominaciones protestantes del país, han favorecido, en una forma u otra, estas opiniones, y han ejercido presión, por la influencia política, sobre los funcionarios Públicos del gobierno nacional y de los estados.
c) El 29 de febrero de 1892, la Suprema Corte de los Estados Unidos declaró, en la decisión respecto de la iglesia Trinity, que “ésta es una nación cristiana,” y el verano siguiente ambas cámaras del Congreso, juntamente con el presidente, cedieron a la presión, y declararon que el día de reposo del cuarto mandamiento era el domingo, primer día de la semana, con lo que los magistrados civiles fallaron con respecto a una cuestión religiosa y así comprometieron el gobierno a este procedimiento.
d) Sucesos ulteriores, notablemente el reconocimiento oficial y la recepción de un representante del Vaticano de parte del gobierno, precisamente antes de la guerra de 1898 con España, revelan el hecho de que los pasos preliminares de una unión de la iglesia y el estado—una imagen de la bestia—han sido dados.
La marca de un poder es lo que se presenta específicamente como señal de su autoridad. La autoridad de Dios y su jurisdicción se concentran en su poder creador de todo. La señal o marca de esa autoridad es el sábado séptimo día como Dios creador y salvador . Véase Éxodo 20:8-11; Ezequiel 20:12, 20 Éxodo 31:12,18 Génesis 1:1,2Genesis 2:1,4 Apoc 14:7cap14:12cap 7:2cap 9:4 escrito con su autoridad de Dios y creador desde el cielo Sinaí con su dedo . La marca de la bestia es aquello que el papado presenta como señal de su autoridad domingo catecismo LAUDATO si escrito por su autoridad humana y dedo . Como poder perseguidor, el papado debe ser un poder que se opone al verdadero cristianismo bíblico sábado séptimo día sello de Dios creador . Su marca debe mostrar oposición a la ley de Dios del cielo del Sinaí , o un cambio en ella. En la diferencia que hay entre la ley de Dios del Sinaí del cielo tal como la da su Palabra y la practicó Jesucristo, y esa misma ley según la interpreta, enseña, práctica e impone el papado, debe hallarse la marca de esa potencia.
Como se ha notado ya, la señal del poder de Dios es su santo sábado séptimo día del cuarto mandamientoEcodo 20:8,11Exodo 31:12,18 . La interpretación papal de aquella ley discrepa de la Palabra mayormente en lo que respecta a ese mandamiento. La ley de Jehová declara que “el séptimo día será sábado a Jehová.” La iglesia católica romana declara que guardar este mandamiento consiste en “dedicar el domingo [primer día de la semana] a la oración y otros deberes religiosos.”—Catecismo de Butler. Al querer probar que “la iglesia tiene poder para instituir fiestas de precepto,” el Catecismo Doctrinal dice: “Si no tuviese tal poder, no podría haber hecho aquello en que concuerdan con ella todos los religiosos modernos: no podría haber substituído la observancia del domingo, primer día de la semana, en lugar de la observancia del sábado, séptimo día, cambio para el cual no hay autoridad bíblica.” Otra obra católica (Abridgment of Christian Doctrine) prueba la misma autoridad de la iglesia “por el mismo acto de cambiar el sábado en domingo.... Guardando el domingo, ellos [los protestantes] reconocen el poder que tiene la iglesia para ordenar fiestas, y para ordenarlas so pena de pecado.” Muchos otros testimonios respecto del mismo hecho podrían presentarse de fuentes católicas y protestantes. La marca de la bestia es, por lo tanto, el domingo impuesto por la ley de la iglesia y el estado ..
|
|
|
|
Qué vendrá luego? Habrá quienes, en conciencia obedientes a Dios sábado séptimo día y a su Palabra la santa Biblia , no podrán observarla. No podrán rendir obediencia al estandarte de otra potencia. Por lo tanto, las leyes se volverán más estrictas; pero serán violadas por razones de conciencia. El gobierno, cegado y lanzado en su carrera fatal, creerá necesario mantener su falsa dignidad. Impondrá multas y penalidades cada vez más severas, hasta la confiscación de los bienes y la privación de la ciudadanía. Los “herejes” no podrán ni comprar ni vender. Serán boicoteados. Y aun más, si persisten en lo que un gobierno cegado llama “obstinación,” serán considerados traidores y el castigo que merece la traición es la muerte. DTG 780.3
La profecía declara que el gobierno de los Estados Unidos llegará aún a decir que a los tales se les ha de dar muerte. Lo ya explicado demuestra que el camino en el cual ha entrado ya la nación de los Estados Unidos conduce lógicamente a este fin. Y no sólo esto, sino que su influencia al respecto hará retroceder al mundo a la Edad Media, a la ruina completa de la iglesia y el estado. Los que no saben estas cosas pueden tratarlas como increíbles, mas si tan sólo quieren investigar, pueden comprenderlas. A pesar de todo, Dios cuidará a los fieles; no necesitan temer. Los que corren peligro son los perseguidores, no los perseguidos. DTG 781.1
Nota 2. Página 201—La sabiduría de Dios se manifestó en la elección que hizo en cuanto al tiempo de la venida de Cristo al mundo. Al venir en una época tan tardía, hubo amplia oportunidad de que la profecía atestiguase su misión. Una cadena de predicciones inspiradas que abarca muchos siglos anunció los sucesos relacionados con su aparición en forma humana. Dios quiso que el cumplimiento de esas profecías fortaleciera la fe de los creyentes en Cristo. Si el Salvador hubiese venido mucho antes de lo que vino, esta ventaja no habría sido tan grande. DTG 781.2
También de acuerdo con la providencia de Dios, Cristo vino cuando dominaba el poder romano. Los judíos, por haberse apartado de Dios, habían caído bajo el dominio de una nación pagana. Aunque ejercía cierta medida de autoridad, el Sanedrín no podía pronunciar juicio en un caso que entrañase la pena capital. Dominados por el fanatismo y la tradición, los judíos eran muy crueles e inexorables. Su odio hacia Cristo era intenso. Si hubiesen poseído el poder supremo, los celosos sacerdotes y príncipes se habrían librado muy pronto del que consideraban como rival. La obra del Salvador entre los hombres se habría abreviado, y nada se habría registrado en cuanto a su vida y su ministerio. No se habría levantado la cruz de Cristo en el Calvario. La crucifixión era un método romano de castigo. Si los judíos hubiesen ejercido un dominio independiente, habrían muerto a Cristo apedreándole por la falsa acusación de violar la ley de Dios. Esto no habría cumplido la profecía de que como la serpiente había sido alzada en el desierto había de ser levantado el Hijo de Dios. DTG 781.3
Además, si la venida de Cristo hubiese tardado aun más, los judíos no podrían haber logrado su muerte por la crucifixión. Su poder iba declinando constantemente, y no habrían tenido suficiente influencia ante las autoridades romanas para obtener su condenación. DTG 782.1
El poder romano fué, en las manos de Dios, el instrumento para impedir que la luz del mundo se apagase en las tinieblas. De acuerdo con el plan de Dios, la cruz debía de ser levantada a la vista de todas las naciones, lenguas y pueblos, y llamar la atención al Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. DTG 782.2
Poco después de la crucifixión de Cristo, cesó el empleo de la cruz en Judea. Las escenas que acontecieron en ocasión de la muerte del Salvador, la intensa malignidad de los sacerdotes y la ira del pueblo, así como las convulsiones de la naturaleza y las tinieblas sobrenaturales, inspiraron tal terror a los romanos que pronto cesaron de usar la cruz como instrumento de muerte. En la destrucción de Jerusalén, la crucifixión revivió por un tiempo; pero entonces fueron los judíos mismos las víctimas. La misma suerte que habían pronunciado sobre Cristo, recayó sobre ellos. Multitudes perecieron de esta manera. En el Calvario se plantaron cruces tan numerosas como si hubiesen sido árboles de un bosque. DTG 782.3
La venida de Cristo en el tiempo y en la manera en que se produjo, fué un cumplimiento directo y completo de la profecía. La evidencia de esto, dada al mundo por medio del testimonio de los apóstoles y de sus asociados, es una de las pruebas más categóricas de la fe cristiana. Nosotros no fuimos testigos oculares de la vida de Jesús, pero tenemos el testimonio de sus discípulos; y por la fe vemos por sus ojos y oímos por sus oídos, y nuestra fe acepta la evidencia dada.
|
|
|
|
Nota 3. Página 585—Los presagios que han de preceder a la segunda venida de Cristo son muchos (Lucas 21:25-27); pero en Mateo 24:29, 30 se presentan tres señales específicas en el sol, la luna y las estrellas, como sigue: DTG 783.1
“Y luego después de la aflicción de aquellos días, el sol se obscurecerá, y la luna no dará su lumbre, y las estrellas caerán del cielo, y las virtudes de los cielos serán conmovidas. Y entonces se mostrará la señal del Hijo del hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del hombre que vendrá sobre las nubes del cielo, con grande poder y gloria.” DTG 783.2
Los días aquí mencionados son los 1.260 días proféticos, o años, de la tribulación del pueblo de Dios, que abarcan la Edad Media, y están predichos en Daniel 7:25; 11:33-35 y en Apocalipsis 12:6, 13-16. Estos días comenzaron en el año 538 de nuestra era, cuando el obispo de Roma fué hecho, por decreto de Justiniano y por el derrocamiento de las potencias arrianas opositoras, “Cabeza de todas las Santas Iglesias” y “Verdadero y Eficaz Corrector de Herejes.” Continuaron hasta 1798, cuando Pío VI fué llevado prisionero por el general Berthier y el poder del papado sobre los gobiernos de Europa quedó quebrantado. La tribulación, o activa persecución, no abarcó todo ese período. El Señor abrevió la tribulación por causa de los escogidos. Dos cosas importantes ocurrieron para quebrar el poder de esta persecución: (1) La creciente influencia de la Reforma sobre Europa, que iluminó a los príncipes acerca del verdadero cristianismo, y (2) la apertura del Nuevo Mundo a los oprimidos de todas las naciones. Los gobernantes de Europa vieron a sus súbditos más concienzudos abandonarlos para irse a América, y vieron que era necesaria la tolerancia para retenerlos. El primer gobernante de influencia que obró en este sentido fué María Teresa, emperatriz de Austria, quien en 1776 abolió la tortura en sus estados hereditarios, lo cual fué seguido por el edicto de tolerancia de su hijo, el emperador José II, el 22 de junio de 1781. En 1776, las colonias unidas de Norteamérica se declararon estados libres e independientes; y así se abrió un refugio para los oprimidos de todas las naciones. “Y la tierra ayudó a la mujer.” Apocalipsis 12:16. El obscurecimiento del sol iba a ocurrir “en aquellos días, después de aquella aflicción” (Marcos 13:24), “después de la tribulación.” Mateo 24:29 (VM). Como la tribulación cesó hacia 1776, y los días terminaban en 1798, quedamos reducidos a un breve período de 22 años para ver la aparición de la primera de estas señales. Por lo tanto, por muchos obscurecimientos del sol que hayan ocurrido en lo pasado, o puedan ocurrir en lo futuro, esta profecía no queda afectada por ellos. La profecía señala un obscurecimiento del sol que debe haberse realizado entre 1776 y 1798, habiendo de ser más cercano a la primera fecha que a la última. DTG 783.3
En cumplimiento de la predicción de nuestro Señor, el 19 de mayo de 1780 ocurrió un muy notable obscurecimiento del sol, que se extendió por la parte oriental de Norteamérica y fué notado por muchos eruditos y escritores. A él se refiere el Webster’s Unabridged Dictionary (diccionario completo de Webster), el cual, después de dar la fecha del acontecimiento dice: “La verdadera causa de este fenómeno notable es desconocida.” El ganado volvió a casa, las aves subieron a sus palos, los hombres y mujeres lloraban y se lamentaban, creyendo que había llegado el día del juicio. DTG 784.1
A la noche siguiente, aunque era luna llena, hubo tales tinieblas que, según las palabras de cierto escritor, “una hoja de papel blanco, mantenida a pocas pulgadas de los ojos, era tan invisible como el terciopelo más negro.” A veces, cuando se veía la luna, era roja como sangre. Véase Apocalipsis 6:12. DTG 784.2
La última señal de la serie fué la lluvia de estrellas o meteoros, más gráficamente descrita en. Apocalipsis 6:13. Esta señal se cumplió con la gran lluvia meteórica del 13 de noviembre de 1833, que fué visible en la mayor parte de la tierra. El siguiente diagrama ayudará a comprender la profecía: DTG 784.3
Estas son señales especificas para la última generación de hombres que había de vivir en la tierra antes del regreso de Cristo. No revelan el día ni la hora de su venida, pero recalcan con triple seguridad esta advertencia: “Cuando viereis todas estas cosas, sabed que él está cerca, a las puertas. En verdad os digo, que no pasará esta generación, hasta que todo esto sea hecho. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.” Mateo 24:32-36 (VM). La venida de Cristo está a las puertas. DTG 784.4
Nota 4. Página 699—Es bien sabido que la puntuación de la Biblia no es obra de los escritores inspirados. En verdad, la puntuación es un arte moderno, pues la coma en su forma actual fué inventada en 1490 por un impresor de Venecia. Por lo tanto, tenemos libertad para cambiar la puntuación de la Escritura según lo exija el sentido. En Lucas 23:43, si se coloca la coma después de hoy, y se suprime la palabra “que,” vocablo que no existe en el original griego, el texto dice: “De cierto te digo hoy, estarás conmigo en el paraíso.” Entonces no hay falta de armonía entre este pasaje y la declaración ulterior de Cristo de que todavía no había ascendido al Padre. DTG 784.5
Nota 5. Página 732—Vale la pena notar que seis de las ocho menciones del primer día de la semana en el Nuevo Testamento se refieren al mismo día, el día que nuestro Señor resucitó. Los pasajes que lo mencionan son los siguientes: Mateo 28:1; Marcos 16:2, 9; Lucas 24:1; Juan 20:1, 19. Es extraño que estos pasajes que se refieren al día de la resurrección de nuestro Señor, sean citados en prueba de que se deba descansar el domingo o tenerlo por día del Señor. Las siguientes consideraciones demuestran claramente que dichos textos no suministran prueba alguna de que el primer día tenga un carácter sagrado:
|
|
|
|
1: Ni en estos pasajes ni en el contexto de cualquiera de ellos se declara, como no se declara tampoco en ninguna otra parte de la Biblia, que el domingo sea día de reposo o día del Señor, ni día sagrado, ni que hubiese de reemplazar al sábado de Jehová. Por cierto que a quien observe el domingo como día santo, o en honor de la resurrección, el Señor podría preguntar, como preguntó antaño: “¿Quién demandó esto de vuestras manos?” DTG 785.2
2. Dicen los eruditos bíblicos que Mateo escribió su Evangelio de siete a treinta años después de la resurrección; Marcos escribió su Evangelio treinta años después; Lucas escribió el suyo treinta y dos años después; y Juan unos sesenta años después de la resurrección. Pero ninguno de estos escritores designa el domingo con otra expresión que “primer día de la semana,” mientras que el día anterior es uniformemente llamado por el nombre sagrado de “sábado.” Por cierto que los escritores inspirados no conocieron cambio alguno de día de reposo. DTG 785.3
3. Que ese día no se celebraba en honor de Cristo resucitado es evidente por el hecho de que los discípulos “no creían” que hubiese resucitado, ni aun después que se lo dijera María. Marcos 16:11. Tampoco creían los discípulos la historia de los dos que habían visto a Jesús en Emaús. Vers. 12, 13. Y cuando nuestro Señor apareció a los once, “ellos espantados y asombrados, pensaban que veían espíritu” (Lucas 24:37), y nuestro Señor “censuróles su incredulidad y dureza de corazón, que no hubiesen creído a los que le habían visto resucitado.” Marcos 16:14. La verdad es que los discípulos no se habían reunido para celebrar la resurrección de Aquel en cuya resurrección no creían. DTG 785.4
4. Es de notar que ese día no era considerado por los discípulos como día santo. Dos de ellos viajaron a Emaús, aldea que estaba a unos doce kilómetros de Jerusalén, y emplearon en ello una porción considerable del día. Volviendo a Jerusalén al final de ese día, encontraron a los discípulos reunidos, no con el propósito de celebrar una reunión religiosa, sino en una morada común de Jerusalén, con las puertas cerradas “por miedo de los judíos.” Compárese Juan 20:19 con Hechos 1:13. DTG 786.1
4. Es de notar que ese día no era considerado por los discípulos como día santo. Dos de ellos viajaron a Emaús, aldea que estaba a unos doce kilómetros de Jerusalén, y emplearon en ello una porción considerable del día. Volviendo a Jerusalén al final de ese día, encontraron a los discípulos reunidos, no con el propósito de celebrar una reunión religiosa, sino en una morada común de Jerusalén, con las puertas cerradas “por miedo de los judíos.” Compárese Juan 20:19 con Hechos 1:13.
|
|
|
|
Los protestantes consideran hoy al romanismo con más favor que años atrás. En los países donde no predomina y donde los partidarios del papa siguen una política de conciliación para ganar influjo, se nota una indiferencia creciente respecto a las doctrinas que separan a las iglesias reformadas de la jerarquía papal; entre los protestantes está ganando terreno la opinión de que, al fin y al cabo, en los puntos vitales las divergencias no son tan grandes como se suponía, y que unas pequeñas concesiones de su parte los pondrían en mejor inteligencia con Roma. Tiempo hubo en que los protestantes estimaban altamente la libertad de conciencia adquirida a costa de tantos sacrificios. Enseñaban a sus hijos a tener en aborrecimiento al papado y sostenían que tratar de congeniar con Roma equivaldría a traicionar la causa de Dios. Pero ¡cuán diferentes son los sentimientos expresados hoy! CI 48.1
Los defensores del papado declaran que la iglesia ha sido calumniada, y el mundo protestante se inclina a creerlo. Muchos sostienen que es injusto juzgar a la iglesia de nuestros días por las abominaciones y los absurdos que la caracterizaron cuando dominaba en los siglos de ignorancia y de tinieblas. Tratan de excusar sus horribles crueldades como si fueran resultado de la barbarie de la época, y arguyen que las influencias de la civilización moderna han modificado los sentimientos de ella. CI 48.2
¿Habrán olvidado estas personas las pretensiones de infalibilidad sostenidas durante ochocientos años por tan altanero poder? Lejos de abandonar este aserto lo ha afirmado en el siglo XIX de un modo más positivo que nunca antes. Como Roma asegura que la iglesia “nunca erró; ni errará jamás, según las Escrituras” (Juan L. von Mosheim, Institutes of Ecclesiastical History, libro 3, siglo XI, parte 2, cap. 2, nota 17), ¿cómo podrá renunciar a los principios que amoldaron su conducta en las edades pasadas? CI 48.3
La iglesia papal no abandonará nunca su pretensión a la infalibilidad. Todo lo que ha hecho al perseguir a los que rechazaban sus dogmas lo da por santo y bueno; ¿y quién asegura que no volvería a las andadas siempre que se le presentase la oportunidad? Deróguense las medidas restrictivas impuestas en la actualidad por los gobiernos civiles y déjesele a Roma que recupere su antiguo poder y se verán resucitar en el acto su tiranía y sus persecuciones. CI 49.1
Un conocido autor dice, acerca de la actitud de la jerarquía papal hacia la libertad de conciencia y acerca de los peligros especiales que corren los Estados Unidos si tiene éxito la política de dicha jerarquía: CI 49.2
“Son muchos los que atribuyen al fanatismo o a la puerilidad todo temor expresado acerca del catolicismo romano en los Estados Unidos. Los tales no ven en el carácter y actitud del romanismo nada que sea hostil a nuestras libres instituciones, y no ven tampoco nada inquietante en el incremento de aquél. Comparemos, pues, primero, algunos de los principios fundamentales de nuestro gobierno con los de la iglesia católica. CI 49.3
“La Constitución de los Estados Unidos garantiza la libertad de conciencia. Nada hay más precioso ni de importancia tan fundamental. El papa Pío IX, en su encíclica del 15 de agosto de 1854, dice: ‘Las doctrinas o extravagancias absurdas y erróneas en favor de la libertad de conciencia, son unos de los errores más pestilentes: una de las pestes que más se debe temer en un estado.’ El mismo papa, en su encíclica del 8 de diciembre de 1864, anatematizó ‘a los que sostienen la libertad de conciencia y de cultos’ como también ‘a cuantos aseveran que la iglesia no puede emplear la fuerza.’ CI 49.4
“El tono pacífico que Roma emplea en los Estados Unidos no implica un cambio de sentimientos. Es tolerante cuando es impotente. El obispo O’Connor dice: ‘La libertad religiosa se soporta tan sólo hasta que se pueda practicar lo opuesto sin peligro para el mundo católico.’ ... El arzobispo de Saint Louis dijo un día: ‘La herejía y la incredulidad son crímenes; y en los países cristianos como Italia y España, por ejemplo, donde todo el pueblo es católico y donde la religión católica es parte esencial de la ley del país, se las castiga como a los demás crímenes.’ ... CI 50.1
Es verdad que hay verdaderos cristianos en la iglesia católica romana. En ella, millares de personas sirven a Dios según las mejores luces que tienen. Nunca han visto el contraste que existe entre el culto o servicio vivo rendido con el corazón y una serie de meras formas y ceremonias. Dios mira con tierna misericordia a esas almas educadas en una fe engañosa e insuficiente. Hará penetrar rayos de luz a través de las tinieblas que las rodean. Les revelará la verdad tal cual es en Jesús y muchos se unirán aún a su pueblo.
|
|
|
|
Pero el romanismo, como sistema, no está actualmente más en armonía con el Evangelio de Cristo que en cualquier otro período de su historia. Las iglesias protestantes se hallan sumidas en grandes tinieblas, pues de lo contrario discernirían las señales de los tiempos. La iglesia romana abarca mucho en sus planes y modos de operación. Emplea toda clase de estratagemas para extender su influencia y aumentar su poder, mientras se prepara para una lucha violenta y resuelta a fin de recuperar el gobierno del mundo, restablecer las persecuciones y deshacer todo lo que el protestantismo ha hecho. El catolicismo está ganando terreno en todas direcciones. Véase el número creciente de sus iglesias y capillas en los países protestantes. Nótese en Norteamérica la popularidad de sus colegios y seminarios, tan patrocinados por los protestantes. Piénsese en la extensión del ritualismo en Inglaterra y en las frecuentes deserciones a las filas católicas. Estos hechos deberían inspirar ansiedad a todos los que aprecian los puros principios del Evangelio. CI 50.3
Los protestantes se han entremetido con el papado y lo han patrocinado; han hecho transigencias y concesiones que sorprenden a los mismos papistas y les resultan incomprensibles. Los hombres cierran los ojos ante el verdadero carácter del romanismo, ante los peligros que hay que temer de su supremacía. Hay necesidad de despertar al pueblo para hacerle rechazar los avances de este enemigo peligrosísimo de la libertad civil y religiosa. CI 51.1
Muchos protestantes suponen que la religión católica no es atractiva y que su culto es una serie de ceremonias áridas y sin significado. Pero están equivocados. CI 51.2
Una religión de ceremonias exteriores es propia para atraer al corazón irregenerado. La pompa y el ceremonial del culto católico ejercen un poder seductor, fascinador, que engaña a muchas personas, las cuales llegan a considerar a la iglesia romana como la verdadera puerta del cielo. Sólo pueden resistir su influencia los que pisan con pie firme en el fundamento de la verdad y cuyos corazones han sido regenerados por el Espíritu de Dios. Millares de personas que no conocen por experiencia a Cristo, serán llevadas a aceptar las formas de una piedad sin poder. Semejante religión es, precisamente, lo que las multitudes desean. CI 51.3
El hecho de que la iglesia asevere tener el derecho de perdonar pecados induce a los romanistas a sentirse libres para pecar; y el mandamiento de la confesión sin la cual ella no otorga su perdón, tiende además a dar bríos al mal. El que se arrodilla ante un hombre caído y le expone en la confesión los pensamientos y deseos secretos de su corazón, rebaja su dignidad y degrada todos los nobles instintos de su alma. CI 51.4
El culto de las imágenes y reliquias, la invocación de los santos y la exaltación del papa son artificios de Satanás para alejar de Dios y de su Hijo el espíritu del pueblo. Para asegurar su ruina, se esfuerza en distraer su atención del Unico que puede asegurarles la salvación. Dirigirá las almas hacia cualquier objeto que pueda substituir a Aquel que dijo: “¡Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os daré descanso!” Mateo 11:28 (VM). CI 51.5
Satanás se esfuerza siempre en presentar de un modo falso el carácter de Dios, la naturaleza del pecado y las verdaderas consecuencias que tendrá la gran controversia. Sus sofismas debilitan el sentimiento de obligación para con la ley divina y dan a los hombres libertad para pecar. Al mismo tiempo les hace aceptar falsas ideas acerca de Dios, de suerte que le miran con temor y odio más bien que con amor. Atribuye al Creador la crueldad inherente a su propio carácter, la incorpora en sistemas religiosos y le da expresión en diversas formas de culto. Sucede así que las inteligencias de los hombres son cegadas y Satanás se vale de ellos como de sus agentes para hacer la guerra a Dios. Debido a conceptos erróneos de los atributos de Dios, las naciones paganas fueron inducidas a creer que los sacrificios humanos eran necesarios para asegurarse el favor divino; y perpetráronse horrendas crueldades bajo las diversas formas de la idolatría. CI 52.1
La iglesia católica romana, al unir las formas del paganismo con las del cristianismo, y al presentar el carácter de Dios bajo falsos colores, como lo presentaba el paganismo, recurrió a prácticas no menos crueles, horrorosas y repugnantes. En tiempo de la supremacía romana, había instrumentos de tortura para obligar a los hombres a aceptar sus doctrinas. Existía la hoguera para los que no querían hacer concesiones a sus exigencias. Hubo horribles matanzas de tal magnitud que nunca será conocida hasta que sea manifestada en el día del juicio. Dignatarios de la iglesia, dirigidos por su maestro Satanás, se afanaban por idear nuevos refinamientos de tortura que hicieran padecer lo indecible sin poner término a la vida de la víctima. En muchos casos el proceso infernal se repetía hasta los límites extremos de la resistencia humana, de manera que la naturaleza quedaba rendida y la víctima suspiraba por la muerte como por dulce alivio. CI 52.2
Tal era la suerte de los adversarios de Roma. Para sus adherentes disponía de la disciplina del azote, del tormento del hambre y de la sed, y de las mortificaciones corporales más lastimeras que se puedan imaginar. Para asegurarse el favor del cielo, los penitentes violaban las leyes de Dios al violar las leyes de la naturaleza. Se les enseñaba a disolver los lazos que Dios instituyó para bendecir y amenizar la estada del hombre en la tierra. Los cementerios encierran millones de víctimas que se pasaron la vida luchando en vano para dominar los afectos naturales, para refrenar como ofensivos a Dios todo pensamiento y sentimiento de simpatía hacia sus semejante.
|
|
|
|
Pero el romanismo, como sistema, no está actualmente más en armonía con el Evangelio de Cristo que en cualquier otro período de su historia. Las iglesias protestantes se hallan sumidas en grandes tinieblas, pues de lo contrario discernirían las señales de los tiempos. La iglesia romana abarca mucho en sus planes y modos de operación. Emplea toda clase de estratagemas para extender su influencia y aumentar su poder, mientras se prepara para una lucha violenta y resuelta a fin de recuperar el gobierno del mundo, restablecer las persecuciones y deshacer todo lo que el protestantismo ha hecho. El catolicismo está ganando terreno en todas direcciones. Véase el número creciente de sus iglesias y capillas en los países protestantes. Nótese en Norteamérica la popularidad de sus colegios y seminarios, tan patrocinados por los protestantes. Piénsese en la extensión del ritualismo en Inglaterra y en las frecuentes deserciones a las filas católicas. Estos hechos deberían inspirar ansiedad a todos los que aprecian los puros principios del Evangelio. CI 50.3
Los protestantes se han entremetido con el papado y lo han patrocinado; han hecho transigencias y concesiones que sorprenden a los mismos papistas y les resultan incomprensibles. Los hombres cierran los ojos ante el verdadero carácter del romanismo, ante los peligros que hay que temer de su supremacía. Hay necesidad de despertar al pueblo para hacerle rechazar los avances de este enemigo peligrosísimo de la libertad civil y religiosa. CI 51.1
Muchos protestantes suponen que la religión católica no es atractiva y que su culto es una serie de ceremonias áridas y sin significado. Pero están equivocados. CI 51.2
Una religión de ceremonias exteriores es propia para atraer al corazón irregenerado. La pompa y el ceremonial del culto católico ejercen un poder seductor, fascinador, que engaña a muchas personas, las cuales llegan a considerar a la iglesia romana como la verdadera puerta del cielo. Sólo pueden resistir su influencia los que pisan con pie firme en el fundamento de la verdad y cuyos corazones han sido regenerados por el Espíritu de Dios. Millares de personas que no conocen por experiencia a Cristo, serán llevadas a aceptar las formas de una piedad sin poder. Semejante religión es, precisamente, lo que las multitudes desean. CI 51.3
El hecho de que la iglesia asevere tener el derecho de perdonar pecados induce a los romanistas a sentirse libres para pecar; y el mandamiento de la confesión sin la cual ella no otorga su perdón, tiende además a dar bríos al mal. El que se arrodilla ante un hombre caído y le expone en la confesión los pensamientos y deseos secretos de su corazón, rebaja su dignidad y degrada todos los nobles instintos de su alma. CI 51.4
El culto de las imágenes y reliquias, la invocación de los santos y la exaltación del papa son artificios de Satanás para alejar de Dios y de su Hijo el espíritu del pueblo. Para asegurar su ruina, se esfuerza en distraer su atención del Unico que puede asegurarles la salvación. Dirigirá las almas hacia cualquier objeto que pueda substituir a Aquel que dijo: “¡Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os daré descanso!” Mateo 11:28 (VM). CI 51.5
Satanás se esfuerza siempre en presentar de un modo falso el carácter de Dios, la naturaleza del pecado y las verdaderas consecuencias que tendrá la gran controversia. Sus sofismas debilitan el sentimiento de obligación para con la ley divina y dan a los hombres libertad para pecar. Al mismo tiempo les hace aceptar falsas ideas acerca de Dios, de suerte que le miran con temor y odio más bien que con amor. Atribuye al Creador la crueldad inherente a su propio carácter, la incorpora en sistemas religiosos y le da expresión en diversas formas de culto. Sucede así que las inteligencias de los hombres son cegadas y Satanás se vale de ellos como de sus agentes para hacer la guerra a Dios. Debido a conceptos erróneos de los atributos de Dios, las naciones paganas fueron inducidas a creer que los sacrificios humanos eran necesarios para asegurarse el favor divino; y perpetráronse horrendas crueldades bajo las diversas formas de la idolatría. CI 52.1
La iglesia católica romana, al unir las formas del paganismo con las del cristianismo, y al presentar el carácter de Dios bajo falsos colores, como lo presentaba el paganismo, recurrió a prácticas no menos crueles, horrorosas y repugnantes. En tiempo de la supremacía romana, había instrumentos de tortura para obligar a los hombres a aceptar sus doctrinas. Existía la hoguera para los que no querían hacer concesiones a sus exigencias. Hubo horribles matanzas de tal magnitud que nunca será conocida hasta que sea manifestada en el día del juicio. Dignatarios de la iglesia, dirigidos por su maestro Satanás, se afanaban por idear nuevos refinamientos de tortura que hicieran padecer lo indecible sin poner término a la vida de la víctima. En muchos casos el proceso infernal se repetía hasta los límites extremos de la resistencia humana, de manera que la naturaleza quedaba rendida y la víctima suspiraba por la muerte como por dulce alivio. CI 52.2
Tal era la suerte de los adversarios de Roma. Para sus adherentes disponía de la disciplina del azote, del tormento del hambre y de la sed, y de las mortificaciones corporales más lastimeras que se puedan imaginar. Para asegurarse el favor del cielo, los penitentes violaban las leyes de Dios al violar las leyes de la naturaleza. Se les enseñaba a disolver los lazos que Dios instituyó para bendecir y amenizar la estada del hombre en la tierra. Los cementerios encierran millones de víctimas que se pasaron la vida luchando en vano para dominar los afectos naturales, para refrenar como ofensivos a Dios todo pensamiento y sentimiento de simpatía hacia sus semejante.
|
|
|
|
Cristo no dió en su vida ningún ejemplo que autorice a los hombres y mujeres a encerrarse en monasterios so pretexto de prepararse para el cielo. Jamás enseñó que debían mutilarse los sentimientos de amor y simpatía. El corazón del Salvador rebosaba de amor. Cuanto más se acerca el hombre a la perfección moral, tanto más delicada es su sensibilidad, tanto más vivo su sentimiento del pecado y tanto más profunda su simpatía por los afligidos. El papa dice ser el vicario de Cristo; ¿pero puede compararse su carácter con el de nuestro Salvador? ¿Vióse jamás a Cristo condenar hombres a la cárcel o al tormento porque se negaran a rendirle homenaje como Rey del cielo? ¿Acaso se le oyó condenar a muerte a los que no le aceptaban? Cuando fué menospreciado por los habitantes de un pueblo samaritano, el apóstol Juan se llenó de indignación y dijo: “Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, y los consuma, como hizo Elías?” Jesús miró a su discípulo con compasión y le reprendió por su aspereza, diciendo: “El Hijo del hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas.” Lucas 9:54, 56. ¡Cuán diferente del de su pretendido vicario es el espíritu manifestado por Cristo! CI 53.2
La iglesia católica le pone actualmente al mundo una cara apacible, y presenta disculpas por sus horribles crueldades. Se ha puesto vestiduras como las de Cristo; pero en realidad no ha cambiado. Todos los principios formulados por el papismo en edades pasadas subsisten en nuestros días. Las doctrinas inventadas en los siglos más tenebrosos siguen profesándose aún. Nadie se engañe. El papado que los protestantes están ahora tan dispuestos a honrar, es el mismo que gobernaba al mundo en tiempos de la Reforma, cuando se levantaron hombres de Dios con peligro de sus vidas para denunciar la iniquidad de él. El romanismo sostiene las mismas orgullosas pretensiones con que supo dominar sobre reyes y príncipes y arrogarse las prerrogativas de Dios. Su espíritu no es hoy menos cruel ni despótico que cuando destruía la libertad humana y mataba a los santos del Altísimo. CI 53.3
El papado es precisamente lo que la profecía declaró que sería: la apostasía de los postreros días. 2 Tesalonicenses 2:3, 4. Forma parte de su política asumir el carácter que le permita realizar mejor sus fines; pero bajo la apariencia variable del camaleón oculta el mismo veneno de la serpiente. Declara: “No hay que guardar la palabra empeñada con herejes, ni con personas sospechosas de herejía.”—Lenfant, Histoire du Concile de Constance, tomo 1, pág. 493. ¿Será posible que este poder cuya historia se escribió durante mil años con la sangre de los santos, sea ahora reconocido como parte de la iglesia de Cristo? CI 54.1
No sin razón se ha asegurado que en los países protestantes el catolicismo no difiere ya tanto del protestantismo como antes. Se ha verificado un cambio; pero no es el papado el que ha cambiado. El catolicismo se parece mucho en verdad al protestantismo de hoy día debido a lo mucho que éste ha degenerado desde los días de los reformadores. CI 54.2
Mientras las iglesias protestantes han estado buscando el favor del mundo, una falsa caridad las ha cegado. Se figuran que es justo pensar bien de todo mal; y el resultado inevitable será que al fin pensarán mal de todo bien. En lugar de salir en defensa de la fe que fué dada antiguamente a los santos, no parecen sino disculparse ante Roma por haberla juzgado con tan poca caridad y pedirle perdón por la estrechez de miras que manifestaron. CI 54.3
Muchos, aun entre los que no favorecen al romanismo, se dan poca cuenta del peligro con que les amenaza el poder y la influencia de Roma. Insisten en que las tinieblas intelectuales y morales que prevalecían en la Edad Media favorecían la propagación de sus dogmas y supersticiones junto con la opresión, y que el mayor caudal de inteligencia de los tiempos modernos, la difusión general de conocimientos y la libertad siempre mayor en materia de religión, impiden el reavivamiento de la intolerancia y de la tiranía. Se ridiculiza la misma idea de que pudiera volver un estado de cosas semejante en nuestros tiempos de luces. Es verdad que sobre esta generación brilla mucha luz intelectual, moral y religiosa. De las páginas abiertas de la santa Palabra de Dios, ha brotado luz del cielo sobre la tierra. Pero no hay que olvidar que cuanto mayor sea la luz concedida, tanto más densas también son las tinieblas de aquellos que la pervierten o la rechazan. CI 55.1
Un estudio de la Biblia hecho con oración mostraría a los protestantes el verdadero carácter del papado y se lo haría aborrecer y rehuir; pero muchos son tan sabios en su propia opinión que no sienten ninguna necesidad de buscar humildemente a Dios para ser conducidos a la verdad. Aunque se enorgullecen de su ilustración, desconocen tanto las Sagradas Escrituras como el poder de Dios. Necesitan algo para calmar sus conciencias, y buscan lo que es menos espiritual y humillante. Lo que desean es un modo de olvidar a Dios, pero que parezca recordarlo. El papado responde perfectamente a las necesidades de todas esas personas. Es adecuado a dos clases de seres humanos que abarcan casi a todo el mundo: los que quisieran salvarse por sus méritos, y los que quisieran salvarse en sus pecados. Tal es el secreto de su poder. CI 55.2
Ha quedado probado cuánto favorecieron el éxito del papado los períodos de tinieblas intelectuales. También quedará demostrado que una época de grandes luces intelectuales es igualmente favorable a su triunfo. En otro tiempo, cuando los hombres no poseían la Palabra de Dios ni conocían la verdad, sus ojos estaban vendados y miles cayeron en la red que no veían tendida ante sus pies. En esta generación, son muchos aquellos cuyos ojos están ofuscados por el brillo de las especulaciones humanas, o sea por la “falsamente llamada ciencia;” no alcanzan a ver la red y caen en ella tan fácilmente como si tuviesen los ojos vendados. Dios dispuso que las facultades intelectuales del hombre fuesen consideradas como don de su Creador y que fuesen empleadas en provecho de la verdad y de la justicia; pero cuando se fomenta el orgullo y la ambición y los hombres exaltan sus propias teorías por encima de la Palabra de Dios, entonces la inteligencia puede causar mayor perjuicio que la ignorancia. Por esto, la falsa ciencia de nuestros días, que mina la fe en la Biblia, preparará tan seguramente el camino para el triunfo del papado con su formalismo agradable, como el obscurantismo lo preparó para su engrandecimiento en la Edad Media.
|
|
|
|
En los movimientos que se realizan actualmente en los Estados Unidos de Norteamérica para asegurar el apoyo del estado a las instituciones y prácticas de la iglesia, los protestantes están siguiendo las huellas de los papistas. Más aún, están abriendo la puerta para que el papado recobre en la América protestante la supremacía que perdió en el Viejo Mundo. Y lo que da más significado a esta tendencia es la circunstancia de que el objeto principal que se tiene en vista es imponer la observancia del domingo, institución que vió la luz en Roma y que el papado proclama como signo de su autoridad. Es el espíritu del papado, es decir, el espíritu de conformidad con las costumbres mundanas, la mayor veneración por las tradiciones humanas que por los mandamientos de Dios, el que está penetrando en las iglesias protestantes e induciéndolas a hacer la misma obra de exaltación del domingo que el papado hizo antes que ellas. CI 56.1
Si el lector quiere saber cuáles son los medios que se emplearán en la contienda por venir, no tiene más que leer la descripción de los que Roma empleó con el mismo fin en siglos pasados. Si desea saber cómo los papistas unidos a los protestantes procederán con los que rechacen sus dogmas, considere el espíritu que Roma manifestó contra el sábado y sus defensores. CI 56.2
Edictos reales, concilios generales y ordenanzas de la iglesia sostenidos por el poder civil fueron los peldaños por medio de los cuales el día de fiesta pagano alcanzó su puesto de honor en el mundo cristiano. La primera medida pública que impuso la observancia del domingo fué la ley promulgada por Constantino. (Año 321 de J. C.) Dicho edicto requería que los habitantes de las ciudades descansaran en “el venerable día del sol,” pero permitía a los del campo que prosiguiesen sus faenas agrícolas. A pesar de ser en realidad ley pagana, fué impuesta por el emperador después que hubo aceptado nominalmente el cristianismo. CI 57.1
Como el mandato real no parecía substituir de un modo suficiente la autoridad divina, Eusebio, obispo que buscó el favor de los príncipes y amigo íntimo y adulador especial de Constantino, aseveró que Cristo había transferido el día de reposo del sábado al domingo. No se pudo aducir una sola prueba de las Santas Escrituras en favor de la nueva doctrina. Eusebio mismo reconoce involuntariamente la falsedad de ella y señala a los verdaderos autores del cambio. “Nosotros hemos transferido al domingo, día del Señor—dice—todas las cosas que debían hacerse en el sábado.”—Roberto Cox, Sabbath Laws and Sabbath Duties, 538. Pero por infundado que fuese el argumento en favor del domingo, sirvió para envalentonar a los hombres y animarlos a pisotear el sábado del Señor. Todos los que deseaban ser honrados por el mundo aceptaron el día festivo popular. CI 57.2
Con el afianzamiento del papado fué enalteciéndose más y más la institución del domingo. Por algún tiempo el pueblo siguió ocupándose en los trabajos agrícolas fuera de las horas de culto, y el séptimo día, o sábado, siguió siendo considerado como el día de reposo. Pero lenta y seguramente fué efectuándose el cambio. Se prohibió a los magistrados que fallaran en lo civil los domingos. Poco después se dispuso que todos sin distinción de clase social se abstuviesen del trabajo ordinario, so pena de multa para los señores y de azotes para los siervos. Más tarde se decretó que los ricos serían castigados con la pérdida de la mitad de sus bienes y que finalmente, si se obstinaban en desobedecer, se les hiciese esclavos. Los de las clases inferiores debían sufrir destierro perpetuo. CI 57.3
Se recurrió también a los milagros. Entre otros casos maravillosos, se refería que un campesino que iba a labrar su campo en día domingo limpió su arado con un hierro que le penetró en la mano, y por dos años enteros no lo pudo sacar, “sufriendo con ello mucho dolor y vergüenza.”—Francisco West, Historical and Practical Discourse on the Lords Day, 174. CI 58.1
Más tarde, el papa ordenó que los sacerdotes del campo amonestasen a los que violasen el domingo y los indujeran a venir a la iglesia para rezar, no fuese que atrajesen alguna gran calamidad sobre sí mismos y sobre sus vecinos. CI 58.2
Como los decretos de los concilios resultaran insuficientes, se instó a las autoridades civiles a promulgar un edicto que inspirase terror al pueblo y le obligase a abstenerse de trabajar el domingo. En un sínodo reunido en Roma, todos los decretos anteriores fueron confirmados con mayor fuerza y solemnidad, incorporados en la ley eclesiástica y puestos en vigencia por las autoridades civiles en casi toda la cristiandad. (Véase Heylyn, History of the Sabbath, parte 2, cap. 5, sec. 7.) CI 58.3
A pesar de esto la falta de autoridad bíblica en favor de la observancia del domingo no originaba pocas dificultades. El pueblo ponía en tela de juicio el derecho de sus maestros para echar a un lado la declaración positiva de Jehová: “El séptimo día Sábado es del Señor tu Dios” a fin de honrar el día del sol. Se necesitaban otros expedientes para suplir la falta de testimonios bíblicos. Un celoso defensor del domingo que visitó a fines del siglo XII las iglesias de Inglaterra, encontró resistencia por parte de testigos fieles de la verdad; sus esfuerzos resultaron tan inútiles que abandonó el país por algún tiempo en busca de medios que le permitiesen apoyar sus enseñanzas. Cuando regresó, la falta había sido suplida y entonces tuvo mayor éxito. Había traído consigo un rollo que presentaba como del mismo Dios, y que contenía el mandamiento que se necesitaba para la observancia del domingo, con terribles amenazas para aterrar a los desobedientes. Se afirmaba que ese precioso documento, fraude tan vil como la institución misma que pretendía afianzar, había caído del cielo y había sido encontrado en Jerusalén sobre el altar de San Simeón, en el Gólgota. Pero en realidad, de donde procedía era del palacio pontifical de Roma. La jerarquía papal consideró siempre como legítimos los fraudes y las adulteraciones que favoreciesen el poder y la prosperidad de la iglesia. CI 58.4
Pero a pesar de todos los esfuerzos hechos para establecer la santidad del domingo, los mismos papistas confesaban públicamente la autoridad divina del sábado y el origen humano de la institución que lo había suplantado. En el siglo XVI un concilio papal ordenó explícitamente: “Recuerden todos los cristianos que el séptimo día fué consagrado por Dios y aceptado y observado no sólo por los judíos, sino también por todos los que querían adorar a Dios; no obstante nosotros los cristianos hemos cambiado el sábado de ellos en el día del Señor, domingo.” Ibid., 281, 282. Los que estaban pisoteando la ley divina no ignoraban el carácter de la obra que estaban realizando. Se estaban colocando deliberadamente por encima de Dios .
|
|
|
|
Un ejemplo sorprendente de la política de Roma contra los que no concuerdan con ella se encuentra en la larga y sangrienta persecución de los valdenses, algunos de los cuales observaban el sábado. Otros sufrieron de modo parecido por su fidelidad al cuarto mandamiento. La historia de las iglesias de Etiopía, o Abisinia, es especialmente significativa. En medio de las tinieblas de la Edad Media, se perdió de vista a los cristianos del Africa central, quienes, olvidados del mundo, gozaron de plena libertad en el ejercicio de su fe. Pero al fin Roma descubrió su existencia y el emperador de Abisinia fué pronto inducido a reconocer al papa como vicario de Cristo. Esto fué principio de otras concesiones. Se proclamó un edicto que prohibía la observancia del sábado, bajo las penas más severas. Véase Miguel Geddes, Church History of Ethiopia, 311, 312. Pero la tiranía papal se convirtió luego en yugo tan amargo que los abisinios resolvieron sacudirlo. Después de una lucha terrible, los romanistas fueron expulsados de Abisinia y la antigua fe fué restablecida. Las iglesias se regocijaron en su libertad y no olvidaron jamás la lección que habían aprendido respecto al engaño, al fanatismo y al poder despótico de Roma. En medio de su reino aislado se sintieron felices de permanecer desconocidos para el resto de la cristiandad. CI 59.2
Estos recuerdos de lo pasado ponen claramente de manifiesto la enemistad de Roma contra el verdadero día de reposo y sus defensores, y los medios que emplea para honrar la institución creada por ella. La Palabra de Dios nos enseña que estas escenas han de repetirse cuando los católicos romanos y los protestantes se unan para exaltar el domingo. CI 60.1
La profecía del capítulo 13 del Apocalipsis declara que el poder representado por la bestia de cuernos semejantes a los de un cordero haría “que la tierra y los que en ella habitan” adorasen al papado—que está simbolizado en ese capítulo por una bestia “parecida a un leopardo.” La bestia de dos cuernos dirá también “a los que habitan sobre la tierra, que hagan una imagen de la bestia;” y además mandará que “todos, pequeños y grandes, así ricos como pobres, así libres como esclavos,” tengan la marca de la bestia. Apocalipsis 13:11-16 (VM). Se ha demostrado que los Estados Unidos de Norteamérica son el poder representado por la bestia de dos cuernos semejantes a los de un cordero, y que esta profecía se cumplirá cuando los Estados Unidos hagan obligatoria la observancia del domingo, que Roma declara ser el signo característico de su supremacía. Pero los Estados Unidos no serán los únicos que rindan homenaje al papado. La influencia de Roma en los países que en otro tiempo reconocían su dominio, dista mucho de haber sido destruida. Y la profecía predice la restauración de su poder. “Y vi una de sus cabezas como si hubiese sido herida de muerte; y su herida mortal fué sanada; y toda la tierra maravillóse, yendo en pos de la bestia.” Vers. 3. La herida mortal que le fué ocasionada se refiere a la caída del papado en 1798. Después de eso, dice el profeta, “su herida mortal fué sanada; y toda la tierra maravillóse, yendo en pos de la bestia.” San Pablo dice claramente que el hombre de pecado subsistirá hasta el segundo advenimiento. 2 Tesalonicenses 2:8. Proseguirá su obra de engaño hasta el mismo fin del tiempo, y el revelador declara refiriéndose también al papado: “Todos los que moran en la tierra le adoraron, cuyos nombres no están escritos en el libro de la vida.” Apocalipsis 13:8. Tanto en el Viejo como en el Nuevo Mundo se le tributará homenaje al papado por medio del honor que se conferirá a la institución del domingo, la cual descansa únicamente sobre la autoridad de la iglesia romana. CI 60.2
Desde mediados del siglo XIX, los que estudian la profecía en los Estados Unidos han presentado este testimonio ante el mundo. En los acontecimientos que están desarrollándose actualmente, especialmente en dicho país, se ve un rápido avance hacia el cumplimiento de dichas predicciones. Los maestros protestantes presentan los mismos asertos de autoridad divina en favor de la observancia del domingo y adolecen de la misma falta de evidencias bíblicas que los dirigentes papales cuando fabricaban milagros para suplir la falta de un mandamiento de Dios. Se repetirá el aserto de que los juicios de Dios caerán sobre los hombres en castigo por no haber observado el domingo como día de reposo. Ya se oyen voces en este sentido. Y un movimiento en favor de la observancia obligatoria del domingo está ganando cada vez más terreno. CI 61.1
La sagacidad y astucia de la iglesia romana asombran. Puede leer el porvenir. Se da tiempo viendo que las iglesias protestantes le están rindiendo homenaje con la aceptación del falso día de reposo y que se preparan a imponerlo con los mismos medios que ella empleó en tiempos pasados. Los que rechazan la luz de la verdad buscarán aún la ayuda de este poder que se titula infalible, a fin de exaltar una institución que debe su origen a Roma. No es difícil prever cuán apresuradamente ella acudirá en ayuda de los protestantes en este movimiento. ¿Quién mejor que los jefes papistas para saber cómo entendérselas con los que desobedecen a la iglesia? CI 62.1
La iglesia católica romana, con todas sus ramificaciones en el mundo entero, forma una vasta organización dirigida por la sede papal, y destinada a servir los intereses de ésta. Instruye a sus millones de adeptos en todos los países del globo, para que se consideren obligados a obedecer al papa. Sea cual fuere la nacionalidad o el gobierno de éstos, deben considerar la autoridad de la iglesia como por encima de todas las demás. Aunque juren fidelidad al estado, siempre quedará en el fondo el voto de obediencia a Roma que los absuelve de toda promesa contraria a los intereses de ella. CI 62.2
La historia prueba lo astuta y persistente que es en sus esfuerzos por inmiscuirse en los asuntos de las naciones, y para favorecer sus propios fines, aun a costa de la ruina de príncipes y pueblos, una vez que logró entrar. En el año 1204, el papa Inocencio III arrancó de Pedro II, rey de Aragón, este juramento extraordinario: “Yo, Pedro, rey de los aragoneses, declaro y prometo ser siempre fiel y obediente a mi señor, el papa Inocencio, a sus sucesores católicos y a la iglesia romana, y conservar mi reino en su obediencia, defendiendo la religión católica y persiguiendo la perversidad herética.”—Juan Dowling, The History of Romanism, lib. 5, cap. 6, sec. 55. Esto está en armonía con las pretensiones del pontífice romano con referencia al poder, de que “él tiene derecho de deponer emperadores” y de que “puede desligar a los súbditos de la lealtad debida a gobernantes perversos.”—Mosheim, lib. 3, siglo 11, parte 2, cap. 2, sec. 2, nota 1
|
|
|
|
Dowling, The History of Romanism, lib. 5, cap. 6, sec. 55. Esto está en armonía con las pretensiones del pontífice romano con referencia al poder, de que “él tiene derecho de deponer emperadores” y de que “puede desligar a los súbditos de la lealtad debida a gobernantes perversos.”—Mosheim, lib. 3, siglo 11, parte 2, cap. 2, sec. 2, nota 17. CI 62.3
Y téngase presente que Roma se jacta de no variar jamás. Los principios de Gregorio VII y de Inocencio III son aún los principios de la iglesia católica romana; y si sólo tuviese el poder, los pondría en vigor con tanta fuerza hoy como en siglos pasados. Poco saben los protestantes lo que están haciendo al proponerse aceptar la ayuda de Roma en la tarea de exaltar el domingo. Mientras ellos tratan de realizar su propósito, Roma tiene su mira puesta en el restablecimiento de su poder, y tiende a recuperar su supremacía perdida. Establézcase en los Estados Unidos el principio de que la iglesia puede emplear o dirigir el poder del estado; que las leyes civiles pueden hacer obligatorias las observancias religiosas; en una palabra, que la autoridad de la iglesia con la del estado debe dominar las conciencias, y el triunfo de Roma quedará asegurado en la gran República de la América del Norte. CI 63.1
La Palabra de Dios ha dado advertencias respecto a tan inminente peligro; descuide estos avisos y el mundo protestante sabrá cuáles son los verdaderos propósitos de Roma, pero ya será tarde para salir de la trampa. Roma está aumentando sigilosamente su poder. Sus doctrinas están ejerciendo su influencia en las cámaras legislativas, en las iglesias y en los corazones de los hombres. Ya está levantando sus soberbios e imponentes edificios en cuyos secretos recintos reanudará sus antiguas persecuciones. Está acumulando ocultamente sus fuerzas y sin despertar sospechas para alcanzar sus propios fines y para dar el golpe en su debido tiempo. Todo lo que Roma desea es asegurarse alguna ventaja, y ésta ya le ha sido concedida. Pronto veremos y palparemos los propósitos del romanismo. Cualquiera que crea u obedezca a la Palabra de Dios incurrirá en oprobio y persecución.
|
|
|
|
EL MUNDO REYES LE ENTREGARAN SU PODER A LA BESTIA PAPADO .
DANIEL 7:
23 El habló así: «La cuarta bestia será un cuarto reino que habrá en la tierra, diferente de todos los reinos. Devorará toda la tierra, la aplastará y la pulverizará.
24 Y los diez cuernos: de este reino saldrán diez reyes, y otro saldrá después de ellos; será diferente de los primeros y derribará a tres reyes;
25 proferirá palabras contra el Altísimo y pondrá a prueba a los santos del Altísimo. Tratará de cambiar los tiempos y la ley, y los santos serán entregados en sus manos por un tiempo y tiempos y medio tiempo.
Daniel 7-> Ver. 24
[V.24-> Diez cuernos. Respecto a las divisiones del Imperio Romano, ver com. Dan 7:7. De los primeros. Mejor, “de los cuernos anteriores”. Los anteriores representaban reinos seculares. El poder representado por este cuerno peculiar era de naturaleza político-religiosa papado . El papado es un reino eclesiástico gobernado por un “Pontífice”; los otros reinos eran poderes seculares gobernados por reyes. ]
Daniel 7-> Ver. 7
[V.7-> La cuarta bestia. Compárese con el Dan 7:19. Quizá no había en la naturaleza ninguna similitud con la cual designar a esta bestia horrible, puesto que no se hace ninguna comparación como en el caso de las tres primeras bestias. Sin embargo, no debiera haber duda de que representaba al mismo poder que está simbolizado por las piernas de hierro de la gran imagen PAPADO (ver com. Dan 2:40). La historia enseña claramente que el poder mundial que siguió al tercer imperio de esta profecía fue Roma. Sin embargo, la transición fue gradual. De manera que es imposible señalar un acontecimiento específico que indique el momento del cambio. Como ya se ha dicho, el imperio de Alejandro fue dividido después del 301 a. C. en cuatro (más tarde tres) reinos helenísticos (ver Dan 8:8), y su reemplazo por el Imperio Romano fue un proceso gradual que implicó varias etapas principales. Los escritores no están de acuerdo en cuanto a la fecha que señala la hegemonía del imperio siguiente. Hacia el año 200 a. C., cuando Cartago ya no era más rival (aunque no fue destruida sino medio siglo más tarde), Roma era dueña del Mediterráneo occidental y había comenzado a relacionarse con el Oriente, donde de allí en adelante también llegaría a dominar. En 197 a. C. Roma derrotó a Macedonia y puso a los Estados griegos bajo su protección. En 190 Roma derrotó a Antíoco III y tomó el territorio seléucida por el este hasta los montes del Tauro. En 168 a. C., en la batalla de Pidna, Roma acabó con la monarquía de Macedonia, dividiéndola en cuatro confederaciones; y quizá en ese mismo año reprendió a Antíoco IV haciendo que abandonara la idea de conquistar Egipto. En 146 a. C. Roma se anexó a Macedonia como provincia y puso la mayor parte de las ciudades griegas bajo el gobernador de Macedonia. Si la dominación romana del Cercano Oriente se computa desde la fecha en que los monarcas de los tres reinos helenísticos fueron eliminados por el poder romano, puede considerarse el año 168 como el primer paso de ese proceso. Sin embargo, los reyes seléucidas y tolemaicos retuvieron sus tronos hasta mucho después, quedándose hasta el año 63 a. C. en Siria y el 30 a. C. en Egipto. Si se eligen las fechas de la anexión de esos tres reinos como provincias romanas, las fechas serían 146, 64 y 30 a. C. respectivamente. Algunos historiadores hacen resaltar el 168 a. C. porque ya para ese tiempo Roma había conquistado Macedonia y había salvado a Egipto de caer en manos del reino seléucida al prohibir la invasión de Antíoco IV. Esto demostraría que Roma virtualmente dominaba los tres reinos aunque no había conquistado más que a uno de ellos. No se puede dar una fecha única para un proceso gradual. Sea cual fuere la elección de fecha o fechas más significativas que se haga, el traspaso del poder mundial a Roma queda claro, y en el año 30 a. C. se completó la absorción del territorio de Alejandro desde Macedonia hasta el Eufrates. Ver el artículo sobre el período intertestamentario en el t. V. Unos dientes grandes de hierro. Los enormes dientes metálicos hablan de crueldad y fuerza. Así como el animal desgarraba y devoraba su presa con esos colmillos monstruosos, así Roma devoraba las naciones y pueblos en sus conquistas. Algunas veces destruía ciudades enteras, como en el caso de Corinto en 146 a. C.; otras veces reinos, tales como Macedonia y los dominios seléucidas, los que eran divididos y convertidos en provincias. Las sobras hollaba. Cuando Roma no destruía o subyugaba a un pueblo, solía esclavizar a sus habitantes o los vendía como esclavos así volverá Roma a esclavisar todo ser humano que no quiera unirce a él para adorarle . En la intensidad de su poder destructor Roma sobrepasó a los reinos que previamente habían dominado al mundo. Diez cuernos. Según la explicación, son “diez reyes” (Dan 7:24). Si los “cuatro reyes” del Dan 7:17 representaban reinos (ver Dan 7:23 y com. Dan 7:3) paralelos con los cuatro imperios del cap. 2, existe la misma razón para entender que estos “diez reyes” son también reinos, así como los cuatro cuernos del macho cabrío son “cuatro reinos” (Dan 8:22). Las invasiones sucesivas de numerosas tribus germánicas que penetraron en el Imperio Romano y el reemplazo de éste por varios Estados separados o monarquías, son hechos bien comprobados por la historia. Debido a que por lo menos una veintena de tribus bárbaras invadió el Imperio Romano, los comentadores han confeccionado varias listas de los reinos establecidos en el territorio del imperio. La siguiente lista es una de ellas: ostrogodos, visigodos, francos, vándalos, suevos, alamanes, anglosajones, hérulos, lombardos y burgundios. Algunos prefieren poner a los hunos en lugar de los alamanes. Sin embargo, los hunos desaparecieron pronto sin dejar un reino establecido. Este período fue de grandes trastornos, confusión y cambio, y durante él muchos Estados lograron su independencia. ]
Las regiones de dicho mapa son las siguientes:para el nuevo orden mundial que se unen al papado para darle su poder y así todo el mundo para someter al mundo que acepten la marca de la bestia 666.
- Norte America (NAFTA. El único punto en común entre la administración Bush y la administración de Clinton.)
- Europa Occidental (Unión Europea)
- Japón
- Australia, Sud Africa, y el resto de los países desarrollados a nivel mundial.
- Europa del Este incluida Rusia.
- Latin America
- Africa del Norte y el Oriente Medio
- Africa Tropical.
- Sur y Sudeste Asiático.
- China
|
|
|
|
LA ADORACION FALSA A CRISTO LO ADVIERTE Y CASTIGA CRISTO EN SU SANTA LEY DEL CIELO SINAI ESCRITO CON SU DEDO EN PIEDRA EXODO 20:3 Éxodo 31:12,18
No habrá para ti otros dioses delante de mí.
4 No te harás escultura ni imagen alguna ni de lo que hay arriba en los cielos, ni de lo que hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en las aguas debajo de la tierra. 5 No te postrarás ante ellas ni les darás culto, porque yo Yahveh, tu Dios, soy un Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me odian,EN EL TIEMPO DE LAS PLAGAS APOCALIPSIS 16 CAEN AL PAPADO ALIADOS Y EN LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO DICE Apoc 9:20 Pero los demás hombres, los no exterminados por estas plagas, no se convirtieron de las obras de sus manos; no dejaron de adorar a los demonios y a los ídolos de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, que no pueden ver ni oír ni caminar.La sacudida” del terremoto “fue seguida instantáneamente del hundimiento de todas las iglesias y conventos, de casi todos los grandes edificios públicos y más de la cuarta parte de las casas. Unas horas después estallaron en diferentes barrios incendios que se propagaron con tal violencia durante casi tres días que la ciudad quedó completamente destruida. El terremoto sobrevino en un día de fiesta en que las iglesias y conventos estaban llenos de gente, y escaparon muy pocas personas” “El terror del pueblo era indescriptible. Nadie lloraba; el siniestro superaba la capacidad de derramar lágrimas. Todos corrían de un lado a otro, delirantes de horror y espanto, golpeándose la cara y el pecho, gritando: ‘¡Misericordia! ¡Llegó el fin del mundo!’ Las madres se olvidaban de sus hijos y corrían de un lado a otro llevando crucifijos. Desgraciadamente, muchos corrieron a refugiarse en las iglesias; pero en vano se expuso el sacramento; en vano aquella pobre gente abrazaba los altares; imágenes, sacerdotes y feligreses fueron envueltos en la misma ruina Idolo. Figura, estatua, semejanza, etc., venerada como representación de una divinidad. Un ídolo, en un sentido amplio, puede ser cualquier objeto tangible que se adora como un dios, o como símbolo de ese dios. "Imagen" tiene un sentido un poco más restringido, pues generalmente designa una semejanza fabricada, que supuestamente "retrata" a la deidad que representa. En la Biblia se usan estos términos para traducir muchos vocablos hebreos y griegos, pocos de los cuales corresponden exactamente a los vocablos españoles. Algunos vocablos bíblicos son términos que se refieren a la forma o naturaleza del ídolo, o a la manera en la que se lo hizo; otros representan diversas expresiones de desprecio por lo absurdo y lo degradado de la idolatría. Algunos importantes son el: 1. Heb. ' elîl, "nos dios", "nada" (Sal. 96:5; Is. 2:8). 2. Heb. 'eben, "piedra", que designaba el material con que estaban hechos algunos ídolos. 3. Heb. gillûlîm ("bolitas de estiércol") y ' elîlîm ("diosecillos"), términos de desprecio por los falsos dioses (1 R. 21:26; Ez. 14:3-7). 4. Heb. psîl y pesel, originalmente una imagen de madera tallada, un ídolo esculpido y, en escritos posteriores, cualquier otro tipo de imagen (de piedra, arcilla, incluso de fundición; Ex. 20:4; Dt. 7:5; Jue. 3:19, 26; 2 Cr. 33:19; Is. 40:19, 20; 44:9, 10). 5. Heb. tselem, "imagen", "semejanza", generalmente similar a la palabra española "imagen" (Ez. 23:14; Am. 5:26). 6. Heb. massêkh, ídolo de metal fundido. 7. Heb. t emûnh, estatua representativa de un dios calificándolo en alguno de sus atributos. 8. Heb. t erfîm, "terafines".* 9. Gr. eídçIon (de la que proviene nuestra palabra "ídolo"; Hch. 7:41; 1 Co. 15:21). 10. Gr. eikon, "imagen", "semejanza" (Ro. 1:23; cf su significado básico de "semejanza" en Mt. 22:20; 2 Co. 4:4; etc.; figs 163, 503). Apocalipsis (de Juan) 9-> Ver. [V.20-> Los otros hombres. La mayoría de los hombres no fueron destruidos por este terrible castigo, pero a pesar de lo que habían sufrido sus prójimos, no aprendieron la lección como debieran haberlo hecho, ni se arrepintieron. Las obras de sus manos. Específicamente los ídolos que habían hecho (ver Deu 4:28; Sal 135:15; Jer 1:16). Los hombres que dan ahora a las obras de su genio inventiva más importancia en sus vidas que la que dan a Dios y su reino, están igualmente condenados. Las comodidades materiales modernas -las obras de las manos humanas- no son malas, pero a menudo pueden llenar tanto la vida de los seres humanos que se convierten en ídolos, así como lo eran los antiguos dioses de madera, piedra y metal. Cf. com. Jn 5:21. Demonios. Gr. daimónion (ver com. 1Co 10:20). Se refiere a la adoración de los espíritus HECHICERIA ,ESPIRITISMO,ADORACION a María , común en los tiempos antiguos y que aún se encuentra ampliamente difundida entre muchos grupos paganos. Imágenes. En contraste con la adoración de los espíritus, se condena la adoración de objetos concretos, pero inanimados. Oro. Oro, plata, bronce, piedra y madera: se enumeran en el orden descendente de su valor como materiales. No pueden ver. Una dramática presentación de la insensatez de su idolatría, porque estos objetos, adorados como dioses, no tienen ni siquiera las facultades propias de un animal, mucho menos las de un hombre (ver Sal 115:4-7; Jer 10:5; Dan 5:23). ]
2:2; 1 Jn.
|
|
|
|
DESPUES DE LA LEY DOMINICAL O LA MARCA DE LA BESTIA PARTE DEL ULTIMO REMANENTE DE CRISTO SELLADO SALE DE LAS IGLESIAS IMPIAS DEL PAPADO COMO MARTIN LUTERO JUAN JUSS ETC ESCUCHA Y SALE DE BABILONIA APOC 18: 4 Luego oí otra voz que decía desde el cielo: «Salid de ella, pueblo mío, no sea que os hagáis cómplices de sus pecados y os alcancen sus plagas.
5 Porque sus pecados se han amontonado hasta el cielo y Dios se ha acordado de sus iniquidades.
Apocalipsis (de Juan) 14-> Ver. 1
[V.1-> Miré. Mejor “Vi”. El Cordero. Sin duda se refiere al Cordero mencionado en Ap 5:6 (ver el comentario respectivo). En cuanto al uso del artículo para referirse a datos proféticos previamente introducidos, ver com. Dan 7:13; cf. com. Ap 1:13. El Monte de Sión. Ver com. Sal 48:2; Ap 14:1-5 se relaciona estrechamente con el Ap 13:11-18. Los 144.000 aparecen con el Cordero sobre el monte de Sión para indicar su triunfo sobre la bestia y su imagen. Juan los había visto pasar poco antes por una prueba sumamente severa, aislados socialmente y condenados como merecedores de la pena de muerte. Pero en su hora más oscura fueron librados, y ahora están con el Cordero librados eternamente de los conflictos de la tierra. Ciento Cuarenta y Cuatro mil. En cuanto a la identidad de este grupo, ver com. Ap 7:4. El nombre... de su Padre. En el Ap 7:3 se dice que los 144.000 son sellados “en sus frentes”, por lo tanto, hay una estrecha relación entre el sello y el nombre divino. En esta visión de Juan el sello evidentemente tenía el nombre del Padre y del Hijo. En los sellos antiguos se grababa el nombre de la persona, lo que les daba validez. En cuanto a ejemplos de inscripciones en estos sellos, ver com. Ap 7:2. Los nombres, aplicados a los 144.000, representan (1) el dueño: los 144.000 pertenecen a Dios; (2) el carácter: los 144.000 reflejan plenamente la imagen de Jesús. Cf. com. Ap 13:17, donde la marca de la bestia y el nombre de la bestia se relacionan estrechamente. En la frente. Compárese con la marca de la bestia en la frente (ver com. Ap 13:16). ]
Apocalipsis (de Juan) 14-> Ver
[V.2-> Y oí una voz. 0 “un sonido”. Algunos creen que estos tañedores de arpas y cantores no son los 144.000 sino los ángeles, cuyo mensaje sólo pueden entender los 144.000; sin embargo, en Ap 15:2-3 se presenta claramente a los 144.000 con arpas y cantando, y por esto otros creen que en Ap 14:2 también se trata de los 144.000. Estruendo de muchas aguas. Ver com. Ap 1:15. Sonido de un gran trueno. El trueno se relaciona aquí, como en otros pasajes, con la presencia divina (cf. Jnb 37:4; Sal. 29; Ap 4:5; Ap 6:1). Voz... era como de arpistas. O “el sonido que oí como de citaristas que tocaban en sus 840 cítaras. El sonido que Juan oyó era semejante al de tañedores de cítaras. Quizá no vio tocar los instrumentos, de ahí su cautelosa comparación. Hay un estudio de las arpas antiguas en el t. III, pp. 38-39. ]
Apocalipsis (de Juan) 14-> Ver.
[V.3-> Cantaban. Literalmente “cantan” (BJ, BC). La flexión del verbo está en presente para darle más dramatismo (cf. com. Ap 13:11). Trono. El trono ya se ha presentado (Ap 4:2). Delante de los cuatro seres vivientes. Ver com. Ap 4:6. Ancianos. Cf. Ap 4:4. Nadie podía aprender. Esta experiencia es de naturaleza tan personal, que sólo los que han pasado por ella pueden apreciar su significado. Para ellos el canto es un resumen preciosísimo y abarcante de las vicisitudes por las cual han pasado en las etapas finales de conflicto entre el bien y el mal. Redimidos. Gr. agorázō, “comprar”, “adquirir”, “redimir”; también se traduce “comprar” en los Ap 3:18; Ap 18:11. Compárese con las frases “con tu sangre nos ha redimido para Dios” (Ap 5:9), “redimidos de entre los de la tierra” (Ap 14:4). Cf. com. Rom 3:24; 1Co 6:20. ]
Apocalipsis (de Juan) 14-> Ver.
[V.4-> No se contaminaron. Gr. molúnō, “contaminar”, “marchar”, “ensuciar”, como la conciencia (1Co 8:7) o los vestidos (Ap 3:4). Se refiere figuradamente, sin duda, a la contaminación debido a las relaciones ilícitas (ver com. “vírgenes”). El tiempo del verbo en griego puede ser significativo, pues fija la acción en un momento específico, sin duda en el tiempo cuando la unión de los elementos religiosos, simbolizados por “mujeres” (ver com. “mujeres”), ejercerá toda la presión posible sobre los santos para que renuncien a su fidelidad a Dios y sus mandamientos y se unan a la organización apóstata (ver com. Ap 16:14; Ap 17:2; Ap 17:6). Cualquiera concesión hubiera significado una contaminación; pero ahora, de pie victoriosamente sobre el monte de Sión, se alaba a los santos por su felicidad. Mujeres. En las Escritura a menudo se usa la figura de una mujer para representar a una iglesia; una mujer pura simboliza a la iglesia verdadera, a una mujer inmoral, a la iglesia apóstata (ver com. Ap 12:1). En Ap 17:1-5 (ver el comentario respectivo) la iglesia de Roma y varias iglesias apóstatas que siguen sus pisadas, son simbolizadas con una mujer impura y sus hijas. El profeta se refiere sin duda a estas iglesias (ver com. “no se contaminaron”). Vírgenes. Gr. parthénos, término que se aplica a hombres y mujeres; aquí, a hombres. Esta aplicación es clara tanto por el texto griego como por la figura de “virgenes” que no se han “contaminado” con “mujeres”. Todo el pasaje es simbólico, y por eso no se refiere a la virginidad literal que uno u otro sexo; de lo contrario, este pasaje contradiría otros que ensalzan el matrimonio y la relación conyugal (ver com. 1Co 7:1-5; Heb 13:4). Los santos son llamados vírgenes o porque se han mantenido apartados de Babilonia, o porque ya no tienen nada que ver con ella (ver com. Ap 18:4). Se negaron a tener relación alguna con Babilonia y sus hijas en el tiempo cuando éstas se convirtieron en los instrumentos de Satanás en su esfuerzo final por extirpar a los santos (ver com. Ap 13:15). No se contaminaron participando en esa alianza vituperable de elementos reunidos por Satanás, aunque quizá alguna vez pertenecieron a alguno de los diversos grupos que ahora están unidos. Siguen al Cordero. Parece señalarse algún privilegio especial de los 144.000 cuyos detalles no son revelados y por lo tanto sólo se pueden conjeturar. Cf. com. Ap 7:14-17. Redimidos de entre. Ver com. Ap 14:3. Primicias. Gr. aparj’, “primeros frutos”, de la raíz del verbo apárjomai, “empezar”, especialmente “iniciar el sacrificio”, “ofrecer primicias”. Los antiguos israelitas ofrecían las primicias al Señor en forma personal (Deu 26:1-11) y también nacional (Lev 23:10; Lev 23:17). Dar las primicias era un reconocimiento de la bondad de Dios al proporcionar la cosecha. La ofrenda nacional también tenía un significado simbólico (ver com. 1Co 15:20). El término “primicias” aplicado a los 144.000 pude entenderse en dos formas: 1. Que son la primera entrega o adelantos de la gran cosecha. Los 144.000 son los vencedores en el gran conflicto con la bestia y su imagen (ver com. Ap 14:1). Han sido librados de esta lucha y están a salvo delante del trono de Dios. “Habiendo sido trasladado de la tierra, de entre los vivos, son contados por ‘primicias para Cristo y para el Cordero’ “ (CS 707) 2. Que sencillamente significa “un presente” o “una ofrenda”. Aparj’ es en la LXX la traducción más frecuente del Heb. terumah, 841 “contribución”, “ofrenda”. En Exo 25:2-3 terumah es la contribución de los hijos de Israel para la construcción del santuario. Terumah describe con frecuencia una “ofrenda” (ver Num 5:9, LXX, aparj’). Inscripciones antiguas muestran que aparj’ se usaba comúnmente para describir un “presente” para una diosa, sin referencia al tiempo. Cuando aparj’ es la traducción de terumah, tampoco hay referencia al tiempo. Por lo tanto, los 144.000 pueden considerarse como las “primicias”, ya sea en el sentido de que son parte de una cosecha mayor, o de ser una ofrenda o presente para Dios. ]
Apocalipsis (de Juan) 14-> Ver. 5
[V.5-> Fue hallada. La reflexión del verbo griego indica acción pasada en un momento determinado. En el momento de hacerse la investigación, los 144.000 eran intachables, limpios por la gracia de Dios. Mentira Gr. pséudos, “falsedad”, “sutileza”, “fraude”, “engaño”. El Evangelio de Jesucristo transformara al pecador, lo convierte ningún fingimiento, ningún engaño, ningún pecado. Sin mancha Gr. ámōmos, “sin defecto”, “sin culpa” (ver com. Efe 1:4; cf. PVGM 47-48; TM 506). Delante del trono. La evidencia textual establece (cf. p. 10) la omisión de esta frase. La omiten la BJ, BA, BC y NC ]
|
|
|
Primer
Anterior
43 a 57 de 57
Siguiente
Último
|
|
|
|
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados | |
|
|